Por: Francis Santana
Los pueblos pueden dormir durante siglos e incluso someterse a sus enemigos por largos períodos; pero terminan despertando y derrotando a quienes los explotan y oprimen.
El imperio español duró más de 200 años saqueando y exterminando a nuestro pueblo y finalmente lo vencimos en la Guerra Restauradora de 1863-1865.
El imperio francés duró 98 años seguidos pisoteando a Vietnam y finalmente Vietnam lo derrotó en la memorable batalla de Dien Bien Phu en el año 1954.
Ese mismo imperio francés dominó lo que hoy es Haití por varios siglos; pero el pueblo lo derrotó en el 1804.
Francia nos dominó a nosotros de 1802 a 1809, año en que tuvieron que salir de la isla los residuos del ejército de Napoleón Bonaparte aniquilados y desmoralizados.
Trujillo masacró a nuestro pueblo en estrecha alianza con los yanquis, por más de 30 años y terminó asesinado por sus propios soldados y meses más tarde ese mismo pueblo sacó del país a los remanentes del trujillismo mediante grandes movilizaciones.
Balaguer con recurrentes y escandalosos fraudes electorales se burló de nuestro pueblo durante su dictadura de crímenes de todo tipo y nuestro pueblo lo derrotó en las urnas en 1978.
El PLD duró 20 años en el poder en varios periodos, cometiendo todo tipo de fraudes, corrupción, fechorías y también el pueblo lo sacó a patadas del poder.
Y el actual gobierno entreguista, de oligarcas, de popis, comprador de voluntades y vinculado al narcotráfico; nuestro pueblo también lo sacará del poder en su momento.
No hay que echarle la culpa al pueblo de los recientes resultados electorales, los culpables son los que están en el poder y lo usan sin escrúpulo alguno para mantenerse al frente del Estado dominicano arrodillados al poder extranjero.
Pero este tipo de gobierno, no tiene asegurado un futuro promisorio, porque actúa de espaldas a las mayorías.
Su porvenir será similar a todos los que anteriormente engañaron y explotaron a un pueblo al que ellos mismo y su sistema económico y social ha empobrecido y lanzado a la marginalidad.
No perdamos la confianza en nuestra gente humilde y laboriosa, que es víctima de quienes la ultrajan, corrompen, estafan y manipulan; que es con esa misma gente que más adelante; pero organizada y con mayores niveles de conciencia, que derrotaremos a los enemigos de la nación, de la naturaleza y del pueblo mismo.
Continuemos firmes y resueltos, sirviéndole al pueblo, estando junto a él en todas sus luchas, preparándolo en todos los sentidos e implementando todos los métodos de lucha necesarios, para que definitivamente se convierta en el protagonista de los grandes y verdaderos cambios que requiere la nación.
No tengamos la menor duda de que el pueblo trabajador y explotado, tiene por delante un luminoso porvenir y de que venceremos.
Lo que pasó en las recién pasadas elecciones municipales, ha sucedido en múltiples ocasiones en nuestro país, lo han hecho anteriormente todos los partidos que han estado en el poder; y observen en qué situación de descalabro se encuentran hoy la mayoría de esos partidos.
La historía debe servirnos para entender entre otras cosas, que ningún poder, dominación, ni explotación han sido eternos...Y que ahora, tampoco lo será.
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