Por: Francis Santana
Al conmemorarse en el día de hoy, 21 de diciembre, un aniversario más de la caída física de Manuel Aurelio Tavares Justo, es necesario y oportuno reflexionar sobre la trayectoria y el ejemplo de ese gigante de la lucha democrática y patriótica.
Bajo el terror y la
represión a que fue sometido nuestro pueblo por la dictadura trujillista,
Manolo se atrevió a fundar en la clandestinidad el Movimiento Revolucionario 14
de junio.
Esa organización desafió
la dictadura y levantó en lo más alto las banderas de la libertad y la lucha
anti-imperialista en todos los rincones del país.
En aquellos tiempos bajo
un régimen de horca y cuchillo, esa fue una odisea, un paso audaz que puso en
evidencia el temple de Manolo y sus compañeros y compañeras de lucha.
La respuesta de la
dictadura no tardó y los hombres y mujeres del 14 de Junio fueron perseguidos,
reprimidos y torturados en las cárceles, incluyendo al propio Manolo Tavares
quien en medio de la crueldad de la dictadura mantuvo una entereza de acero en
todas las circunstancias.
Luego de salir de la
cárcel, Manolo recorrió todo el territorio nacional construyendo el Movimiento
Revolucionario 14 de Junio, difundiendo las ideas democráticas y de liberación
nacional.
El trabajo constante y
consciente de él y sus compañeros/as, le granjearon unas extraordinarias
simpatías y un elevado respeto en toda la sociedad, principalmente en la
juventud y las mujeres de clase media.
Y el 14 de Junio en base
a extraordinarios y persistentes esfuerzo, se convirtió en la principal
organización política revolucionaria de aquella época, capaz de movilizar
amplias masas en la lucha política y social.
No es exagerado afirmar
que el Movimiento Revolucionario 14 de Junio se constituyó en la principal
fuerza política democrática y revolucionaria inmediatamente posterior a la
caída de Trujillo, y Manolo Tavares en el más trascendente líder revolucionario
del país.
El 20 de diciembre del
1962 se realizaron las primeras elecciones nacionales tras el ajusticiamiento
de Trujillo y el Movimiento Revolucionario 14 de Junio no participó en dichas
elecciones.
Valoro esa posición como
el primer gran error de Manolo y de la dirección política de su partido, lo que
desmovilizó sus tropas, muchas de las cuales fueron a votar y lo hicieron por
el PRD y su candidato presidencial, el profesor Juan Bosch, quien derrotó
ampliamente a Viriato Fiallo, candidato por la Unión Cívica Nacional respaldada
por la oligarquía y con las simpatías del gobierno de los Estados Unidos.
Cuando los sectores más
conservadores de las Fuerzas Armadas, las empresas extranjeras, la cúpula de la
iglesia y el gobierno norteamericano materializan el golpe de Estado contra el
gobierno de Bosch el 25 de septiembre de 1963, Manolo y su partido (que habían
advertido al gobierno del PRD sobre los planes golpistas de la oligarquía)
denuncian y condenan dicho golpe e inician los preparativos para iniciar la
lucha armada guerrillera.
Es así como el 28 de
noviembre del 1963, a los dos meses y tres días del golpe de Estado, el
Movimiento Revolucionario 14 de Junio se levanta en armas en seis frentes
guerrilleros en las escarpadas montañas de Quisqueya, en el Norte, Sur y en el
Este del país.
Esa acción, cargada de
los sentimientos revolucionarios más puros y heroísmo, pero además de todo tipo
de improvisación y carente de una verdadera preparación integral para la misma,
terminó en un fracaso rotundo y con el vil fusilamiento de Manolo y un grupo de
sus compañeros un día como hoy 21 de diciembre de 1963 a menos de un mes de
haberse iniciado el levantamiento guerrillero.
Este fue el segundo y
más grave error cometido por Manolo y la dirección de su partido.
Hay que tomar muy en
cuenta al referirnos a esos acontecimientos, que todo el movimiento
revolucionario en América Latina y El Caribe estaba influido predominantemente
por el ejemplo del triunfo de la revolución cubana en 1959 mediante la lucha
guerrillera en las montañas y esa influencia fue determinante para que el 14 de
Junio y su máximo líder tomaran la precipitada determinación de levantarse en
armas demandando el retorno del gobierno del Profesor Juan Bosch y del PRD, sin
existir en el país una situación que garantizara la integración del pueblo a
esa lucha.
Porque de una vez y para
siempre debemos entender que las revoluciones no las hacen los partidos, ni los
líderes; que estas siempre han sido y serán obra de la integración masiva del
pueblo; claro, contando con una acertada conducción de vanguardia y de sólidos
liderazgos.
Pero la caída de Manolo
al frente de sus hombres no palidece de ninguna manera su grandeza, su temple y
su firme determinación de hacer corresponder sus palabras con sus hechos; muy
al contrario lo que Manolo demostró es haber estado dispuesto a afrontar todos
los desafíos y sacrificios que fuesen necesarios en procura de alcanzar los
objetivos revolucionarios definidos.
Por eso, hoy al
conmemorar un aniversario más de la caída de Manolo y sus compañeros, debemos
saludar reverentemente su entrega total a favor de la independencia nacional y
el bienestar de las mayorías, al tiempo que aprendemos de sus éxitos y también
de sus errores, con todo el respeto y admiración que merecen todos los que se
atreven a ofrendar sus vidas por la causa en la que creen.
Que viva por siempre el
ejemplo y la grandeza de Manolo Tavares Justo y sus compañeros.
Gloria y reconocimiento
eterno a todos los combatientes de las guerrillas de 1963 e infinito respeto a
los que aún sobreviven de esa gesta inmortal.
Honremos a Manolo y a
todos sus compañeros, unificando las fuerzas patrióticas y democráticas de nuestra
patria para hacer la revolución de Liberación Nacional tomando seriamente en
cuanta la realidad de los actuales tiempos.
Podemos vencer...y
venceremos.
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