El
presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moro, ha indultado a más de un centenar
de opositores procesados por la justicia de ese país. todo un acto de
generosidad, y reconciliación que, de paso, contribuye a crear un clima más
propicio para la celebración de las elecciones del seis de diciembre próximo.
En la lista
de los indultados hay elementos comprometidos en actividades de franca
sedición, pasando por algunos que, en abierta traición a la patria, claman por
el golpe de estado, el magnicidio y la intervención de tropas extranjeras,
hasta delincuentes comunes responsables directos de actos incendiarios,
atentados contra la propiedad estatal, y muertes de agentes de la fuerza
pública.
A riesgo de
defraudar a parte del pueblo venezolano que reclama justicia contra gente
comprometida en ese tipo de acción, el presidente Maduro ha tomado una decisión
valiente, sabia y justa.
Ante ese
gesto la oposición se ha dividido. Algunos, como Capriles, se muestran
dispuestos a concurrir a las elecciones, mientras otros, como el inefable Juan
Guaidó lo rechazan todo, se niegan a ir a unas elecciones a las cuales el
gobierno venezolano ha invitado a la Unión Europea y a la ONU a que envíen sus
observadores respectivos.
En verdad el
rechazo de Juan Guaidó no cambia nada. Un presidente autoproclamado, que
obtenga un título que no está consignado en ningún texto de la Constitución
vigente, sin poder de hacer cumplir ninguna de sus decisiones en suelo
venezolano y que tiene que confiar su suerte a que la mano imperialista lo sostenga
y lo ponga en el poder.
Así Guaidó y
su gente reconocen su impotencia, dejan dicho que buscan el poder por la
violencia, igual a propugnar por un baño de sangre en Venezuela. Ese sector
opositor responde a la vocación entreguista y ultra reaccionaria de lo más
rancio de la oligarquía venezolana, cuya desenfrenada hostilidad viene desde
los tiempos del comandante Hugo Chávez, al que jamás le perdonaron que le
arrebatara en base al voto popular, el control de las riquezas de ese gran
país.
A esa desaforada
oligarquía el comandante le advirtió algo que bien cabe recordárselo ahora a
Juan Guaidó: Esta es una revolución democrática y pacífica, pero armada, dijo
Chávez. Si la vía democrática de las elecciones está ahí, ¿por qué no
transitarla? en vez de jugar con fuego o, como se dice aquí, andar dejando
camino real por vereda.
Fuente: https://eldia.com.do/venezuela-el-indulto-y-las-elecciones/
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