Por Rafael Chaljub Mejía
Rindo homenaje al camarada Raúl Marco, indoblegable comunista español, reconocida personalidad del movimiento comunista internacional, con el cual tuve la honra de compartir por largos años la militancia en la misma causa.
Juan Manuel Fernández López, por su nombre de pila, nació el 19 de abril de 1936, año en que el fascista Francisco Franco, y las fuerzas más reaccionarias hundirían a España en la guerra civil y, desde 1939, en una larga tiranía.
En esas circunstancias vino Raúl al mundo y a la lucha. Muy joven se rebeló contra la tiranía, se organizó en la resistencia interna y luego salió a cumplir labor política en el extranjero.
En esos afanes se encontró con una mujer que contribuiría a darle un cauce definitivo a la vida de este batallador tenaz. Elena Ódena por su nombre de guerra, militante del viejo Partido Comunista de España.
Cuando Santiago Carrillo y sus allegados renegaron de las tradiciones revolucionarias del heroico PCE, Elena y Raúl encabezaron la oposición y junto a un núcleo de templados militantes, se echaron a cuestas la grave tarea de reconstruir la vanguardia de la clase obrera española.
En 1964 encabezaron los trabajos de fundación del Partido Comunista de España –Marxista-leninista-.
Eran los tiempos calientes de la guerra fría, la escisión del movimiento comunista internacional provocada por los revisionistas soviéticos y el apogeo de la represión del franquismo.
En 6 de enero de 1974 dirigieron la fundación del Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico –FRAP-, que regó con la sangre de varios mártires la causa de la libertad del pueblo español.
Elena murió el 10 de noviembre de 1985, Raúl supo reponerse a este golpe y siguió la lucha junto a sus camaradas españoles y a sus hermanos del movimiento comunista internacional.
En 1991 pasó por una las más duras pruebas morales cuando sus propios compañeros lo traicionaron y para liquidar el partido, expulsaron a Raúl. En vez de abatirse, Raúl se sintió desafiado y de nuevo emprendió el trabajo de reconstrucción de su partido hasta lograrlo.
En los últimos años luchó tenazmente contra la enfermedad que lo consumía, nunca se rindió, hasta que el pasado viernes 16, rodeado de la cálida compañía de su compañera Lola Vals, perdió al fin la batalla que todos perdemos contra la muerte.
Adiós, viejo camarada, todos te tendremos siempre como fuente de inspiración y referente inmortal de temple y de firmeza.
Fuente: https://eldia.com.do/en-honor-a-raul-marco/
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