Resolución del X Congreso.
¡Vamos por más!
A organizar las masas trabajadoras y populares para la lucha por demandas políticas y sociales; construir hacia el 2024 una opción unitaria y nueva de poder; en perspectiva a la revolución.
Cumplida en lo fundamental la tarea política
principal que nos dimos en el IX cual fue, activar una alianza amplia opositora para contribuir a
echar al PLD del poder, y con este hecho, generar una nueva ambientación
política que, a su vez, abriera condiciones para una nueva transición política
democrática en el país; corresponde a este X congreso hacer el balance, y
definir en consecuencia la línea política y de trabajo general para el período
que sigue.
I.- La línea a seguir
(Elementos de la nueva táctica y del plan general). Hacia el 2024 la cuestión
es: ninguno de los anteriores; ni fórmulas unitarias y métodos viejos; si una
opción nueva de poder; unitaria de más progresismo e izquierda; construida de
manera democrática en el pueblo político participante.
1.-
Corresponde ahora recuperar, unir y movilizar las reservas democráticas y
patrióticas de la nación; concretarla en una opción política popular, democrática,
progresista y de izquierda amplia y diversa en su composición, que se proponga
hacer el relevo al gobierno actual y cerrar el paso al danilismo y el
leonelismo y a otras derivaciones del litoral de derecha en el 2024.
2.- Esa opción debe estructurarse en, y tener como protagonista a la
sociedad, que debe ser su sostén y árbitro principal; en el debate sobre los
principales problemas nacionales y sus soluciones; la movilización cívica de
los trabajadores y demás sectores populares, e integrar en su composición y
orientación a los diversos eslabones del progresismo y la izquierda.
3.- La sociedad movilizada, constituida en pueblo político participante; lo que hay en este de voluntad democrática, progresista y de izquierda, debe ser el escenario para la unidad y la conformación de esa opción política de poder.
4.- Esa sociedad movilizada debe ser la garante de que la unidad vaya más allá de los grupos organizados, aunque los incluya con toda su importancia; logre constituir un espacio al que concurran las voluntades progresistas y de izquierda no organizadas; y debe ser de una gran ayuda para superar el maleficio de las muchas, casi todas, las experiencias fallidas que, con mucho, confirman lo difícil que ha sido lograr, y sobre todo mantener, la unidad directa entre grupos.
5.- Como base de esta formulación, está la experiencia del desempeño electoral de la izquierda y el progresismo; que, si se toma la media de resultados desde 1978, probando diversos formatos, candidaturas y colores de participación, no alcanza al 1% de los resultados electorales, y la opción que más alto han llegado, la del MIUCA capitaleño en 1990, que obtuvo 1.84% de la votación de lo que hoy es el Gran Santo Domingo; y la de Alianza País que ha llegado a obtener 1.83% a nivel nacional; como se ve, no han logrado alcanzar el 2%.
6.- Para cambiar esta realidad, y evitar caer
en el raquitismo electoral, que de hecho está muy avanzado; será necesario hacer que
sucedan unos acontecimientos políticos y sociales nuevos que conduzcan a un
cambio de la mentalidad y la conducta política de la mayoría de la sociedad.
6.1. La movilización popular, amplia, sistemática y en oleadas, es el recurso principal para construir escenarios políticos nuevos, en el que desarrollen propuestas nuevas.
II.- El gobierno actual y sus
perspectivas. –
7.- Fue correcta la táctica de contribuir a un desplazamiento del gobierno del PLD (2004-2020) en busca de una nueva ambientación política en el país. El progresismo y la izquierda no disponíamos de fuerzas para proponernos otra salida; y si el PLD continuaba en el poder, probablemente las mayorías nacionales hoy estaríamos en depresión política y soñando pesadillas; en vez de, como al efecto, proponernos ir por más en busca de una nueva transición democrática.
8.- El PRM y su candidato presidencial devino en el mecanismo al que apeló la mayoría del pueblo para salir del PLD. En ese sentido, los resultados electorales expresaron claramente una voluntad de cambio de la mayoría de la ciudadanía; lo cual ocurrió en un contexto nacional muy particular: el hastío de esta respecto de los gobiernos peledeístas, corruptos, privatizadores; montados sobre un RÉGIMEN, negador de la separación de los poderes del Estado, característicos de la república en un régimen de democracia representativa.
9.- Un punto de partida necesario en el enfoque del contexto actual es observar un matiz en la dirección del Estado por parte del presidente Luis Abinader. Desde que inició la llamada transición democrática con la caída de la dictadura de Trujillo en 1961, el Estado, si bien en 1978 se conquistó el espacio de tolerancia política que pervive hasta hoy, ha seguido siendo en esencia centralizado, determinado por el presidencialismo, al servicio de una propiedad económica concentrada en unas cuantas familias, cual es una de sus cualidades principales desde los tiempos de aquella dictadura.
10.- Desde 1966, el pueblo dominicano ha concurrido a las urnas en busca de un cambio democrático en las condiciones políticas, económicas y sociales; y en esa búsqueda, ha votado por una que otra opción política; encontrándose con que, a pesar de haber logrado conquistas importantes, como la citada apertura a las libertades públicas y los derechos democráticos; la cuestión es que la esencia del régimen se ha mantenido intacta, y no parece que será distinto a juzgar por lo limitadas en contenido, y de alcance, de las propuestas de reformas políticas del presidente Luis Abinader, así como del contenido de su política económica y social.
10.1.- En cualquier caso, de este gobierno no se esperaba que impulsara la transición democrática, sino crear condiciones mínimas, para que esta ocurriera en otro período. Así se consideró en la Coalición Democrática.
11.- Y, mientras en 60 años consecutivos, el país ha tenido crecimiento permanente de la riqueza; los sectores populares han permanecido en la pobreza; al tiempo que ha continuado cada vez con mayor voracidad la dilapidación de los recursos nacionales por parte de la oligarquía criolla y del capital extranjero.
12.- En determinadas coyunturas electorales, y ante la ausencia de una opción en condiciones inmediatas de ser poder político y que exprese sus intereses de una manera más explícita, el pueblo ha tenido que votar, y nosotros mismos lo hemos impulsado a hacerlo; para castigar al gobierno de turno por sus políticas extremadamente antipopulares y sus manejos mañosos de los bienes públicos; y con ese voto de cambio, evitar derivaciones peores en el rumbo del país y la nación. Así fue particularmente en 1978 para salir del gobierno de los doce años de Balaguer; debió ser en 1994-96 para evitar el reciclaje del neotrujillismo en el PLD.
12.1.- Y fue recientemente en el 2020, que la mayoría del pueblo votó, y nosotros lo alentamos; para poner fin a dieciséis años del gobierno del PLD que pervirtieron las instituciones y los bienes públicos para garantizar su continuismo en el poder; crearon nuevos ricos, su propio grupo económico; entrando en competencia con los grupos económicos tradicionales; contribuyendo con esto a abrir compuertas para que sectores de la oligarquía hayan comenzado a reclamar representación directa en el gobierno, a representarse ellos mismos en el Estado.
13.- Sobre esto último, es de destacar que grupos económicos, que antes se limitaron a financiar las campañas electorales de los partidos, y a sentirse representados por los mismos al frente del Estado, ahora ocupan cargos importantes en el gabinete, y preparan a los suyos para que en algún momento hagan de candidatos a la presidencia y otros cargos públicos.
14.- Si tras la ruptura de la hegemonía burguesa con la caída de Trujillo en 1961, y la posterior guerra de abril de 1965, Balaguer impuso un régimen bonapartista, gobernando para los intereses de la burguesía, pero sin integrarla al gobierno; ahora después de los resultados desastrosos para la institucionalidad del país de los dieciséis años de gobierno del PLD, el presidente Luis Abinader la integra a ocupar cargos importantes. Es así que, en la cúspide del gobierno, y en posiciones claves de este, están directamente representados los intereses de la burguesía del Cibao y los del grupo Vicini; y con estos, otros funcionarios en la dirección de áreas importantes del Estado.
15.- Este hecho, y la política de alianza público- privada, que es una espina dorsal de la política económica del gobierno, y procura darle una mayor dimensión a la acumulación de capital del sector privado, sobre la base de la plataforma y recursos públicos, determinan el rumbo esencial del gobierno, ante el cual corresponden las definiciones alternativas.
16.- Porque es el formato de la continuidad de un poder centralizado, que corresponde a una propiedad económica concentrada en pocas manos; cual es la cuestión fundamental en materia de lucha por la conquista de reformas políticas.
17.-
El presidente Luis Abinader ha planteado un diálogo nacional en el que, entre
otras iniciativas, sugiere una intención de reforma a la constitución de la
república. Propone varios aspectos a reformar, y el principal es el referido a
garantizar la independencia de la justicia.
En este aspecto, el presidente corresponde a un viejo reclamo del pueblo político que particularmente desde los tiempos del gobierno de los doce años (1966-1978) ha protestado por la sumisión del poder judicial del Estado a los designios del presidente, en esas circunstancias de singular predominio de la intolerancia y la represión políticas.
18.- Ese reclamo de la independencia de la justicia continuó con énfasis con otras motivaciones durante los gobiernos del PLD (2004-2020), porque estos acomodaron la justicia para que sirviera a sus particulares intereses, les protegiera de posibles persecuciones y sanciones por la comisión de delitos en el manejo de los recursos públicos y otras faltas.
19.- Así que una reforma constitucional para corresponder a esa vieja demanda, debe ser de entrada bien recibida; y sería cuestión del debate, de la crítica-propuesta-protesta, lograr que esa sea objetiva y sea por lo menos un avance en la solución de los problemas que han motivado las viejas y actuales inconformidades con la gestión del sistema judicial dominicano.
20.- Más allá de este asunto, la intención de reforma constitucional es limitada, y debiéramos protestar otros cambios más significativos, que propendan a una democratización más amplia y definida del régimen político institucional.
21.- Un aspecto medular a
considerar en la reforma constitucional, refiere al sesgo centralizado del
régimen político institucional, expresión de la concentración de la propiedad
económica. Como se ha dicho antes, este sesgo p17.-
El presidente Luis Abinader ha planteado un diálogo nacional en el que, entre
otras iniciativas, sugiere una intención de reforma a la constitución de la
república. Propone varios aspectos a reformar, y el principal es el referido a
garantizar la independencia de la justicia.
En este aspecto, el presidente corresponde a un viejo reclamo del pueblo político que particularmente desde los tiempos del gobierno de los doce años (1966-1978) ha protestado por la sumisión del poder judicial del Estado a los designios del presidente, en esas circunstancias de singular predominio de la intolerancia y la represión políticas.
18.- Ese reclamo de la independencia de la justicia continuó con énfasis con otras motivaciones durante los gobiernos del PLD (2004-2020), porque estos acomodaron la justicia para que sirviera a sus particulares intereses, les protegiera de posibles persecuciones y sanciones por la comisión de delitos en el manejo de los recursos públicos y otras faltas.
19.- Así que una reforma constitucional para corresponder a esa vieja demanda, debe ser de entrada bien recibida; y sería cuestión del debate, de la crítica-propuesta-protesta, lograr que esa sea objetiva y sea por lo menos un avance en la solución de los problemas que han motivado las viejas y actuales inconformidades con la gestión del sistema judicial dominicano.
20.- Más allá de este asunto, la intención de reforma constitucional es limitada, y debiéramos protestar otros cambios más significativos, que propendan a una democratización más amplia y definida del régimen político institucional.
21.- Un aspecto medular a considerar en la reforma constitucional, refiere al sesgo centralizado del régimen político institucional, expresión de la concentración de la propiedad económica. Como se ha dicho antes, este sesgo pervive como esencia del régimen desde los tiempos de Trujillo.
Hay que quitarle fuerza al presidencialismo, expresión de la centralización del poder, que viene desde los tiempos de Pedro Santana, con el artículo 210 de la constitución decidida el 6 de noviembre de 1844; estaba en el artículo 54, en la de Trujillo; se fortaleció con el artículo 55 de la de Balaguer, la de 1966; y amplió más su ámbito en la del 2010, de Leonel Fernández.
22.- Otra reforma importante en el propósito de la desconcentración del poder, sería volver a darle competencias al poder municipal, como las que tenía antes de que fueran derogadas por la intervención militar norteamericana de 1916; cuando los ayuntamientos tenían incidencia efectiva en la salud, educación y seguridad de los vecinos munícipes.
23.- También, inscribir la constituyente, integrada por diputados constituyentes, escogidos por voto popular, secreto y universal del pueblo, para la tarea de decidir la constitución, sería hacer esta realmente moderna. Porque la ciencia política ha generalizado el criterio de que la participación directa del pueblo en la definición y gestión del régimen político institucional, es hoy, el elemento esencial distintivo que hace que este califique de moderno.
24.- Sería, además, hacer justicia con los patriotas del 14- 20 de junio de 1959, que inscribieron esa bandera en su programa político, para superar el régimen trujillista una vez este fuera derrocado.
25.- Además, se inscribiría en la mejor tradición de los liberales criollos del siglo XIX, que siempre que pudieron, impulsaron una constituyente para hacer las readecuaciones político institucionales.
26.- La intención de reforma del presidente Luis Abinader, aunque interesante y buena, en el caso de la justicia; se queda en el marco conservador del régimen que debió morir con la dictadura de Trujillo.
27.- Por eso, hay que ir por más, entrar al debate con otras propuestas de reforma política y social.
III.- El lugar y el papel
del Frente Amplio.
28.- Este es un eslabón
importante de la izquierda y el progresismo.
Debe proponerse echar músculos; desarrollarse para convertirse en una
fuerza progresista alternativa del país;
que, en un esfuerzo de unidad amplia para una opción unitaria de poder como la
que se formula en esta resolución, pueda aportar ideas y fuerzas en una
competencia democrática abierta, de cooperación y complementariedad con otras
organizaciones, en la que se decidan candidaturas nacionales y locales.
unitarias.
29.- El Frente Amplio solo debería estar dispuesto a la unidad en el espíritu en que lo concibe esta resolución; debe hacer esfuerzos para su propio desarrollo, y al mismo tiempo habilitarse para ser parte importante de un proceso unitario progresista, popular y de izquierda, que, como se ha dicho, parta del pueblo político constituido, e incluya a los demás grupos, pero vaya más allá de estos.
IIV.- Todo el poder para las masas populares.
30.-
El
principal escenario para crecer la revolución y cambios políticos democráticos
avanzados, ha sido, es y será, la lucha de los trabajadores y las masas
populares.
31.- Es necesaria una reorganización mental y
organizativa del trabajo general del partido. Para un mayor esfuerzo por ir a
las masas a organizarlas y educarlas para la revolución. Ir a las masas populares, a organizarlas,
educarlas promover sus luchas, debe ser la prioridad del partido, de la que
depende su posible cambio de contexto, crecimiento y desempeño electoral.
31.1.- El trabajo cultural será de importancia
cardinal, parte integrante de la movilización popular nacional, en el propósito
de desmontar valores antipopulares impuestos en la vida nacional; instalar
ideas, prácticas y creencias en la conciencia colectiva que contribuyan a los
procesos libertarios; al tiempo que eleven la subjetividad de lucha.
31.2.- El trabajo cultural debe ser un
componente esencial, transversal, al trabajo con la juventud revolucionaria.
32.- La lucha popular debe ser entendida como
lucha cívica. Este concepto
es el que une y moviliza grandes contingentes. Si se revisa la experiencia
de los últimos años, podemos llegar a la conclusión de que esta es la
estrategia válida.
V.- Insistir en tener
siempre presente el ideal y la tarea de la revolución.
33.- Los revolucionarios, más si somos comunistas, debemos mantener la
perspectiva de la revolución en el diario vivir; como una tarea de cada día,
cualquiera que sea la circunstancia, o la correlación de fuerzas que predomine
entre lo revolucionario y lo conservador.
Porque
es el ideal supremo que nos convoca a la militancia. Es por lo que hemos
asumido sacrificios. Y esta es una obra que se construye, día a día y en unas
determinadas condiciones.
34.- Porque si bien en el
país no existe una situación revolucionaria, lo coherente con nuestro ideal es
trabajar para crearla, y más, lograr que este desemboque en revolución
triunfante. Ver la revolución como una
tarea y propósito de cada día.
35.- Hay que decirlo tanto
como sea necesario: las luchas populares son el escenario principal en que
surge y desarrolla la revolución. Por eso hay que proponerse organizarlas
siempre, y mejor, prepararlas y cuidarlas de desviaciones, de derecha o de
izquierdismo, que impidan su desarrollo. Las masas populares movilizadas
son la posibilidad de la revolución en la República Dominicana.
36.- La
revolución dominicana ha de ser la continuidad de la lucha política de las
masas trabajadoras y populares. La guerra de abril de 1965 es el caso
más relevante, que fue una continuidad de la irrupción de las masas en las
calles tras la caída de la dictadura de Trujillo en 1961, reclamando derechos,
libertades públicas, justicia social y la distribución de la riqueza.
37.- Hay que estudiar la experiencia
completa de la revolución de abril de 1965, y destacar en esta la relación
entre lucha de masas, crisis política y guerra civil.
38.- Desde el punto
de vista teórico e histórico, vivimos en un contexto revolucionario. Como contexto internacional, corresponde
afirmar que el
capitalismo está otra vez en crisis. Que no es solo económica, sino de la
civilización que ha creado. Porque todos los componentes creados o generados
por el sistema capitalista crean problemas. El desempleo; los salarios
precarios; los problemas del medio ambiente; la crisis del cambio climático; la
proliferación de miles de virus, entre estos la Covid 19; las migraciones y
muchos fenómenos naturales y sociales que son resultado del modo de producción
capitalista, crean una crisis de esta civilización.
39.- En algunos países hay
leves recuperaciones en el crecimiento económico, pero bajo la amenaza de
volver a caer dada la fragilidad de las mismas.
40.- Hay un contexto
general de crisis, pero la cuestión es ¿Cuál será el
rumbo de la solución a esta crisis? La revolución
siempre será una opción, y los comunistas y revolucionarios tenemos que
proponernos esa tarea en concreto. En el discurso y el trabajo día a día.
41.- Porque las crisis capitalistas, que son cíclicas, periódicas, y en los
últimos años se dan con más frecuencia y son cada vez más breves los períodos
de recuperación, sin llegar a la fase de auge; nos dan sobrados argumentos
teóricos, y hechos de afección a las masas trabajadoras y populares en general,
para la propaganda y agitación revolucionarias.
42.-
Pero es una pelea, teórica y práctica; con las teorías y los esfuerzos del
capital para imponer su rumbo y reeditarse como sistema. Este tratará de
prevalecer su esencia, cualquiera que sea la forma que adopte. La burguesía
puede imponer otro rumbo a la crisis. Puede hasta imponer una salida fascista.
43.- Y una vez más hay que decir que
la organización y la lucha de los trabajadores han sido, son, y serán
determinantes en lo que siempre ha resultado de las crisis. En sus tres vertientes, económica, o sea de enfrentamiento directo a los capitalistas por
reivindicaciones inmediatas, como mejora de salarios, seguridad social,
libertad sindical, entre otras demandas inmediatas; teórica, es decir, desmontando las ideas, ideología y valores que
sustentan el dominio del capital; y
política, constituyendo una mayoría política, unida y movilizada en torno a
una plataforma programática, en la perspectiva de ganar el poder.
VI.- El desarrollo del partido; la militancia necesaria; la construcción
de una dirección más amplia; la afirmación de la necesidad del cuadro comunista
y su calificación como columna vertebral.
44.-
Hay que resolver una contradicción del desarrollo
actual del partido. En el 40 Aniversario dijimos que una cuestión
importante a resolver, refiere a que la
estabilidad material y el nivel de conocimientos alcanzados por la militancia,
debe expresarse en una mayor cantidad y mejor calidad en su trabajo político y
de masas.
45.-
En las filas del partido tenemos muchos técnicos y profesionales, en todas las
áreas del saber. En general, tenemos una
situación que nos permite desarrollarnos más. Hay estructuras del partido, o
frentes del partido, por casi todo el país.
Contamos con dirigentes políticos y sociales reconocidos por el pueblo
en la mayoría de los municipios. El
partido cuenta en su haber con capacidad de formular políticas que muestran ser
certeras en la práctica; dispone de una amplia experiencia en la lucha política
y social y con el reconocimiento de mucha gente honesta del pueblo.
46.- Somos un partido unido y estable; sin
amenazas de división; con una militancia que permanece en el tiempo; en el que
no es habitual que se produzcan renuncias o deserciones. Aunque haya uno que
otro resabio de poca monta.
47.- Hay que hacer todo lo que sea necesario
para garantizar la renovación cada vez de las filas del partido; que entren más
y nuevos cuadros a entrenarse como dirigentes nacionales y locales; que
destaquen en la lucha política y social.
47.1.- La formación teórica, en el propósito de
elevar a la militancia a la condición de intelectual marxista leninista,
seguirá siendo una tarea de primer orden, como sostén del esfuerzo por una cada vez mejor
interpretación de la realidad y definir las perspectivas políticas
revolucionarias; así como para librar con éxito la lucha ideológica contra los
estigmas de la ideología burguesa y afianzar la revolucionaria. A esos
propósitos, la escuela habrá de ponerse a la altura que le corresponde, al
tiempo que crea novedosas metodologías para integrar a la militancia al
estudio, individual y colectivo, y obtenga de este los mejores resultados
posibles.
48.- Afirmar la necesidad de los cuadros en el
partido; reflexionar la experiencia en materia de selección y promoción de
cuadros, en interés de cualificar cada vez más el concepto del Cuadro
Comunista.
¡Que los hechos les hagan honor a las palabras!
¡Viva el partido!
Noviembre, 2021.
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