lunes, 14 de agosto de 2023

El materialismo histórico, la lucha de clases y la clase obrera

 Por Julio Disla

 

Recientemente mi amigo Pedro Payano hizo un extenso comentario, acompañado de importantes preguntas a propósito del articulo publicado en Acento sobre la clave secreta que ha permitido la unidad del PCT por más 43 años”, en la que intento responder en este artículo.

 

Quien posee y conoce las leyes del desarrollo social se convierte en un soldado consciente de la histórica lucha por el socialismo y el comunismo.  Al mismo tiempo, el método del materialismo dialectico orienta al análisis concreto de cada situación concreta, y de las características que este ofrece en cada uno de los estadios desarrollo y en sus peculiaridades.


Cada partido revolucionario de la clase obrera ha de moverse en una situación peculiar, en unas condiciones nacionales específicas. El éxito de su actuación dependerá en gran medida de su acierto para valorar con un espíritu científico las condiciones objetivas de su lucha, para determinar los fines y el carácter de esa lucha, de conformidad con la marcha concreta de los acontecimientos históricos.


Poseer este método no significa aprenderse de memoria las fórmulas y tesis del materialismo histórico. No cuesta gran esfuerzo, por ejemplo, recordar que la contradicción de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción es la base de la revolución social. Poco valdría, sin embargo, si el partido de la clase obrera se limitase a señalar esta verdad general y no estudiase las formas concretas en que esta contradicción cobra expresión en el país de que se trate, sin tomar en cuenta la correlación de fuerzas de clase en él, etc.


Poseer la concepción materialista de la historia significa asimilar la esencia del análisis de los fenómenos sociales con un criterio materialista y dialéctico, aprender a manejarlo en el estudio de las condiciones concretas de la lucha de la clase obrera en cada momento y a sacar conclusiones generales de la valiosísima experiencia práctica del movimiento revolucionario en sentido general


Por estas razones, la concepción materialista de la historia ocupa tan apremiante lugar en la ideología de los partidos revolucionarios de la clase obrera, de todo luchador consciente por la causa del socialismo y de cuantos quieran comprender las leyes del desarrollo social y servir con conocimiento de causa al progreso y al bien de la humanidad.


La lucha de clases.


La sociología burguesa no pudo resolver la esencia fundamental ni explicar la cuestión fundamental de la lucha de clases. Estos las simplificaban a factores espirituales, psicológicas, de ideas religiosas entre otras explicaciones absurdas.  Pero nosotros hemos visto ya que la conciencia social depende del ser social. Para ello utilizamos el materialismo dialectico e histórico para el análisis y estudio de la realidad concreta.


Por eso no es válida el principio de la división de clases a partir del bienestar material: volumen de los ingresos, condiciones de vivienda, etc. Ese volumen de los ingresos depende del lugar que la clase ocupa en la producción social, de si posee los medios de producción o de si es una clase oprimida y explotada. De eso depende también su papel en la vida política, su nivel de cultura y su modo de vida.


El factor principal y decisivo de la vida social es la producción material; quiere decirse que la base de la división de la sociedad en clases ha de buscarse en el lugar que unos u otros grupos ocupan en el sistema de la producción social, en la relación en que se encuentran respecto de los medios de producción.


La definición más completa de las clases sociales la encontramos en "Una gran iniciativa" de V.I Lenin:


“Llamamos clases a los grandes grupos de personas que se diferencia entre  por el lugar que ocupan en un sistema de producción social históricamentedeterminado, por su relación (en la mayoría de los casos legalmente refrenada) respecto de los medios de producción, por su papel en la organización social del trabajo y, por consiguiente, por el modo de obtención y el volumen de la parte de riqueza social de que disponen. Las clases son grupos de hombres y mujeres de los que uno puede apropiarse el trabajo de otro gracias a los diferentes lugares que ocupan en un determinado sistema de economía social.


Por lo cual, la existencia de las clases es justamente la base de la injusticia social que caracteriza a la sociedad en que existe la explotación. No es la “voluntad del jefe” ni son las cualidades individuales de los hombres-como siempre trataron de demostrar los ideólogos de la clases explotadoras-, sino el hecho de que pertenezca a una u otra clase, lo que explica su situación preponderante y privilegiada de unos y la opresión, miseria y carencia de derechos de los otros.


La aparición de las clases va directamente ligada a la propiedadprivada sobre los medios de producción, que hace posible la explotación del hombre por el hombre y la apropiación por unos del trabajo de otros.  Mientras el trabajo humano era tan poco productivo que proporcionaba solo un excedente reducidísimo sobre los recursos necesarios para la existencia. Señala Federico Engels que el incremento de las fuerzas productivas, laampliación de las relaciones, el progreso del Estado y del derecho y la creación de las ciencias y las artes eran solo posibles mediante intensa división del trabajo, que tenía por base la gran división de este entre la masa, dedicada a simples ocupaciones manuales,y unos pocos privilegiados que dirigían los trabajos, y se dedicaban al comercio y a la administración de los asuntos públicos y que, más tarde, cultivaron también la ciencia y el arte.(Engels,Federico,Anti Diihring,p 170.


Engels agrega que “la clase que se encontraba a la cabeza de la sociedad, hoy se comprende, no perdía la ocasión de cargar sobre las masas un trabajo cada vez mayor, movida por el deseo de aumentar sus beneficios”.  Ahora bien, una vez que el desarrollo de las fuerzas productivas coloca en el orden del día la sustitución de la propiedad privada por la propiedad social y la abolición de las relaciones basadas en la explotación, la existencia de las clases pierde toda su justificación. El mantenimiento de las clases, además de ser superfluo, se convierte en un obstáculo que entorpece los avances ulteriores de la sociedad.


Por lo tanto, la división de la sociedad en clases y la hostilidad entre ellas son solo un rasgo inseparable de la época en que impera la propiedad privada sobre los medios de producción.


La estructura de clase en la sociedad


Por la posición que se ocupe dentro de la sociedad, las clases se dividen en fundamentales y no fundamentales. Para definir las clases fundamentales se toma en cuenta a aquellas sin las cuales resultan imposible el modo de producción preponderante y que deben su origen a ese modo de producción. Por ejemplo, en la sociedad de la esclavitud eran los esclavistas y los esclavos; en la feudal, los señores feudales y los siervos; en la burguesa, los capitalistas y los obreros. Se trata, pues, de clases de las que una posee los medios principales de producción y se encuentra en el poder, mientras que la otra agrupa a la gran masa de los explotados.  Siempre se ha explicado que las relaciones entre esas clases son siempre antagónicas, se basan en la oposición de intereses. El capitalista, por ejemplo, ve su interés en obligar a trabajar al obrero cuanto más mejor y en pagarle lo menos posible. El interés del obrero se entiende, es diametralmente opuesto. La incompatibilidad de intereses de las clasesantagónicas da origen a una lucha irreconsibiliable entre ellos, lo que se ha definido como lucha de clases.


Marx y Engels, los describen de la siguiente manera: Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra, opresores y oprimidos se encontraban en perpetuo antagonismo, mantenían una lucha constante, ya latente, ya abierta, que terminaba siempre con la transformación revolucionaria de todo el edificio social o con la desaparición conjunta de las clases en pugna (Carlos Marx y Federico Engels, obras escogidas, pag424.).


Además de estas clases no fundamentales, en la sociedad de explotación hay, por ejemplo, en la sociedad esclavista existían los campesinos artesanos libres; en la capitalista, descontando a la burguesía y a los obreros, tenemos a los campesinos y, en muchos países, a los terratenientes, etc. La existencia de estas clases no fundamentales con sus peculiares intereses, junto a toda una serie de capas sociales (por ejemplo, los intelectuales), convierte en un fenómeno muy complejo las relaciones entre las clases.

 

En la sociedad burguesa


Las clases fundamentales de la sociedad burguesa están integradas por los capitalistas(burguesía) y los obreros asalariados(proletarios). La burguesía es la clase de quienes poseen los medios fundamentales de producción y vive a expensas del trabajo asalariado de los obreros, a los cuales explota. Es la clase dominante de la sociedad capitalista.


El materialismo histórico, la lucha de clases y la clase obrera | Acento


Julio Disla

 

 

¡Gran negocio?

Por Narciso Isa Conde 

Los procesos electorales del 2024 han devenido en un negocio multimillonario, diverso y empapado de corrupción. Un negocio más degradado, descarado y pervertido que los anteriores; en tanto la mercantilización de la política conlleva un incremento progresivo de su espuria rentabilidad.

 Los beneficiarios del negocio lo manipulan desde fuera y desde dentro.  Los partidos son consorcios privados erosionados por empresas individuales. Sus dirigentes administran negocios propios, aceptan inversiones del gran capital o hacen las veces de testaferros de empresarios y narco-empresarios. Los fondos públicos asignados son desigualmente distribuidos para favorecer el bipartidismo.

Las membresías se ven forzadas a ser subalternas y desafortunadas, que ruegan ser incorporadas al tren de gobiernos y alcaldías. Los votantes pasan a ser clientes. Los precandidatos y candidatos fungen de inversionistas privados o intermediarios de los jorocones del dinero. Las campañas son mercados no regulados. Los cargos electivos, por su alta rentabilidad, permiten recuperar inversiones y multiplicar fortunas en plazos cortos. 

El predominio absoluto del interés común de los aparatos partidistas y las partidocracias, se ha fraccionado. El egoísmo, atizado por el neoliberalismo, lo ha dispersado en individualidades enfermizas; presto cada quien a aplastar al otro. Los egos han pasado a ser mega-egos.

Los hay, con tanto dinero, que operan como monopolios y carteles. Los botines a usurpar para recuperar velozmente inversiones y multiplicar capitales, están relacionados con el poder de los cargos electivos y no electivos para apropiarse del erario estatal y del patrimonio público y natural de la Nación. Es decir, suelo, subsuelo, sobre-suelos y áreas marítimas; en fin, naturaleza humana y no humana.

La naturaleza humana es gente empobrecida, explotada, discriminada y excluida por un capitalismo patriarcal, racista, adulto-céntrico, ecocida y narcótico. La no humana es tierra, agua, playas, árboles, mares, minas, viento, sol…

En el transcurrir de la mercantilización de la política, los negociantes del ramo se han convertido en empresarios al vapor; y los empresarios en políticos empeñados en privatizar para sí las riquezas del país y la sociedad. De ahí el fracatán de APPS, Fideicomisos y asaltos a la naturaleza, con predilección por minas y agua. Salarios precarios, economía informal, chiripeo y microtráfico.

Tal dinámica, en un país colonizado y recolonizado por los “dueños del mundo”, en el marco de un capitalismo mundial y local gansterizado, equivale a un coloniaje que aplasta la autodeterminación popular y la identidad nacional; donde la inversión política se hace a base de dinero sucio. 

Entonces: ¿para qué votar en comicios tan podridos como el Estado y el gran capital privado que los auspicia? Otra ruta es posible.

https://elnacional.com.do/gran-negocio/

Narciso Isa Conde


domingo, 13 de agosto de 2023

Descenso del movimiento progresista en el país

Por: Ramón Antonio Negro Veras

1.- Ser realista, no es ser aliado de la frustración. Por el contrario, es ver las cosas tal como son, pensando y actuando con sentido práctico, para no sustraerse a la realidad.

2.- Toda una generación de mujeres y hombres que desde siempre se han preocupado para que el país avance en lo económico, social e institucional, estamos convencidos de que cada día se hace más difícil la materialización de lo que ha sido nuestra aspiración de felicidad para el pueblo dominicano.

3.- En plena juventud, por allá, en los primeros años de la década del 60 del siglo pasado, con entusiasmo y mucho ardor ante el triunfo de la Revolución Cubana y la desaparición física de Trujillo, nos formamos la idea de un cambio político y social que había llegado o estaba próximo.

4.- Todas las organizaciones cívicas y de masas, que en el país se constituyeron en el período comprendido entre 1961 y 1970, contaron con la presencia y dinamismo de dominicanos y dominicanas portadoras de ideas renovadoras.

 5.- Aunque no fuimos a las urnas en las elecciones del 20 de diciembre de 1962, defendimos con sinceridad la decisión del pueblo y la Constitución de 1963.

6.- Ante el golpe de Estado a Bosch, todo el movimiento democrático y progresista dominicano, de manera independiente y en unión al PRD, incidieron en las actividades populares, cívicas y militares.

7.- Si hacemos una comparación de la presencia del accionar progresista desde 1961 hasta ahora, el examen nos permite comprobar que se ha producido un notorio descenso.

8.- En tiempos pasados, se notaba la presencia de mujeres y hombres revolucionarios en los sindicatos, gremios y asociaciones, pero en el presente han dejado de sobresalir.

9.- Anteriormente, la persona progresista generaba importancia por sus méritos como luchador social y tradición de lucha política acrisolada. Era vista  con calidad y condición de dirigente.

10.- La forma de ahora hacer política al margen de conducta, ideas y principios, guarda relación con la fragilidad en el país de las organizaciones progresistas.

11.- El hecho de un actor cualquiera destacarse en la política, sin haber exhibido buena conducta, sanas ideas y principios éticos y morales, ha fomentado la banalidad y restado importancia a quien tiene alto concepto del quehacer político.

12.- La mercancía dinero ha sustituido el merecimiento, el buen crédito, el limpio historial de lucha de la ciudadana o el ciudadano que llegó al ajetreo político para servirle a su país de manera desinteresada y cumplir como ente social conveniente a la colectividad.

13.- En nuestro país, la persona de izquierda, la que cree en el bienestar para la humanidad entera, hoy, no está organizada, aunque mantiene sus convicciones como ciudadano o ciudadana presta para serle útil a su país.

14.- Si el análisis concreto de la situación concreta, es el alma de la doctrina del socialismo científico, la realidad nos dice que en la actualidad el movimiento de izquierda debe renovarse.

15.- La izquierda dominicana, de ayer, está resquebrajada. Procede restablecerla, hacerla resurgir, con nuevos bríos para que entre en caja y cumpla su función liberadora.

16.- Que a nadie le quepa la menor duda de que las convicciones, la lealtad a las ideas de transformaciones económicas y sociales, están fijas en la conciencia de quienes la abrazaron en su juventud, y todavía las mantienen en la tercera edad y hasta que respiren.

Santiago de los Caballeros,

12 de agosto de 2023.

De la página, Ramón Antonio Negro Veras, Facebook

Ramón Antonio Negro Veras


sábado, 12 de agosto de 2023

La vía electoral es el camino para alcanzar el poder

Por Fortune Modeste Valerio 

La vía para la toma del poder político dependen de las condiciones objetiva y subjetiva de la realidad; no puede ser el resultado de pensamientos superficiales y dogmáticos. Es un asunto serio y muy delicado que conlleva serenidad, prudencia y creatividad para empeñarse a descifrar el mandato de la historia. 

La ventaja de reconocer y aprender a tiempo de las experiencias del recorrido de la rueda de la historia es que permite crear una tactica y una conducta política que se ajuste a la realidad. Vivimos otros tiempos con avances, científicos y tecnológicos, indetenibles. Nuestra región, América Latina y el Caribe, contabilizan cambios considerables en los órdenes económicos, políticos, sociales y geopolíticos que han provocados una mayor atención de los paises poderosos que se reparten el mundo.

Los Estados Unidos de América, cabeza visible de un imperialismo en decadencia, viene perdiendo espacio en las áreas neurálgicas de la región. La presencia de la República Popular China con sus relaciones diplomáticas y comerciales con países y pueblos latinoamericanos, resquebraja lentamente la hegemonía del poder imperial. La izquierda y el progresismo llegan desplazando, vía electoral, a los gobiernos neoliberales, corruptos y complacientes con la injerencia extranjera. 

El cambio que exhibe la izquierda ha sido genial, como manda el "librito". Interpretando los giros históricos, se ha insertado en la etapa democrática y en la maquinaria de poder que cambia gobiernos de acuerdo con la voluntad de la población votante; participando en el proceso electoral, las elecciones. Los resultados están a la vista y al oído de todos. La derecha y ultraderecha no han podido detenerla, aunque compiten cabeza con cabeza. 

¿Quién ha dicho que los revolucionarios no saben lidiar en la democracia capitalista? Por el contrario, en paz, en libertad y en pleno respeto al disfrute de la vida es que son diligentes y audaces de ganar el corazón y la voluntad de la gente y del pueblo trabajador. Es cuestión de dedicación y entender los cambios que se producen en el devenir histórico.

La lucha armada ha quedado atrás, por ahora; un acto genial, lleno de sabiduría, audaz e inteligente. De esa forma aprovechan un ciclo democrático interrumpido por la implantación de dictaduras que coartaron libertades políticas y derechos humanos. Experiencia enriquecedora de la izquierda latinoamericana que camina al compás del tiempo, dando un salto al presente con proyecciones positivas al futuro. 

Ahora, la violencia sigue emanando desde el Estado, de sus instituciones a través del fraude electoral, golpes blandos, sentencias judiciales contaminadas, abuso de recursos públicos, enriquecimiento ilícito, compra de votos, etcétera. Bregar ante un fraudulento proceso eleccionario, se repite cada cuatro años, es con el interés supremo de alcanzar el poder.

Tomar en consideración que la población votante no son de nadie; fluctúan de acuerdo con sus intereses, trampas electorales y el grado de intoxicación publicitaria. Hoy puede favorecer, mañana votan contrario. Una dinámica que caracteriza al sistema democrático capitalista y hay que tenerla en cuenta para no morir en el intento. ¡Vamos por más democracia, de nuevo tipo!

Por último, para conseguir el éxito en democracia no se debe colocar la carreta delante del buey, ni intentar correr, si apenas empieza a gatear. Hay más, tampoco volverse locos al llegar, vía electoral, al poder político, violentando los principios cardinales de una democracia incipiente, en pañales de niños. Se ha comprobado que los revolucionarios pueden dirigir esta etapa histórica de transición democrática con razón, con ventaja y sin sobrepasarse. 

Próxima entrega: "Izquierda, alianza y la derecha".

Fortune Modeste V.

El vacío de teoría

Por Rafael Chaljub Mejìa

Cualquiera dice que aquí se hace una política sin sustancia teórica ni doctrinaria, sin debate de ideas fundamentales ni programáticas. Una política de chiripeo y motoconcho.

Mal que bien, pero el debate político era otra cosa. La izquierda debatía tesis y doctrinas, dividida siempre, pero cada agrupación defendía sus posiciones. Ya sabemos los defectos de las copias mecánicas de la experiencia extraña, el culto ciego a la doctrina y otros vicios. Pero se estudiaba y se debatía.

Maximiliano Gómez planteó sus concepciones y aunque todo aquello estaba en proceso de elaboración, todos sabíamos que él y su partido eran portadores de determinados planteamientos.

Había una numerosa intelectualidad progresista, que investigaba y escribía sus conclusiones. Hubo una polémica interesante en torno al carácter de la revolución dominicana, unos partidarios del socialismo al instante y otros, de llegar al socialismo a través de la revolución democrática y nacional.

Cuando el Partido Comunista Dominicano respaldó las leyes agrarias del Balaguer de los doce años, argumentó aquel paso y hubo que debatir con ellos.

Juan Bosch elaboró una tesis que abandonó poco después, pero la lanzó al ruedo y se discutió en torno a ella, la de la dictadura con respaldo popular. Luego, bajo la égida del doctor Peña Gómez, los perredeístas se asociaron a una doctrina internacional, la social democracia.

Jacobo Majluta, que no era muy dado a teorizar, escribió y publicó su libro La Ideología de la Eficiencia.

Hoy, con con muy pocas excepciones, los líderes y las organizaciones políticas discuten los problemas del día a día, debaten el hecho, pero sin análisis que lo trasciendan. Sin diferencias doctrinarias ni argumentos basados en principios doctrinarios.

De la antigua intelectualidad de izquierda ya quedan pocos leales a sus ideas. Y, hoy, con tanta información al alcance, no se ven los jóvenes reemplazos que logren superarlos.

No, al retorno al dogmatismo y al culto a la palabrería, que afectó a muchos en otros tiempos

Pero aquella consigna de: Volver a los Clásicos, parece de nuevo cobrar vigencia. Porque son los líderes más lúcidos del movimiento de izquierda, los que deben sentirse principalmente emplazados a hacer el aporte a la elevación de la calidad del debate.

Tamaño compromiso. Un paso práctico vale más que una docena de programas, dijo un genio, pero otro genio de la teoría y de la práctica, sentenció tajantemente que sin teoría revolucionaria, no hay movimiento revolucionario.

https://eldia.com.do/un-vacio-de-teoria/

Rafael Chaljub Mejía


viernes, 11 de agosto de 2023

Latinoamérica: Una Perspectiva Geopolítica Grucial en el Escenario Global

El Minuto | Hoy día, hemos visto como América Latina se ha convertido en una región sumamente importante, no solo por su ubicación geográfica, sino también por la gran cantidad de recursos naturales que está posee; desde agua dulce, tierras fértiles, oro, petróleo, coltán, tierras raras y litio.

Por: Fredery Burgos Sánchez

Estos últimos tres minerales son muy codiciados por los países desarrolladores de tecnologías para fabricación de teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos, ya que sirve para crear condensadores muy finos con una alta fiabilidad y resistencia energética. Pero además de insumos básicos para la industria nuclear que, sobre todo, se ha vuelto esencial en la producción de baterías de celulares, computadoras y autos eléctricos, entre otros aparatos tecnológicos.

Los países latinoamericanos han venido conformando bloques regionales como: Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC); entre otros organismos que han servido para el fortalecimiento político, social y económico de estas naciones, que además buscan la unidad y la integración latinoamericana.

Como podemos ver Latinoamérica cada día viene tomando más importancia en la geopolítica y muestra de esto ha sido el interés de China y Estados Unidos que buscan fortalecer su influencia en la región, sin embargo China le lleva ventaja a EE.UU., por la hegemonía de los gobiernos progresista y de izquierda que en este momento prevalecen en su mayoría en América Latina, a esta atracción se le suman Alemania y Japón; donde el canciller alemán Olaf Scholz ha realizado varias visitas a países latinoamericanos para elevar sus vínculos comerciales.

El catedrático universitario, politólogo y especialista en geopolítica Iván Gatón ha expresado que: “La Unión Europea envió un documento a los ministros de Exteriores de la Unión, en el que se les comunica que Bruselas se prepare para una ofensiva comercial y diplomática para frenar los avances chinos y rusos en América Latina. En el documento, elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior se destaca que 21 de los 33 países de la región se han unido a la Ruta de la Seda, que China ha multiplicado por 26 sus inversiones desde el 2000 hasta el 2020, que es el segundo o el primer socio comercial de los países de América Latina y el Caribe, dejando atrás a la Unión Europea y superando a Estados Unidos en muchos países”.

Evidentemente, Latinoamérica y sus líderes políticos, en la actualidad deben jugar un rol más preponderante frente a los conflictos globales y las crisis que estos generan, fortaleciéndose como bloque regional; líderes como Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador, Gustavo Petro, Alberto Fernández, Nicolás Maduro, Luís Arce y Gabriel Boric. Estos se debaten entre sus postulados ideológicos y el pragmatismo de sus economías, en tal sentido hoy América Latina es la cenicienta de la geopolítica y por esta razón las disputas entre las potencias, tanto como China, Estados Unidos y la Unión Europea.

El autor es Politólogo, egresado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Recinto San Francisco. Analista internacional, ensayista de temas locales, nacionales e internacionales.

https://www.blogger.com/blog/post/edit/6453477670407275798/4534862299741895604

Fredery Burgos Sánchez


lunes, 7 de agosto de 2023

El cambio de nombre de MPD a PCT

Por Rafael Chaljub Mejía


(A propósito del 43 aniversario, un relato muy personal e incompleto, sobre un episodio de la fundación del partido. Como lectura de fin semana.)

 

Desde que se comprendió la necesidad de fundar un nuevo partido, se hizo indispensable abordar la tarea del cambio de nombre, de separarnos del nombre del Movimiento Popular Dominicano –MPD-y adoptar una denominación distinta, más acorde con la naturaleza del partido comunista que nos disponíamos a construir.


Un asunto de forma y no de principio, pero en el caso nuestro las cosas no resultaban tan sencillas. Por su trayectoria de lucha, el heroísmo y el martirio que siempre habían marcado su existencia, el MPD, su nombre, sus símbolos, su bandera, sus mártiresaquella valiente e indomable formación política generaba un fuerte sentimiento de adhesión en sus militantes y seguidores.


El enemigo anheló siempre destruir al MPDy los hombres y mujeres emepedeístas defendieron con una tenacidad heroica la existencia de su querida organización. Desde la desaparición del fundador histórico del partido, Pablo Antonio Martínez a manos de esbirros de la dictadura de Fulgencio Batista en Cuba en 1958; luego, las persecuciones y asesinatos de la dictadura trujillista, desde que, con Máximo López Molina a la cabeza, el MPD vino al país el 4 de junio de 1960. Más adelante, los caídos durante la guerra de abril de 1965 y, desde 1966, las embestidas sangrientas del régimen balaguerista de los doce años.


Los hombres y mujeres del partido asumieron el reto y defendieron el derecho a la existencia de su organización. Muchas veces al precio de la propia sangre, y se sabe que en las paredes inmundas de alguna celda solitaria, donde algún camarada esperaba la muerte, quedaron los testimonios escritos de que hasta el último instante los que iban al martirio llevaban con valor y con amor al MPD en la conciencia.


Nosotros, los del núcleo que en las filas del MPD se habían unido en torno a nuevas concepciones de partido, veníamos de esa historia de defensa militante del viejo partido. Contra la represión, contra los ataques de grupos políticos adversos, también en las luchas internas que más de una vez terminaron en divisiones. En una de esas divisiones el nombre del MPD había quedado en disputa, nosotros que reclamábamos la representación legítima y otra fracción que reclamaba lo mismo. 


Entonces, en medio de todas estas circunstancias, no era cosa tan simple, abordar la separación del nombre del MPD. Estábamos convencidos de la imperiosa necesidad del nuevo partido, en abril de 1979 se inauguró la Escuela José Stalin, por la cual pasó toda o casi toda la militancia de entonces, a estudiar un curso que se agotaba en dos fines semanas completos, con un tema único: El Partido Comunista. 


Tomó nuevo impulso el proceso de balance y revisión crítica y autocrítica y el esfuerzo por la definición del nuevo concepto de partido, pero el apego, en muchos casos casi romántico, al nombre, la bandera, los símbolos del MPD, seguía pesando mucho en numerosos camaradas.


La educación era el remedio y uno de los recursos más efectivos que utilizamos fue la reproducción del célebre artículo de Lenin Sobre el Cambio de nombre del Partido Obrero Social Demócrata Ruso a Partido Comunista (Bolchevique) de la Unión Soviética (PCUS).


Un año después de la apertura de la Escuela, estaban dadas las condiciones básicas para la fundación del nuevo partido, la separación definitiva y para siempre del nombre del MPD y la adopción de una denominación científicamente distinta.


Surgieron numerosas propuestas y, a las puertas de la Conferencia Nacional de Cuadros Otto Morales, dos de ellas lucían ser las que más respaldo tenían. Partido Comunista de los Trabajadores y Partido Comunista del Trabajo.


Éramos tan solo diecinueve cuadros, procedentes de las diversas regiones del país. Los documentos básicos estaban a tono con la concepción leninista staliniana de partido, a la cual estábamos conscientemente adheridos, la elección del Comité Central y del Secretario General no hicieron más que confirmar lo que el proceso mismo había venido demostrando y se resolvieron sin mayor discusión. El cambio de nombre del periódico tampoco fue tema de largos debates ni controversias. Lo del nuevo nombre del partido, en cambio, dio origen a muchos intercambios bilaterales entre los delegados, hasta que temprano en la tarde del 20 de junio de 1980, fue adoptado a unanimidad, el nombre que nos cobija desde entonces y bajo el cual, quien éstas líneas escribe, espera morir sin deshonrarlo.


Algo anecdótico. Ocurrió que el camarada Onelio Espaillat, símbolo histórico del emepedeísmotenía un cariño casi romántico al nombre del viejo partido. Fue persuadido y cuando se convenció de la pertinencia del cambio, la asumió con determinación y ldefendió públicamente. Él propuso un nuevo nombre: Partido Obrero Dominicano –POD-una bandera negra con una estrella roja en el centroLe expresé mi discrepancia, pero le aconsejé que mantuviera su propuesta y él la llevó hasta el final. 


En la Conferencia, dio un nuevo ejemplo de respeto a la voluntad de la mayoría y cuando terminó la votación, él, que estaba a mi lado en la mesa presidencial, tomó el pedazo de cartulina en que había dibujado la imagen de su propuesta, la rompió a la vista de todossumó su voto personal a los de sus compañeros y comentó con gesto muy solemne: Pues, que viva el Partido Comunista del Trabajo –PCT-.


Y una idea final. Aquella separación del nombre del MPD no fue un acto mecánico, una deserción, ni una negación arbitraria. Primó desde entonces la voluntad de respetar a aquellos compañeros que, desde su corazón y su conciencia, quisieran seguir reivindicando el nombre y los símbolos del viejo partido y seguir militando en ellos. Ese derecho siempre ha sido y será respetado.


Nosotros ejercimos el nuestro, rompimos con un pasado al que, según nuestro concepto, no debía dársele continuidad, pero mantuvimos y hemos procurado mantener la indeclinable lealtad a la mejor herencia y los mejores valores que el MPD, con su bandera rojinegra, cultivara al precio de sangre, sudor y lágrimas.


A mí me correspondió pronunciar las palabras centrales del acto público del 23 de noviembre de 1980, en el cual fue presentado el nuevo partido con su nuevo nombre. Quise resumir la esencia de aquel paso cuando dije, palabras más o menosDe la anterior bandera descartamos la franja negra de sus errores y nos quedamos con el rojo púrpura de sus glorias.



Rafael Chaljub Mejía