Por: Narciso Isa Conde
En homenaje al pensador argentino y querido camarada Jorge Beinstein, estudioso del
capitalismo y sus crisis, luchador en pro del COMUNISMO DEL SIGLO XXI
Estas ideas no son solo mías,
sino de la izquierda consecuente de este país y del mundo, de la que ha optado
por no quedarse en la superficie al analizar la precipitación del binomio
crisis de salud-crisis económica, global y nacional.
Más que esas dos crisis superpuestas, esta es
una multi-crisis de decadencia progresiva del dominio y la gobernanza del gran
capital; una crisis integral de la civilización burguesa empapada de
neoliberalismo y portadora del gansterismo de sus elites políticas,
empresariales y militares.
Es una crisis de gran envergadura, acumulada
durante décadas en la esfera de lo político-institucional, económico-social,
las relaciones de género, en lo urbanístico, ambiental, moral… que ha sido
detonada y acelerada en grande a ESCALA MUNDIAL, REGIONAL Y NACIONAL por una
nueva agresión imperialista en el contexto de una nueva modalidad de guerra
global, la tercera en los últimos dos siglos.
·
LA TERCERA GUERRA MUNDIAL EN MARCHA.
En esta era neoliberal o neo-conservadora del lumpen
capitalismo, como mecanismo empleado para su supervivencia, está en marcha una
modalidad multifacética de la guerra imperialista.
Esta modalidad en evolución se inició con el
manejo perverso y extorsionador de la deuda financiaría, las híper-bombas
financieras y las guerras de baja y mediana intensidad; y ahora presenta sus
tenebrosas vertientes cibernética, química, biológica, mediática,
económica…junto a la decretada “guerra global antiterrorista” a cargo de
EU, las agresiones aéreas con drones y los llamados “golpes blandos” de
corte neofascistas.
En este momento la vertiente biológica de la
guerra tiene el nombre de COVID 19-Made in USA, un virus de laboratorio, que
con cierta lógica maltusiana e intensidad limitada, curiosamente ataca
pulmones envejecidos y población con salud diezmada; provocando lo que el
neoliberalismo etiquetó como “población sobrante o superflua”,
fomentando un caos inicialmente controlado, que acompañado de depresión
económica procura reordenar la economía en general desde los carteles de la
economía de guerra, ahora más diversificados.
Así la Tercera Guerra Mundial se ha tornado
muy volátil y muy propensa a descontroles, peligrosos hasta para sus
desesperados propulsores.
La agresión a una ciudad China con el nuevo
Corona Virus, que en opinión de científicos rusos en la materia tiene un
componente de un 25% del terrible SARS, por su velocidad exponencial de
infección de ese virus y por la inter-conexiones del mundo actual, se ha convertido
en una agresión a humanidad de imprevisibles consecuencias en cuanto a tiempo y
a impacto destructivo más allá de los ya visibles.
A esa agresión -como a otras anteriores-
podría sucederle nuevas versiones, tan o más peligrosas, de ese tipo de guerra;
ya por lo que implica las acciones desesperadas de un sistema imperial en
decadencia, ya por la gravitación del negocio sin escrúpulos en la manipulación
de las investigaciones científicas, o por el afán desmedido de dañar
contrincantes en la pelea por la hegemonía mundial.
·
CAMINO A LA INSURGENCIA GLOBAL.
En el marco de los efectos aceleradores de esta crisis de
salud y sus consecuencias económicas, sobresale el desbordamiento de sus
precarias posibilidades, el avance de la crisis terminal de los sistemas de
salud privatizados y semi-privatizados y el deterioro de otras vertientes de
las políticas públicas y programas sociales afectados por las restructuraciones
neoliberales del capitalismo y el consabido “todo se vale” para
enriquecer al vapor a la clase dominante-gobernante y a los grupos e individuos
asociados a ella.
Así las cosas, todo apunta hacia la
insurgencia global de los pueblos, mientras la atmósfera continental luce
cargada de hermosos levantamientos populares, especialmente juveniles.
Aquí estamos viviendo y sufriendo ese
fenómeno con cara de tragedia social y humana, en un terreno fértil para su
expansión, abonado por los jefes y dueños del gran capital privado y de la
partidocracia saqueadora, que hoy llaman a la “UNIDAD NACIONAL” para ocultar
sus imperdonables culpas; al tiempo que cargan sobre el pueblo empobrecido el
peso brutal del agravamiento de la crisis integral y hacen clientelismo
políticos-electoral con el dolor social y las abrumantes necesidades de los/as
excluidos del poder y la fortuna.
Son validas, por tanto, todas las exigencias
inmediatas para contrarrestar esos designios, y las estamos formulando
con precisión.
Pero a la vez es necesario – como ha
propuesto la izquierda insumisa- “ir más allá de lo estrictamente
coyuntural para debatir colectivamente la manera de superar las
bases estructurales de esta crisis de decadencia del sistema político y del
modelo neoliberal impuesto durante las últimas cuatro décadas; ambos
sustentados en un capitalismo gansterizado, crónicamente deshumanizado.”
Y no confiemos en los dominadores. Porque ellos,
hasta no ser derrotados, seguirán clavándonos sus garras y chupándonos la
sangre. Lo único definitivamente válido es auto-organizarnos,
auto-defendernos, auto-protegernos y auto-educarnos para voltear la tortilla:
¡abajo lo de arriba y arriba lo de abajo! FUENTE: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=547997269173172&set=a.105349083437995&type=3&theater
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