Presentación
Estas son opiniones, en
el sentido estricto. Son juicios que cuando aparecieron cada semana en el
periódico ACENTO estuvieron sujetos a la controversia; sobre lo que fue el
discurrir político hasta 5 de julio de 2020, día en que se celebraron las
elecciones nacionales, y que marcó el cierre de la coyuntura electoral. Pero
además, sugieren las banderas democráticas de lucha a considerar una vez
logrado el cambio de gobierno.
Consideran la
perspectiva de sentar las bases para una nueva transición democrática en el
país de cuyas cualidades se presentan algunos elementos, en el período que se
abre con a llegada del PRM y la Coalición Democrática al gobierno y a una
mayoría importante en el Congreso.
La coyuntura pasó y
estas opiniones podrían considerarse como simples testimonios, sin ninguna
importancia práctica. Pero no. El interés de las mismas, y que justifica esta
publicación, queda determinado precisamente porque expresan el seguimiento al
día a día a una coyuntura, que es, o debe ser, un método de trabajo habitual en
cualquier agrupación política cualquiera que sea su signo ideológico.
La coyuntura es la
realidad en movimiento, y es la que proporciona los datos para la toma de
posicionamientos dentro de la misma, y prever el curso futuro deseable.
La que culminó el pasado 5 de julio del 2020, fue la coyuntura electoral más compleja desde 1962; por la diversidad de elementos en juego. Procesos internos complicados al interior de todos los partidos fundamentales; incertidumbre en estos, dada por las señales confusas que a veces expresaban algunos de sus actores principales. Normativas nuevas, casos de la ley de partidos y las primarias.
Y la posibilidad latente, que al final se hizo realidad, de la ruptura en la forma de la hegemonía político y social que moduló durante casi 20 años en la competencia entre el Leonelismo y el Danilismo que, en alguna medida, se constituyó en la competencia “bipartidista” dentro del mismo PLD, y dio racionalidad al régimen a partir del colapso del PRD y del hundimiento histórico del Partido Reformista Socialcristiano.
La coyuntura tardó casi tres años en configurarse como tal. Mientras, solo se percibían elementos difusos. Y, si se quiere, el seguimiento en busca de articular un propósito político, el del cambio; semejaba a la labor de un orfebre uniendo hilos que parecieran esenciales. O de orfebres, porque en realidad fueron muchas y muchos los que cada día se empeñaban en hacer un diagnóstico y construir sobre el mismo una propuesta política que diera al traste con el gobierno del PLD.
Derrotar al PLD, apareció temprano ante muchos como una premisa necesaria en interés de habilitar el país para otros cambios políticos más significativos. La unidad amplia de muchos sectores políticos y sociales fue construida de menos a más; también considerada imprescindible a ese propósito. De menos a más, porque en lo fundamental hubo de sobreponerse a muchas ideas tangentes, casi aventureras; que acariciaron la idea de armar varios polos opositores y dispersar las fuerzas que solo en comunión podían derrotar al oficialismo.
Con cuáles ideas y cómo
articular esa unidad, era una cuestión esencial y las respuestas eran un mar
diverso. La unidad que terminó sepultando al PLD fue construida con muchas opiniones
expresadas día a día.
Si bien el PRM y su candidato presidencial, Luis Abinader, aparecieron siempre como los principales contendores al PLD, la derrota electoral de este fue construida en discusiones abiertas con la participación de personas provenientes de litorales diferentes.
Las de esta
publicación, que aparecieron en el periódico ACENTO, fueron parte del propósito
de muchos de unir para derrotar al PLD como premisa importante para continuar
la lucha por más calidad democrática; jamás como fin en sí mismo; ni mucho
menos transando con ideas y prácticas conservadoras presentes en el partido que
lideró la coalición por el cambio.
Así las cosas, estas
Opiniones con acento, expresan parte de lo que pasó en la coyuntura que cerró
el pasado 5 de julio del corriente año. Pero también dicen algo del contenido y
la forma de la lucha que sigue en lo adelante.
Porque la lucha sigue,
en unidad, diferenciación y crítica.
M. Salazar
Agosto, 2020.
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