miércoles, 13 de noviembre de 2024

A Iván: luchador, camarada, combatiente, hermano del alma

Por Narciso Isa Conde 

Iván Rodríguez Piler, doña Miriam y uno de sus hijos

A Doña Miriam, su compañera de lucha y amor

¡Qué importante y trascendente es tratar de ser como Iván!

Nacer en la humildad para nunca dejar de ser humilde.
Vivir para amar a los suyos, a su pueblo y a toda la humanidad.

Luchar por la vida, toda la vida, más allá de la muerte.

¡Vivir para nunca morir!

Despedirse con honores y quedarse entre nosotros combatiendo sin cesar.

¡Qué importante es militar en la revolución y en el socialismo!

Él lo hizo en el heroico CATORCE DE JUNIO, en la Línea Roja, en su PTD, en la Unión Patriótica Antimperialista (UPA), en la Nueva Alternativa, en su Patria para Todos y Todas… de acuerdo a sus circunstancias

En la izquierda y con la izquierda, a la izquierda siempre.
Unitario siempre.
En el monte y en el llano,
en diciembre 63 y en abril 65,
en el ingenio y en el cañaveral.
Con fusil y sin fusil.
Durante tanto tiempo, contra tantas adversidades, desafiando tantos peligros…
Tantas veces perseguido, encarcelado, torturado…

¡Qué valioso es abrazar todas las causas libertarias como él!

Indignarse frente a todas las injusticias, rebelarse contra todas las opresiones, en la isla que lo vio nacer y en el planeta que lo vio crecer.

Compartir con la clase obrera dominicana del Central Romana y unirse al proletariado mundial.
Militar en el marxismo y el leninismo emancipador.

Abrazar solidariamente a China, Cuba, Puerto Rico, Haití, Viet Nam, Camboya, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Palestina… a los pueblos del África brutalmente colonizada, a los luchadores y luchadores contra las oprobiosas tiranías de Nuestra América.

Asumir como propia la causa revolucionaria del pueblo haitiano y del Partido de los Trabajadores de ese país vecino y hermano,

¡Cuántas campañas!
¡Cuánto internacionalismo!
¡Cuánta solidaridad!

¡Pero qué importante es ser esposo, padre, abuelo y bisabuelo como él!

Ser tan sencillamente cariñoso, bondadoso y solidario, como él.
Amar siempre sin presumir,
combatir tanto sin caer,
crecer tanto sin doblarse,
aprender tanto sin endiosarse,
multiplicarse tanto sin dejar de ser.

¡Qué trascendente y honroso es renunciar de esa manera a lo “normal”!

Tantas veces,
innumerables veces,
todo el tiempo.
Nada ni nadie pudo vencer su capacidad de amar y combatir.

Qué dulce debe ser morir para vivir eternamente como él, en su tierra querida, en el pecho de su amor.

Cierto que son otros tiempos.

Cierto que hay un cambio de época, nuevos conocimientos, nueva era tecnológica y grandes cambios culturales.

Pero la civilización capitalista occidental, su sistema imperialista decadente, se ha tornado más injusto, brutal y destructivo.

Cierto que las mutaciones culturales obligan a renovar el pensamiento y a innovar en el accionar necesario para transformar estas injustas sociedades, para fundir pensamiento y acción en armas eficaces contra las nuevas y viejas injusticias.

La generación revolucionaria de Iván, que es la nuestra, no debe ser objeto de calco o copia para las nuevas generaciones.

Pero sí referencia de valores éticos y políticos, de memoria histórica imprescindible para entender el presente, y de ejemplos de insumisión frente a la barbarie moderna.

Fuente, en fin, de valiosas experiencias y conocimientos para combatir la oprobiosa dominación de un capitalismo imperialista que no ha dejado de ser tal, ni menos brutal.

Que más bien ha cambiado para peor, desatando nuevas guerras, secuestrando formidables adelantos de la ciencia, la tecnología y el conocimiento humano; instrumentalizando el racismo, la xenofobia, el patriarcado, la sobre-explotación de la juventud y la niñez, la apropiación y depredación de la naturaleza, para reproducir el capital, maximizar ganancias, y para moldear la manera de pensar o imponer la fórmula de no pensar y los engendros neofascistas.

Somos pasado, somos presentes y seguimos aportando desde lo ya realizado y por lo pendiente todavía de realizar y conquistar, como parte inseparable del futuro promisorio a construir por las nuevas generaciones-

Somos indómitos/as rebeldes abrazados/as a causas irrenunciables; comprometidos/as con la lucha, por el pan, la justicia, el bienestar y la alegría de toda la humanidad.

¡Somos inclaudicables!

Iván Rodríguez Pilier

jueves, 7 de noviembre de 2024

Iván Rodríguez: Ejemplo imprescindible

 Iván Rodríguez:

Iván Rodríguez Pilier

Ejemplo imprescindible
Estamos convocados a celebrar
la trayectoria y el ejemplo revolucionarios
de Iván Rodríguez

Hombres y mujeres de ideas y prácticas revolucionarias, patrióticas y democráticas, nos hemos constituido en Comité para organizar el acto ¡Iván Rodríguez: Ejemplo imprescindible!

En ocasión de que en el mes de noviembre próximo se cumplirá el primer aniversario de su partida a la gloria.

Desde ya, y hasta el 10 de noviembre del corriente año, en que haremos un gran acto político-cultural, desarrollaremos un proceso de reflexiones y hechos para destacar a Iván en una vida dedicada por más de 60 años a la revolución; el internacionalista consagrado; el ser humano, padre, esposo y amigo; sencillo, sensible y penetrado del más puro humanismo revolucionario.

¡Iván Rodríguez: Ejemplo Imprescindible. Por lo que enseña y motiva su trayectoria y ejemplo revolucionarios!

Porque puede y debe alentar a la juventud a la rebeldía contra la injusticia y negación de derechos imperantes, y elevarla a la militancia revolucionaria por la transformación social y política.

Porque puede y debe afirmar la militancia revolucionaria en los hombres y mujeres que ya escogimos la revolución como opción de vida.

En cada declaración de lucha y solidaridad, y en cada protesta del pueblo, tendremos a Iván en nuestras voces, puños y corazones.

Estamos convocados a caminar con Iván. Iván Ejemplo Imprescindible.

Porque su trayectoria revolucionaria y su ejemplo de entrega a hacer posible la revolución popular dominicana, es un recurso vital para enfrentar con optimismo revolucionario el momento de crisis del sistema y la civilización capitalista.

Para derrotar las pretensiones del imperialismo, las oligarquías y sus lacayos, de imponer como salida el neofacismo, la agresión militar contra los pueblos, la represión a los sectores populares.

Con Iván, se puede desarrollar las luchas populares y avanzar en el propósito de la revolución

Vamos. Nos veremos en un gran acto político cultural, el domingo 10 de noviembre, en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.

Comité de Homenaje a Iván Rodríguez.
octubre, 2024.

Iván Rodríguez, doña Mirian, su compañera, y Raúl, uno de sus hijos.













domingo, 3 de noviembre de 2024

Desarrollo verdadero

Por Narciso Isa Conde

El verdadero desarrollo no es simplemente un buen porcentaje de crecimiento de la economía, ni un número alto del PBI, ni un presupuesto nacional elevado, ni alta tecnología y productividad al servicio del capital. No es asunto de torres a granel, yipetas, autovías, túneles, resorts, bancos, centros comerciales, McDonald, celulares, televisiones…

Mucho menos mercadología política y cifras maquilladas. Tampoco puede hablarse de desarrollo a tiro de doce años, cuando se recurre a una maquinaria asistencialista que evidencia una enorme miseria e indecentes encubrimientos de hambre, subalimentación y “sub-desarrollo”

El desarrollo hay que referir fundamentalmente a la dignificación del ser humano, al estado del ambiente en que habita, a la radical reducción de desigualdades y enfermedades, superación de la ignorancia y oferta optima de salud y educación, sin convertirlas en mercancías. Al bienestar colectivo, a la relación armónica ser humano-naturaleza, eliminación de la exclusión social, explotación y violencias de minorías dominantes contra los demás seres humanos.

Desarrollo es más propiedad social, viviendas dignas, investigación científica al servicio de la sociedad. Es diversión saludable, transporte ordenado y confortable. Implica erradicar una alimentación baja de nutrientes y cargada de tóxicos. Superar discriminación racista, patriarcado, xenofobia, homofobia, adulto-centrismo, desempleo y subempleo. “Desarrollo”, sin desarrollo humano, no es tal.

Lejos incluso están de esa gran meta no pocos de los llamados países desarrollados, y entre ellos los hay estremecidos por crisis sistémicas y ambientales que los arrastran a peligrosos retrocesos sociales y ambientales. ¡Ay! España, EU, Francia y otros.

Las distancias de nuestro país respecto a esos parámetros son enormes y siguen trabadas por una crisis múltiple de un sistema centrado en la expansión y las ganancias del capital y no en las necesidades humanas y ecológicas.

Hay otros factores que empobrecen constantemente e incrementan penurias y sufrimientos masivos, generalmente obviados a la hora de clasificar desigualdades, medir la pobreza y evaluar el desarrollo; tales como la escasez de agua, la ignorancia, desagües pluviales catastrófico, hábitat peligroso, contaminaciones, epidemias, estado delincuente, narco-economía, inseguridad y ausencia de democracia real.

Aquí no hay democracia económica ni social…ni en el régimen de propiedad para producir y vivir, ni en los ingresos percibidos, ni en el acceso al consumo, ni en las condiciones de existencia, ni en el ejercicio de la política…

Hay desigualdad brutal en todo:  en materia de derechos, alimentación, viviendas, transporte, diversión, servicio salud, escuela, ambiente… En fin, un sistema de vida abismalmente desigual …en el que predomina la antidemocracia en lo político, económico, social y cultural.

Narciso Isa Conde

¿Hacia el desarrollo?

Por Narciso Isa Conde

Este gobierno de la USAID, del Comando Sur, las corporaciones estadounidenses, los tutumpotes nativos, los nuevos ricos y narco-burgueses criollos, los políticos y generales corruptos, se ha inventado la especie de que en pocos años la RD será “un país desarrollado”. Sus medios y sus bocinas no se casan de repetir esa mentira, sustentada en la perversión del término desarrollo

En verdad aquí nunca se han implementado planes de desarrollo. No hay planificación ejecutada, mucho menos desarrollo.

Aquí se ha producido un crecimiento caótico y deformado del capitalismo dependiente, junto al incremento de la opulencia de la lumpen burguesía; a base de una narco-economía abundante, muchas remesas (fruto del abnegado trabajo de una diáspora voluminosa), de la explotación intensiva de la fuerza de trabajo criolla y de inmigrantes haitianos/as, de un oneroso endeudamiento y una corrupción de estado espantosa.

Eso ha generado un crecimiento del capital privado a costa de una enorme deuda social en salud, alimentación, agua, educación, seguridad social y ciudadana, sanidad ambiental; más desigualdades y un gran empobrecimiento de seres humanos y naturaleza no humana.

Según investigaciones de la Fundación Bosch, en la RD, la pobreza calculada en función de los ingresos familiares, afecta al 45% de la población, mientras la pobreza extrema abruma al 22 %; y de acuerdo a OIT, el 57.4% de la población mayor de 65 años no recibe ingresos, ni de pensión, ni laboral; los trabajadores del campo reciben $595 pesos dominicanos diarios por jornadas de trabajo de 10 horas diarias., y en el sector agropecuario trabaja el 9% de la población total ocupada.

A pesar de que el costo promedio de la canasta básica está por encima de los 45,000 pesos mensuales, el salario mínimo se mueve entre 14 mil pesos y 25 mil pesos mensuales. Cientos de miles de jóvenes de 15 a 24 años, ni trabajan, ni estudian.

El salario mínimo en RD está entre los 5 más bajos del continente y el ingreso laboral real hoy es un 17% más bajo de lo que era en 2000, mientras la productividad del trabajo casi se ha triplicado con respecto a ese año, aumentando en un 187%.

Más de 600 mil dominicanos están totalmente desempleados.  A esto hay que agregar un enorme subempleo -dado que más del el 53 % de la economía es informal. El desempleo en mujeres y jóvenes, ronda el 25%.

En fin, los exaltadores del supuesto desarrollo dominicano, están súper desarrollados en el arte de mentir y tratar de engañar.

Narciso Isa Conde