Por Chiqui Vicioso
En mi vida, he conocido a muchos hombres y mujeres de izquierda. Gente seria, consagrada, generosa, fraterna, que ha puesto su vida a disposición de las causas más justas, arriesgando su libertad, su seguridad, sin que nadie se entere de su holocausto personal, porque siempre han entendido que de lo que se trata es de acompañar las luchas de los pueblos, no de su protagonismo personal.
Son los indispensables de Brecht. Lamentablemente, también he conocido a “izquierdistas” de todo tipo: arribistas (las ONGs son su predio natural); envidiosos, mezquinos, ignorantes: necios.
Son lo que creen que tener “cojones” es ponerse delante de las cámaras de televisión o redes sociales; hablar alto y atribuirse las luchas de la gente a su alrededor. Son los necios, y generalmente todos y todas se caracterizan por un agudo complejo de significación social.
Ese mal se agrava con la menopausia, cuando el fogaraté del protagonismo social aflora con vehemencia y así vemos en nuestras pantallas a todo tipo de espécimen, peligroso porque su imprudencia generalmente pone en riesgo la vida de los demás.
En Nueva York, conocí a varios personajes así y experimenté su mal disimulado odio hacia quienes teníamos cierto nivel de educación, hablábamos varios idiomas, y teníamos hábitos de estudio y lectura. Además, no buscábamos en ninguna militancia una retribución personal.
Allí conocí las zancadillas, reproches, el asalto psicológico estilo “psicópatas-Pacoredo”, el intento de destrucción psíquica de cualquiera que no tuviera bien claro el porqué de su militancia.
La izquierda necia por lo general no lee, no estudia, no puede generar un debate ideológico y si lo hace su discurso está lleno de clisés que no puede desglosar, o sostener.
Generalmente desconocen a los grandes pensadores del Caribe, su región, su propia historia y teorías a las que dicen adscribirse. Son anti-racistas, pero no han leído a Frantz Fanon, Eric Williams, CLR James, Nelson Mandela; o los grandes teóricos de la Caribeñeidad, Edouard Glisant y Bosch entre los más prominentes.
Si son “feministas” se diluyen en conmemoraciones que tienden a reafirman los estereotipos contra las mujeres. Generalmente desconocen la historia del movimiento; la ideología de género; el debate de las “Católicas por el derecho a decidir”, o los argumentos de los adversarios para desmontarlos.
Si son líderes/as sindicales generalmente ignoran la historia de pioneras como Luisa Capetillo, en Puerto Rico; las grandes luchas laborales en Europa; el pensamiento de martires como Rosa Luxemburgo; o siquiera de Laforgue (cubano yerno de Marx) y su tratado sobre el derecho al ocio.
Son, los necios y necias de izquierda, especímenes que lamentablemente han infectado con su ADN a millares de jóvenes y hay que evitar, porque no somos psiquiatras.
Fuente: Tomado del muro de Facebook de Chiqui Vicioso.
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