Por Manuel Salazar
El capitalismo está otra vez en crisis. Que no es solo económica, sino de la civilización que ha creado.
Si, pero ¿Cuál será el rumbo de la solución a esta crisis?
Este texto procura afirmar que la revolución siempre será una opción, y que los comunistas y revolucionarios tenemos que proponernos esa tarea en concreto. En el discurso y el trabajo día a día.
Porque las crisis capitalistas, que son cíclicas, periódicas, y en los últimos años se dan con más frecuencia y son cada vez más breves los períodos de recuperación, sin llegar a la fase de auge; nos dan sobrados argumentos teóricos, y hechos de afección a las masas trabajadoras y populares en general, para la propaganda y agitación revolucionarias.
La crisis es una posibilidad de revolución. Esta es más cierta que en circunstancias de normal desenvolvimiento del capitalismo; y cuanto más, en la medida en que en estas crisis son más drásticas las medidas que imponen los gobiernos a la clase trabajadora y el pueblo en busca de lograr la recuperación de la tasa media de ganancia del capital.
Pero es una pelea, teórica y práctica; con las teorías y los esfuerzos del capital para imponer su rumbo y reeditarse como sistema. Este tratará de prevalecer su esencia, cualquiera que sea la forma que adopte.
Aquí estamos otra vez. Está en curso una crisis del sistema capitalista; que puede lograr niveles de recuperación, pero en unas condiciones de mucha fragilidad en el desenvolvimiento económico, y sobre la base de políticas y medidas por parte de los Estados que crearán más desigualdad social y opresión, todo lo que, en suma, generaría en poco tiempo otra caída, o desaceleración económica.
El desafío es la organización y lucha de los trabajadores y demás sectores populares en sus tres vertientes, económica, o sea de enfrentamiento directo a los capitalistas por reivindicaciones inmediatas, como mejora de salarios, seguridad social, libertad sindical, entre otras demandas inmediatas; teórica, es decir, desmontando las ideas, ideología y valores que sustentan el dominio del capital; y política, constituyendo una mayoría política, unida y movilizada en torno a una plataforma programática, en la perspectiva de ganar el poder.
Fuente: REVOLUCIÓN: sigue siendo un problema que espera solución. Del nuevo libro de Manuel Salazar.
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