Por: Francis Santana*
Nos encontramos en un momento
altamente favorable para dar pasos firmes hacia la conformación de una gran
unidad del campo popular y revolucionario en el país.
Diferencias y obstáculos que se
presentaron en la recién pasada coyuntura electoral, hoy han sido superados en
lo fundamental.
Las principales organizaciones
de la izquierda (aunque no todas) hemos definido el presente gobierno como un
blanco principal y establecido que debemos sacarlo del poder y al mismo tiempo
impedir el regreso del peledeismo en sus distintas versiones.
Somos contestes en el sentido de
que además de las organizaciones de izquierda y patrióticas, a esta unidad
tienen que integrarse amplios sectores de la sociedad, que aunque no están
estructurados en grupos de izquierda alguno, tienen posiciones y prácticas de
avanzada.
También compartimos la idea de
que una unidad con reales posibilidades de poder debe ser político- social,
incluyendo en la misma a un caudaloso torrente de movimientos sociales que
vienen luchando no solo por meras reivindicaciones económicas, sino además por
un verdadero cambio político en la República Dominicana.
Valoramos de igual manera, que
el proyecto unitario que tenemos que construir, debe estar cimentado en un
Programa Político Democrático, elaborado colectivamente, que enarbole la
soberanía nacional plena, que represente los intereses de las amplias mayorías,
proteja nuestros recursos naturales, que levante firmemente la bandera de la
equidad de géneros, promueva y apoye la producción nacional, garantice la soberanía
alimentaria, que respete la libertad sindical, produzca una reforma agraria
integral y que garantice plenamente el respeto a los derechos humanos entre
otras cuestiones fundamentales.
Pero además, estamos contestes
en que la participación electoral debemos promoverla simultáneamente con el
impulso de las más variadas jornadas de lucha de nuestro pueblo y con la
solidaridad.
Y que es un aspecto primordial
para la participación electoral unitaria, que las distintas candidaturas de la
unidad (incluyendo la presidencial) sean definidas mediante el uso de métodos
democráticos y transparentes.
Junto a todas esas interesantes
coincidencias, estamos de acuerdo en que iniciemos temprano a prepararnos en
todos los aspectos para poner en marcha una participación electoral altamente
exitosa en el 2024, para disputarle el poder a las clases reaccionarias y a sus
viejos y desacreditados partidos de la derecha entreguista y corrupta.
Algunos se preguntarán, ¿y de
dónde ha sacado este señor todas esas coincidencias?
Humildemente, les respondo
diciéndoles:
esas y otras coincidencias las
hemos encontrado en las posiciones escritas en las publicaciones de esos grupos
y en los diálogos e intercambios que Patria para Todos/as ha venido sosteniendo
con las principales organizaciones de la izquierda dominicana, con líderes
comunitarios y con revolucionarios sin partido del país y de la diáspora.
No hay dudas de que estamos en
una coyuntura inmejorable para dar pasos sólidos y audaces de cara a vertebrar
una poderosa unidad de las fuerzas patrióticas y de izquierda en nuestro país.
La decadencia del partidarismo
tradicional dominicano y el desgaste progresivo que viene experimentando el
gobierno oligárquico y lacayo del PRM, nos estimula a unirnos tras un cambio
político de verdad.
Y las victorias sostenidas de la
diversidad del campo democrático y revolucionario en América Latina, nos
estimulan a unirnos y a encaminarnos hacia el poder junto a las masas
explotadas y marginadas del campo y la ciudad.
¡La unidad debe ser ahora!
¡Atrevámonos!
* Vicepresidente del MPT.
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