Por: Manuel de Jesús Linares Jiménez
La combatividad revolucionaria de la izquierda dominicana es parte del pasado; esta combatividad ya no existe. Los grupos, salvo honrosas excepciones, están más interesados en la lucha por reformas del sistema capitalista. La línea de lucha revolucionaria de masas ni se menciona. Están supeditados a los procesos electorales organizados en la democracia burguesa, haciendo alianzas con la burguesía en condición de cola.
La izquierda reformista anda por ahí muy contenta apoyando electoralmente a fracciones de la burguesía. Esto lo hace no para impedir, por ejemplo, una línea tiránica de una fracción de la burguesía, o para perseguir y apresar a funcionarios ladrones. Nada de esto. Apoyan electoralmente a tal o cual fracción burguesa para obtener cargos en la estructura del Estado burgués, a favor de sus dirigentes. Y esto, sencillamente es reformismo.
En el tomo 24 de sus Obras Completas, Editorial Progreso, Moscú, en el artículo “Marxismo y reformismo”, página 1, Lenin dice: “A diferencia de los anarquistas, los marxistas admiten la, lucha por las reformas, es decir, por mejoras de la situación de los trabajadores que no lesionan el poder, dejándolo como estaba en manos de la clase dominante. Pero, a la vez, los marxistas combaten con la mayor energía a los reformistas;¬ los cuales circunscriben directa o indirectamente los anhelos y la actividad de la clase obrera a las reformas. El reformismo es una manera que la burguesía tiene de engañar a los obreros, que seguirán siendo esclavos asalariados, pese a algunas mejoras aisladas, mientras subsista el dominio del capital”. (Comillas y el subrayado son nuestros).
Ese párrafo es extremadamente importante, puesto que Lenin aclara que la posición ultrarrevolucionaria de oponerse por principio a la lucha por las reformas o a la participación en los procesos electorales burgueses, constituye una posición anarquista. El marxismo es opuesto al anarquismo, debido a que conduce hacia posturas ultraizquierdistas. Sin embargo, el marxismo condena con mayor fortaleza a los reformistas que atan la lucha proletaria a la conquista de simples reformas del sistema capitalista, que olvidan la revolución proletaria, el socialismo y el comunismo. Apoyar la reelección presidencial o respaldar el regreso al poder de la otra fracción burguesa oposicionista es reformismo. ¿Esto genera un incremento de la conciencia del proletariado hacia la revolución socialista? De ninguna manera. Solamente sirve para elevar el bienestar de los dirigentes de izquierda que salen agraciados con cargos en la estructura del Estado burgués, que inmediatamente pasan a devengar sueldos y beneficios privilegiados.
En la medida que esos grupos de izquierda, aliados de la burguesía, que son colas de la burguesía, se asientan en esa política reformista, pierden su carácter revolucionario y adquieren un carácter liquidacionista que va minando el proceso revolucionario dominicano.
En la misma página 1, Lenin agrega: “Cuando la burguesía liberal concede reformas con una mano, siempre las retira con la otra, las reduce a la nada o las utiliza para subyugar a los obreros, para dividirlos en grupos, para eternizar la esclavitud asalariada de los trabajadores. Por eso, el reformismo, incluso cuando es totalmente sincero, se transforma de hecho en un instrumento de la burguesía para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia. La experiencia de todos los países muestra que los obreros han salido burlados siempre que se han confiado a los reformistas”. (Comillas y el subrayado son nuestros).
Absoluta razón tiene Lenin en el párrafo citado arriba. La burguesía dominicana, verbigracia, ha realizado reformas electorales y permite que grupos diferentes a las entidades burguesas participen en el proceso electoral y le proporciona cargos en el parlamento y en el gobierno central; pero al mismo tiempo utiliza abiertamente los recursos del Estado para imponerse en las elecciones; de este modo tiene ventajas para hegemonizar los resultados electorales. La burguesía otorga migajas electorales a cambio de eternizar la esclavitud asalariada de los trabajadores. En el presente proceso electoral dominicano, tanto en febrero como en mayo de 2024, el reformismo practicado por una parte de la izquierda dominicana se ha convertido en un instrumento de la burguesía dominicana para corromper a los obreros y reducirlos a la impotencia como dice Lenin.
En la página 2, Lenin dice: “Cuanto mayor es la influencia de los reformistas en los obreros, tanto menos fuerza tienen éstos, tanto más dependen de la burguesía y tanto más fácil le es a esta última anular con diversas artimañas el efecto de las reformas. Cuanto más independiente y profundo es el movimiento obrero, cuanto más amplio es por sus fines, más desembarazado se ve de la estrechez del reformismo y con más facilidad consiguen los obreros afianzar y utilizar ciertas mejoras”. (Comillas y el subrayado son nuestros).
Esa orientación de Lenin es clave. No se trata de la asunción de una posición reformista de parte de la izquierda dominicana; el problema es mucho más profundo; se trata de que una porción de la izquierda ya se encuentra sumida en el pantano del reformismo y, por tanto, al evolucionar hacia el liquidacionismo empujan el movimiento en brazos de la burguesía. De modo, que es menester librar una lucha ideológica implacable en contra de la izquierda liquidacionista para que el pueblo explotado pueda avanzar en su lucha revolucionaria.
14/5/2024.
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