Santo Domingo, D.N., República Dominicana.
16 de diciembre 2020.-
Señor:
Luis
Abinader Corona,
Presidente
Constitucional de la República Dominicana.
Su despacho.
Distinguido Sr. presidente:
Las organizaciones
y personalidades firmantes de la presente comunicación, nos dirigimos a usted,
como la máxima autoridad del país, y responsable de la política exterior, para expresarle
que la posición de su gobierno frente a la política regional latinoamericana
está al margen de la Constitución de la Republica Dominicana y la Carta de las
Naciones Unidas, al formar parte de un bloque lidereado por los Estados Unidos
de Norte América, contra países hermanos.
Y,
además, que esta posición más que beneficiar al pueblo y nación dominicana,
resultará negativa, pues restringe el mercado latinoamericano, que es el más
parecido al nuestro, con igualdad de competencia, para las exportaciones del
país.
Nuestra
Constitución en el artículo 26 establece:
“Las
relaciones internacionales de la República Dominicana se fundamentan y rigen
por la afirmación y promoción de sus valores e intereses nacionales, el respeto
a los derechos humanos y el derecho internacional”.
Este
artículo expresa claramente que la política internacional del Estadose debe
fundamentar en los intereses de la República Dominicana y no de otras naciones.
Justificar el irrespeto a los derechos humanos
en un país en el que no asesinan a nadie por motivos políticos, que existen
presos denominados políticos, pero cuyas acciones son violatorias de todas las constituciones
de nuestros países, incluyendo la nuestra, como son el desarrollo de acciones
violentas, muchas de las cuales resultan en muertes de ciudadanos y ciudadanas
de ese país. Esta justificación de los derechos humanos no ha sido asumida en
otros casos, como el golpe de Estado en Bolivia y otros países de la región,
los cientos de personas asesinadas en Bolivia durante protestas contra el
golpe, los cientos de líderes sociales asesinados en Colombia y los crímenes de
civiles por autoridades militares en los Estados Unidos que han conducido a
grandes movilizaciones.
Es
evidente que el gobierno dominicano forma parte de un bloque regional golpista,
encabezado por los Estados Unidos de Norte América, que no solo afecta a Cuba y
Venezuela, sino a todos los países de la región que no están de acuerdo con ser
patio trasero de Estados Unidos y por eso decimos que esa política no resulta
beneficiosa a los intereses nacionales, sino de otros gobiernos y naciones.
Por
otra parte, la política de formar bloque contra países latinoamericano, con pretensiones
golpistas, viola la Carta Magna de las Naciones Unidas y la resolución 1625 de
esta organización, la cual establece:
“Los
Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán
de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial
o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma
incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas”.
“Ningún
Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de
cualquier otra índole para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que
subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él ventajas de
cualquier orden. Todos los Estados deberán también abstenerse de organizar,
apoyar, fomentar, financiar, instigar o tolerar actividades armadas,
subversivas o terroristas encaminadas a cambiar por la violencia el régimen de
otro Estado y de intervenir en una guerra civil de otro Estado. El uso de la
fuerza para privar a los pueblos de su identidad nacional constituye una
violación de sus derechos inalienables y del principio de no intervención”.
Ese
bloque golpea económicamente a los pueblos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia y
es antihumano, pues al igual que el bloqueo contra Cuba, que no cuenta con el
apoyo de las mayorías de naciones del mundo ha restringido este país a alcanzar
el desarrollo económico y le prohíbe acceso a productos fundamentales,
incluyendo de salud, y apoyar eso es un acto inconcebible con la naturaleza
humana.
Por
otra parte justificar ser parte de un bloque intervencionista es inamisible con
la carta magna de las naciones unidas y su resolución 1625, por ser violatorio
del derecho a la autodeterminación que forma parte de los principios
constituciones del país en política exterior y en segundo lugar porque recuerda
los efectos en nuestro país de la intervención norteamericana de los años 1916
y 1965, en que miles de hombres y mujeres, niños y ancianos fueron asesinados
por marines y mercenarios apoyada por determinados países latinoamericanos,
bajo un pretexto similar.
Siempre
las intervenciones se hacen bajo el amparo de un pretexto basado en noticias y
hechos falsos, que las mismas constituyen un irrespeto a los derechos de
nuestros pueblos a la libre autodeterminación y una política que es propia de
los imperios de querer arrodillar a todos los países del mundo.
República
Dominicana no debe ser parte de ese complot de los Estados Unidos contra Cuba,
Venezuela y ningún otro país del continente y el mundo y deseamos que pueda
haber una variación de esa política.
Ya
en nuestro país se desarrolla, desde el gobierno, una política inamistosa
contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, entre otros, acatando los dictados
del Gobierno de USA; y se hacen de la vista gorda, ante planes de agresión a
sus Embajadas por parte de bandas dirigidas por reconocidos terroristas.
Señor
presidente:
Con
el respeto que su investidura merece, nos parece que cambiar la política de
buena vecindad por la del gran garrote contra los hermanos, para complacer los
planes de agresión de Estados Unidos, es un mal precedente que debe dolernos
igual que si nos lo hicieran a nosotros.
Finalmente pedimos volver a la política de buena vecindad, de respeto y convivencia para con todos los países hermanos que trabajan y luchan para salir adelante contra esta pandemia y la crisis económica que ella ha generado.
Sin
otro particular, les saludan muy atentamente:
-Comisión Nacional de los Derechos Humanos – Manuel María Mercedes, presidente
-Corriente Magisterial Juan Pablo Duarte – Juan Núñez, coordinador
-Corriente Sindical Juan Pablo Duarte – Ramón Nolasco, secretario general
-Movimiento de Mujeres Trabajadoras – Luz Eneida Mejía, presidenta
-Moviemiento de Trabajadores Independientes (MTI) – Rafael Bautista, coordinador
-Frente Estudiantil Flavio Suero (Feflas) – Stalin Martínez, presidente
-Frente Universitario de Renovación (FUR) – Efraín Javier, presidente
-Partido Comunista del Trabajo (PCT) – Manuel Salazar, secretario general
-Movimiento Patria Para Todos (MPT) – Fulgencio Severino, presidente
-Espacio Magisterial Narcizo González – Sixto Gabin Henríquez, presidente
-Articulación Nacional Campesina (ANC) – Hero Pérez, coordinador
-Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS) – José -Pepe- Abreu, secretario general
-Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano) – Juan Hubieres, presidente
-Coordinación de Mujeres Transportistas – Socorro Monegro, coordinadora
-Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba – Francisco Roberto Payano, presidente
-Comité Dominicano de Solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela – Joaquín Colón, coordinador
-Dominicanos/as Amigos/as de Nicaragua – Ligia Isabel Tejada, coordinadora.
-Fundación Francisco Alberto Caamañó Deñó – Vicenta Vélez, coordinadora
-Fidelio Despradel, dirigente de Alianza País y exdiputado
-Fuerza de la Revolución (FR) – Juan Gómez, secretario general
-Ligas Populares (LLPP) – Víctor Gernónimo, coordinador
-Fuerza Juvenil Dominicana (FJD)
-Izquierda Revolucionaria (IR) – Narciso Isa Conde, coordinador
-Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC)-República Dominicana – Juana Ferrer, coordinadora
-ALBA Movimiento (Capítulo dominicano) – Pedro Franco, coordinador
-Asamblea de los Pueblos del Caribe (APC)-Capítulo dominicano.-
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