Por Manuel Matos Moquete
Es poco común en nuestro país tratar la cuestión del pensamiento de los héroes, los líderes políticos y, en general, los intelectuales y escritores dominicanos.
Uno se llena de alegría al saber que un evento de la Fundación Maximiliano Gómez (El Moreno), que preside Carmen Mazara, tratará acerca del pensamiento de ese gran e inolvidable líder del Movimiento Popular Dominicano y de toda la izquierda del país de aquellos terribles Doce Años de Joaquín Balaguer .
La presente nota extraída de mi investigación Discurso y Acción: Manolo, Caamaño y El Moreno (Instituto Tecnológico de Santo Domingo, INTEC, 2018) es mi contribución a esa actividad desde la condición de convidado de piedra .
En ella reseño algunos prerrequisitos sin los cuales tratar de acercarse al pensamiento de alguien no pasaría de ser más de lo mismo y una gran pérdida de tiempo. Entre esos prerrequisitos, el principal es que se parta del lenguaje y del discurso en tanto que son acciones de palabras con valores propios y distintivos de las acciones fácticas o de hechos .
La investigación Discurso y Acción se sitúa en la perspectiva de solución del problema señalado: busca convertir los discursos de esos personajes de la historia dominicana en objetos científicos, en objetos de estudios académicos, a fin de propiciar que sus pensamientos adquieran una dimensión durable y trascendente.
Discurso es comunicación oral o escrita. Los discursos de esos personajes son los textos emitidos públicamente en los cuales se formulan, explica o implícitamente, sus pensamientos políticos, ideológicos, éticos, etc. Fueron extraordinarias las acciones fácticas de esos líderes, en el curso de las cuales los tres fueron, en circunstancias diferentes, vilmente asesinados; pero también fueron importantes sus discursos y sus pensamientos, objetos de esta investigación.
En Manolo, las acciones fácticas y los discursos formaban una sola trayectoria hasta el punto de que es difícil saber cuál de esos dos aspectos fue el más importante en su vida.
Se le recuerda tanto por sus luchas antitrujillistas y la guerrilla de Las Manaclas, como por sus discursos políticos pronunciados durante el lapso 1961- 1963.
A Caamaño se le conoce ante todo por las acciones fácticas de tipo político-militar: la guerra de abril de 1965 y la guerrilla de Playa Caracoles en 1973.
Ciertamente, por elección o por los obstáculos propios de su formación, para él la palabra fue sólo un recurso que acompañó la acción política armada. No fue un teórico o un ideólogo que requirió de la palabra, principalmente, para ejecutar o hacer valer sus opciones.
Sin embargo, él también pronunció discursos y dejó un diario de campaña. En esos documentos plasmó su ideario político.
Maximiliano Gómez, El Moreno, del cual fui compañero de partido y amigo, fue un líder que se valió de la palabra como principal recurso de acción política.
Se distinguió por su verbo razonablemente manejado en las polémicas ideológicas y en las propuestas políticas de los años sesenta y setenta, pero también por sus osadas luchas desde su juventud, principalmente durante la guerra de abril y los Doce Años de Balaguer.
La pregunta ¿Cómo pensaban Manolo, El Moreno y Caamaño en términos políticos? y las respuestas correspondientes para que en términos pragmáticos puedan ser adecuadas y eficaces y significativas en términos lingüísticos y poéticos, no pueden sino apelar a los sentidos (conceptos, ideas, pensamientos, imágenes, emociones, acontecimientos) asignados a los discursos de los sujetos, de esos sujetos, o a los sentidos que ellos mismos producen en su relación con el lenguaje y los contextos comunicativos en los cuales actuaron y buscaron impactar con sus palabras .
Dicho de otro modo, dicho con palabras de Henri Meschonnic, quien, refiriéndose a la relación entre pensamiento, lenguaje y sujeto en Spinoza (Spinoza poema del pensamiento, 2015), plantea la cuestión en estos términos
"Sí, pero el pensamiento, que es la potencia en acto de este intelecto, siempre se hace y no puede hacerse más que en y por el lenguaje, y el lenguaje de Spinoza implica e incluye el afecto en el concepto, el espíritu y el intelecto-cuerpo, y como es una poética en acto, es una ética en acto, una ética en acto de lenguaje. Es sujeto y hace sujeto."
Meschonnic se pregunta: “¿Cuándo se acabará el analfabetismo de algunos filósofos?”, observando que en el estudio del pensamiento de Spinoza éstos hablan de lógica, de matemática, de filosofía, etc. pero ignoran la lengua. “No hay lengua”, dice. Pero antes afirma:
“Sin lenguaje, no hay sujetos; sin sujetos, no hay lenguaje “que es lo mismo que decir: sin sujeto ni lenguaje, no puede haber pensamiento.
Afirma Emile Benveniste (1966): “Es en el lenguaje y por el lenguaje que el hombre se constituye en sujeto; porque el lenguaje solo funda en realidad, en su realidad que es esa del ser, el concepto de “ego.”
En República Dominicana esa pregunta acerca del analfabetismo deberá hacérsele no sólo a los filósofos, sino también a antropólogos, sociólogos e historiadores que abordan el estudio de las ideas o el pensamiento, sin tomar en cuenta el lenguaje. Es preciso insistir en eso que ya decíamos (Matos Moquete, 1986) en la obra La cultura de la lengua: “La historia sin lengua: un fantasma”.
Esa pregunta es la que constantemente formulamos en forma directa o implícita a los autores que han tratado acerca de las acciones relacionadas con Manolo, Caamaño y El Moreno.
¿Dónde está el lenguaje en sus acciones? ¿Hasta cuándo ignorarán el lenguaje, sus discursos, en las narrativas que cuentan sus hazañas?
Es indispensable relacionar pensamiento y lenguaje en Manolo, Caamaño y El Moreno, si queremos romper, y es lo que aquí queremos, con la separación del pensamiento, la historia y el lenguaje en base a la cual, en los escasos trabajos de ese tipo en República Dominicana, historiadores, sociólogos y filósofos han querido en vano, pues es imposible sin el lenguaje, sin el discurso, estudiar e interpretar el pensamiento político de algunos de los ilustres personajes de nuestro país.
Al plantearse el asunto del pensamiento, ha de plantearse el asunto del lenguaje y de los sujetos. De su ética y su política. De su ideología. Por eso, es preciso completar la pregunta sobre el pensamiento de esos personajes con otras que incluyan el lenguaje, la ética y la política.
¿Cuáles son las acciones discursivas que marcan sus pensamientos y sus actitudes? ¿Qué valoración puede construirse a partir de sus discursos, en términos de sus aportes o sus yerros conceptuales y políticos en los contextos históricos en los cuales estos personajes asumieron y cumplieron sus liderazgos?
La búsqueda del pensamiento en esos personajes se orienta por esos conceptos. Las respuestas a esas interrogantes implican un proceso de visibilización y restauración de los discursos, de los pensamientos y las expresiones más caracterizadoras, como elementos constitutivos de la personalidad y la vida de los sujetos aquí estudiados.
Para superar esa situación y elevar el merecido reconocimiento de esos personajes a un nivel más significativo y permanente, se emprende este estudio académico, investigación Discurso y Acción: Manolo, Caamaño y El Moreno, a fin de propiciar un conocimiento sistemático y una valoración adecuada del pensamiento y los valores que esos tres líderes encarnaban.
Reproducido del perfil de Facebook del Mtro. Manuel Matos Moquete: (1) Facebook