miércoles, 12 de junio de 2024

¡Dominican@s de varias cepas!

Por Narciso Isa Conde

Sí, pa que lo sepan: los dominicanos/as somos de varias cepas.

La población aborigen fue exterminada por sucesivos genocidios españoles. por una cruel esclavitud y varias enfermedades traídas desde Europa

¡Exterminada hasta que no quedó ni uno solo de los habitantes originarios de esta isla, como aconteció en todo el Caribe Insular!

Desde entonces comenzaron a primar un conjunto de cepas, mezcladas o cruzadas: españolas con aborígenes, negras con españolas y aborígenes, blancas puras, negras puras y mestizos o “mulatos”. 

Más tarde llegaron árabes, italianos, judíos, japoneses, franceses, antillanos…y también se mezclaron.

Las cepas aborígenes, que fueron varias, solo registraron su ADN.

En fin, muchas cepas y muchos entrelazamientos de las mismas. Nada de una sola cepa caracterizada por su pureza. Más bien un arcoíris hermoso de seres humanos.

Una combinación de fenotipos diferentes arropada por una cultura colonialista que impuso la supremacía blanca de corte racista, en tanto negadora de la cepa negra y de toda la influencia cultural africana,

Somos africano/a-descendientes y la cultura racista se empeña en negarlo.

El blanqueado y auto-blanqueado artificial-imaginario de negros y mulatos se despliega sobre todo frente a la república negra de Haití.

Implica creerse blanco sin serlo…porque en la cultura racista, el blanco es superior al negro, al aborigen… 

Un racismo español reforzado por el racismo gringo como una de las ideologías de la discriminación.

De ahí viene la profusa y costosa promoción oficial, sellada y financiada por la presidencia de la república, con eso de “dominicanos de pura cepa”; plasmado en el spot cinematográfico, técnicamente muy bien concebido y artísticamente elaborado, que nos presenta como procedente de una cepa pura, que realmente nada tiene que ver con el ser dominicano. 

Ese spot niega lo que somos, oculta el componente negro en nuestra identidad, tiene un fondo racista y se despliega de cara al conflicto dominico-haitiano; fabricado desde un racismo anti haitiano, con ayuda de los seudo-nacionalismos de ambas partes. 

En él los símbolos patrios, bandera, escudo Duarte, María Trinidad Sánchez, Sánchez y Mella…son manipulados en la lógica de esa falsa identidad dominicana de “pura cepa”; esto es, de una cepa despojada de la negritud, que es parte inseparable de lo que somos y fuente de un hermoso sincretismo cultural.

En esa promoción racista, Duarte parece recién salido de un salón de belleza.

Ese spot está inspirado en las mismas ideas de quienes condenan el gagá y toda expresión artística procedente de la cultura negra africana; no pocos de ellos blancos de mente y corazón, y negros y marrones de piel.

A ese crimen cultural se ha prestado el presidente de la república, en el marco de su empecinada competencia ultra conservadora con la mal llamada oposición, en la que cada quien quiere mostrarse como el campeón de los odios contra Haití, en tanto república negra, especie de un pedazo de África en Nuestra América. Odios, en fin, pro colonialistas y profundamente racistas.

Esa promo racista es un crimen cultural de alto costo y gran perversidad.

Hay que decir que si existe en el sub-continente latino-caribeño una sociedad que cuenta con una población mayoritaria negra de pura cepa y culturalmente muy africana, con idioma propio, es la haitiana; aunque también parcialmente y limitadamente mezclada.

En otros países predominan los blancos y no precisamente de pura cepa, y los hay con mayoría aborigen.

Ser negro, o de cualquier otro color, no quita la única “cepa” que nos unifica mundialmente: todos somos humanidad y como decía Martí: ¡Patria es humanidad!

Todo eso se quiere desconocer desde la ignorancia y la torpeza superflua que genera un racismo supremamente blanco inyectado a la clase gobernante-dominante dominicana por la cultura neocolonial de las potencias imperialistas blancas, que no cesan de despreciar a las poblaciones de sus dependencias neocoloniales con poblaciones de diversos colores y otras culturas.

Es una vergüenza para este país que las organizaciones que integran el sistema de partidos del régimen electoral (salvo pequeñas organizaciones progresistas o de izquierda) y muchas otras entidades, asuman la ideología racista anti-haitiana e impregna la competencia política de esas nocivas ideas; sin reparar en sus funestas consecuencias para la preservación de nuestra identidad como pueblo y la vital recuperación de la soberanía como nación.

Vale decirlo con fuerza: somos dominicanos/as de varias cepas y procede reivindicarlas todas, pa que lo sepan.

Narciso Isa Conde

sábado, 8 de junio de 2024

Algunas causas de las dificultadades de nuestra izquierda

Por: Francis Santana

Múltiples, diversos y viejos son los graves problemas de nuestra izquierda y del movimiento democrático del país.

En sentido general gran parte de ellos ya han sido enumerados.

Pero las causas de los mismos y cómo superarlos, considero que no los hemos asumido con el suficiente rigor.

El empirismo, imponer arbitrariamente otras experiencias a la realidad nacional, el manejo inadecuado de las contradicciones internas, las desviaciones militaristas, el dogmatismo, el desconocimiento a fondo de la realidad, el haber renegado de la revolución cientos de dirigentes y cuadros de la izquierda y carecer  de una concepción filosófica, política, económica e histórica, científicas que guíe la lucha revolucionaria, considero que están en la base de los problemas más espinosos de las organizaciones de  izquierda. 

La mayor cuota de responsabilidad relacionada con las limitaciones, errores y desviaciones aquí expuestos, considero que recaen principalmente en el pensamiento político e ideológico de las direcciones  partidarias de la izquierda, de las que no me excluyo, porque hacerlo, constituiría una mayúscula irresponsabilidad.

Permanecer militando durante más de medio siglo en las filas de la izquierda de manera ininterrumpida a todos los niveles y tal vez por  "antigüedad en el servicio" me ha permitido conocer a cierta profundidad a nuestra izquierda, a una parte considerable  de sus integrantes y a sus principales dirigentes en este tiempo.

La izquierda dominicana, ha sido promotora activa de grandiosas luchas sociales, políticas y militares, a costa de sacrificios inenarrables. En la clandestinidad, cárceles, torturas, pobreza extrema, desapariciones, exilio y muerte.

Sus mejores hombres y mujeres han regado con su sangre nuestros campos, el exilio y ciudades en defensa de la nación y del pueblo trabajador.

Pero hemos cometido tantos y tan graves errores, que venimos involucionando permanentemente en todas las vertientes, alejándonos cada día más de  convertirnos en una verdadera opción de poder. 

El tema de la concepción con la que abordemos la realidad, valoro que es determinante para conocer la realidad misma y definir las políticas y acciones  para transformarla.

Porque si la concepción predominante por ejemplo, es la de la pequeña burguesía o la concepción de las clases dominantes, con su esencia individualista, oscurantista y de espaldas a la ciencia; de seguro que todas las políticas que definamos  estarán orientadas por esta concepción conservadora, atrasada y contraria al desarrollo y avance sostenido de la humanidad.

Si en verdad estamos dispuestos a rectificar políticas y visiones que nos han empantanado; debemos reconocer que nuestra práctica no ha estado orientada por la científica concepción del materialismo histórico y dialéctico y que es urgente, y que es de vida o muerte para la revolución dominicana, recurrir a esta guía, como garantía para reorientarnos correctamente.

Porque si nuestro accionar continúa al margen de la ciencia, no podremos  (hablando con objetividad)  ni siquiera aspirar a lograr  modestas victorias. 

Y aunque sea muy doloroso reconocerlo, la izquierda dominicana y las fuerzas democráticas, están (y han estado)  conducidas por las concepciones de la burguesía y de la pequeña burguesía.

Sin resolver este nudo, continuaremos dando tumbos y sin claros horizontes, frustrando incluso a gente esencialmente revolucionaria, como ya ha venido sucediendo e incluso peor,  desapareciendo organizaciones enteras. 

Y no podía resultar de otra manera, porque gran parte de  la militancia de nuestra izquierda (a todos los niveles) carece de una formación revolucionaria integral, especializada y actualizada regularmente, que no pasa de ser un conglomerado de  activistas social-reformistas carentes de suficiente formación política, ideológica y cultural, ajeno en gran medida al estudio de la teoría revolucionaria y a la investigación.

La  dirigencia histórica de la izquierda, y la actual (y me incluyo) han sido incapaces de asumir el proyecto revolucionario como un proceso que demanda investigación, cualificación, competencia, conocimiento  de la realidad cambiante y de estar guiado por una teoría que haya demostrado su carácter científico; teoría  que estemos comprometidos a enriquecer, actualizar, difundir y defender.

Siendo recurrentes y anti- autocríticos frente a todas las desviaciones y errores en los que incurrimos; es absolutamente imposible ser vanguardia, ganarnos el respeto de las masas y mucho menos disputarle el poder con posibilidades de éxitos  a las clases dominantes.

Hay quienes  sostienen como la causa fundamental de la incapacidad de nuestra izquierda, su composición social predominantemente pequeño-burguesa. 

Realmente ese ha sido uno de los factores que ha influido en lo que hoy somos como izquierda; pero sería importante al respecto, hacernos la siguiente pregunta:

¿Fueron los Partidos Comunistas de Rusia, de Vietnam,  China,  el  26 de Julio cubano y el FSLN de Nicaragua; partidos integrados mayoritariamente y conducidos por proletarios, en sociedades mayoritariamente campesinas en la época en que triunfaron sus respectivas revoluciones?

Los hechos han dicho, absoluta y rotundamente: ¡NO!

La concepción teórica de la que parte una fuerza  revolucionaria al momento de definir sus tácticas, estrategias y métodos de lucha,  será siempre el aspecto principal (aunque está claro que intervienen otros factores) de cómo esta asume la lucha de clases en cada momento, cómo establece su blanco principal, qué objetivos se propone, cuales aliados atraer y cómo será su accionar en sentido general.

Lo principal y determinante no es  necesariamente la composición de clase (dentro del campo popular) que predomine cuantitativamente en sus filas y en su dirección política. 

Considero que el no estar guiada por una correcta concepción política e ideológica es el problema principal y de orígen de las enormes limitaciones e incompetencias de la izquierda y  de su calamitosa situación actual, la cual quedó  evidenciada una vez más  y con toda crudeza en el recién pasado proceso electoral en el que hicimos un soberano rídículo.

 Estamos desafiados con urgencia a superar esas y las demás falencias de nuestra izquierda, o no habrá manera de  avanzar victoriosamente hacia la materialización de la revolución de liberación nacional y la construcción de una nueva y superior sociedad en la República Dominicana.

Si la concepción en la que se sustenta nuestra práctica revolucionaria, no es la correcta, entonces no esperemos obtener resultados exitosos; sino  peores a los que hemos venido cosechando.

Aún tenemos tiempo para  reorientar nuestros esfuerzos por senderos de victoria.

!Rectifiquemos!

Francis Santana

¿En qué selva vivimos?

Por Rafael Chaljub Mejía

En su incesante lucha por la salud pública y la seguridad social, el licenciado Arismendi Díaz Santana comenta en un artículo reciente, la condena de diez millones de pesos que se le impuso a la Clínica Doctor Perozo, de Higüey, por negarle asistencia médica y dejar morir al joven de 17 años Nahím Contreras Aristy, que había llegado accidentado, con lesiones de alta gravedad y de madrugada, pero no pudo depositar previamente los 23 mil pesos que le exigían como condición para atenderlo.

El joven se desangraba a la vista del personal médico y a la conciencia del dueño del negocio, sin que nadie le cortara la hemorragia, hasta que por ella se le fue la vida.

En violación grosera de la ley que obliga a todo centro médico a prestar las atenciones indispensables a todo paciente que la requiera.

En transgresión salvaje a la ética profesional de aquel que estudió medicina y al momento de la graduación juró solemnemente poner la salud del paciente y el salvamento de la vida humana por encima de todo, del afán de lucro, de la ambición del dinero, del deseo inmoderado de enriquecerse con la venta de la atención médica.

Lo cierto es que estamos llegando a extremos inadmisibles, y uno se ve obligado a preguntar: ¿En qué selva es que estamos viviendo? Esto del manejo de la medicina y la salud pública como una más de las mercancías del capitalismo, ya raya en lo inhumano.

La crisis y el deterioro nunca solucionado de los hospitales públicos empuja a la gente a los centros privados y miren ustedes como andan las cosas hasta el punto de que en algunos casos secuestran a los enfermos hasta que salden los costos del internamiento y según se ha denunciado más de una vez, secuestran los cadáveres hasta que los dolientes del difunto paguen el rescate correspondiente.

Vaya el saludo al tribunal que dictó esa sentencia. Ojalá sirva de lección y algunos médicos y algunos empresarios del negocio de la salud, entren en razón y se moderen.

Y que las organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos y similares, hagan conciencia de que la lucha contra atrocidades como la que mató al desafortunado Nahím, es un aspecto importante de su trabajo. Gracias, compañero Arismendi por hacerse eco de este caso y por darme motivo para sumarme a la denuncia y protestar con toda indignación.

(Reproducido del Periódico Digital EL Día)

Rafael Chaljub Mejía

miércoles, 5 de junio de 2024

Diógenes Gómez (Nenito), digno combatiente por las libertades públicas

 Por Santiago Castro Ventura

Diógenes Gómez (Nenito)

Nuestra generación postTrujillo asimilando las amargas experiencias de ese periodo de cieno, desde la instalación del balaguerato en 1966 decidimos movilizarnos de manera militante para evitar la pretendida continuidad del eclipse de las libertades. Diógenes Gómez (Nenito) un joven de la Zona Intramuros de Santo Domingo, siempre se mantuvo en primera línea en el combate a las aberraciones gubernamentales. En estos días Nenito ha marchado hacia el infinito.

Fue un sobreviviente, por su fogosidad en no pocas ocasiones estuvo a punto de ser asesinado, mientras reclamaba en las protestas públicas  de la época el cese de la represión reinante.

Nenito se destacó como dirigente en la secundaria y la universidad del Frente Estudiantil Flavio Suero, organizado por el legendario líder estudiantil Amín Abel Hasbun.

El suscrito militaba en la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER) y en la universidad en Fragua. Como éramos de la Zona Intramuros participamos junto a Nenito en múltiples movilizaciones contra el balaguerato. En esas jornadas lo conocí, sobresalía con su valor extraordinario, sin temer a la policía política, ni sus bandas criminales.

He visto notas de varios compañeros que recordaban como Nenito al frente de los estudiantes de su liceo Paraguay, se integraban a las históricas jornadas de luchas del combativo Liceo Juan Pablo Duarte.

Ya en la universidad, cuando llegó el comandante de Abril, Francisco Caamaño y sus compañeros por Playa Caracoles a luchar contra la injusticia dominante, la UASD fue ocupada militarmente. El movimiento estudiantil decidió desde el seno del pueblo respaldar en la medida de nuestras posibilidades a los héroes de Caracoles.

En la zona Sur de Santo Domingo se formó un comité de movilizaciones integrado por: Erasmo Vásquez y Diógenes Gómez representando al Flavio Suero; Danilo Santiago y quien esto escribe por Fragua, realizamos micromítines muy arriesgados de solo varias cuadras con la exclusiva consigna “Apoyo militante a los guerrilleros”.

En septiembre de 1976 cuando la banda balaguerista denominada MED  trató de asaltar la UASD, centenares de estudiantes desarmados salieron a enfrentarlos sin temor a los disparos a mansalva de parte de los vándalos. En esta heroica actividad Diógenes Gómez fue herido de gravedad, al igual que el también inolvidable compañero de Fragua, Freddy Féliz, quienes desarmados en primera fila con sumo valor afrontaron a la banda balaguerista que pretendía embestir la universidad.

Más adelante, se cometió el  grave yerro de disolver á Fragua y la UER, que ya tenían categoría histórica, se creó la Uner.  Nosotros no aceptamos esta decisión y a través de Diógenes Gómez pasamos al Flavio Suero, que era la entidad estudiantil aliada.    Nenito y otros compañeros luego formaron un nuevo grupo estudiantil, pero siempre permanecieron firmes en sus posiciones de combatividad.

Su actitud de luchar por las libertades públicas la mantuvo hasta el momento de partir de la vida terrenal. Gloria eterna al compañero Diógenes Gómez (Nenito).

(Reproducido del Periódico Digital Acento)

Santiago Castro Ventura

lunes, 3 de junio de 2024

Frente Amplio versus Frente Amplio

Por Julio Disla               

El término “Frente Amplio” es utilizado en varios países de América Latina para describir coaliciones políticas que buscan una representación mas amplia y diversa de la sociedad. Sin embargo, las interpretaciones y aplicaciones de esta idea varían considerablemente según el contexto nacional. 

En este articulo exploraremos el surgimiento del Frente Amplio, el proceso de involución que se viene produciendo en los últimos años, para concluir sobre los resultados de su última participación del proceso electoral; con una candidata de lujo como la profesora María Teresa Cabrera. 

El Frente Amplio se fundó en el 2011 como una coalición de partidos de izquierda, que incluía socialistas, comunistas, demócratas y sectores independientes.   Julián Serrulle era el portador de la denominación. Esta organización surgió en un contexto de la necesidad de una fuerza progresista y de izquierda, que tuviera como epicentro la incorporación de todos los sectores sociales de línea progresista y avanzada. El Frente Amplio no logró erigirse como una coalición de partidos y personas independientes, los intereses partidarios dificulto esa posibilidad, y hoy solo quedan los provenientes del Movimiento de Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA).

En el 2020, el Frente Amplio fue parte de una amplia alianza opositora que contribuyó a echar del poder al Partido de la liberación dominicana (PLD), y con ese hecho aportó en general una nueva ambientación política que, a su vez, provocara las condiciones para la transición necesaria para una nueva época histórica. El Frente Amplio jugó su papel en la operatividad y orientación de la coalición democrática que fue el eje fundamental en la movilización de sectores y opiniones democráticas en favor del cambio y que Luis Abinadel se alzó con la victoria.

Con la asunción del Gobierno del PRM, muchos dirigentes del Frente Amplio pasaron a ocupar diferentes posiciones en la administración gubernamental, mejorando sustancialmente sus condiciones materiales y de ascenso social; disponiendo de ingresos económicos y otras condiciones, muy por encima de lo que aspiraban. Todo esto con sus secuelas en materia de confort, ocio, necesidad de lograr más y mejores cosas. No se crearon las condiciones ideológicas y políticas para la nueva situación de lo que se llamó “área de confort”, y que los dirigentes del Frente Amplio vuelvan a organizar y dirigir la lucha de las masas, para que esta organización mantuviera su esencia de un “partido de luchadores sociales y populares”. 

El Frente Amplio es una organización amplia y abierta a la participación de todos los dominicanos de bien, sus sectores organizados, los movimientos sociales, sindicales, populares, profesionales, empresarios medios, campesinos, barriales, religiosos, culturales, ecologistas, de educación popular, ciudadanos y otras expresiones de la sociedad civil. 

El local principal del Frente Amplio fue trasladado a una zona que desnaturaliza su esencia de organización popular, progresista y barrial. Su nicho fue trasformado en un habitad solitario, sin roces con los sectores sociales que son sus fuentes de crecimiento y desarrollo. El presidente del Frente Amplio, Juan Dionisio Rodríguez Restituyo concentraba demasiado poder en la organización y no tenía contrapeso. 

El Frente Amplio, como cualquier organización política, puede desnaturalizarse y perder su esencia desde dentro debido a factores internos, como la desconexión con los principios fundacionales, asumir políticas que contradicen sus valores originales para producir alianzas estratégicas, tomar decisiones basadas en las conveniencias de mantener beneficio a corto plazo en lugar de adherirse a sus principios fundamentales. 

El Frente Amplio, como organización progresista y de izquierda, está fundado en principios de justicia social, igualdad y representación amplia. Si la organización comienza a priorizar el mantenimiento de espacio de poder vulnerando estos principios se estaría desnaturalizando. 

La excesiva burocratización y centralización de la Comisión Ejecutiva produjo una desconexión con las bases del Partido y la ciudadanía en general, las decisiones se tomaban cada vez mas desde la cima y no se consideraban las voces de los militantes y simpatizantes, generando descontento y desconexión. 

El debilitamiento del compromiso con la democracia interna produjo una erosión de los mecanismos democráticos interno, tomando decisiones menos participativa y mas autoritaria por parte de la presidencia del Frente Amplio. 

El Frente Amplio, si quiere evitar desnaturalizarse y perder su esencia, debe mantener un equilibrio entre la fidelidad a sus principios fundacionales y la adaptación a nuevas realidades políticas y sociales. La cohesión interna, la transparencia, la democracia participativa y la conexión constante con sus bases son fundamentales para preservar su identidad y relevancia. Mantenerse fiel a sus valores mientras se adapta a los cambios es esencial para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de cualquier organización política.

Juio Disla

 

 

sábado, 1 de junio de 2024

Una izquierda que no avanza, en estos tiempos, está condenada a desaparecer

Por Fortune Modeste Valerio 

La democracia representativa hace su entrada triunfar con el ascenso al poder del profesor Juan Bosch, como consecuencia de la victoria electoral del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el 20 de diciembre de 1962. Fue juramentado presidente de la República, el 27 de febrero de 1963. La etapa democrática se caracterizó por una férrea dictadura, la de Trujillo, y, por  fin, se le abrió la puerta a la democracia. La vía para llegar al poder, por supuesto, fue la celebración de elecciones que no dejaron de celebrarse.

Durante un lapso de 62 años de existencia democrática, y de presencias de medidas políticas dictatoriales y sangrientas, la izquierda aún no ha comprendido la etapa democrática. No aprovecha el escenario democrático para involucrarse en los debates por la democracia, y hacerla más equitativa. Una ausencia que llega a despertar cuando se acercan las elecciones, prácticamente fuera de lugar, para alegar sus precariedades. Un comportamiento reincidente para justificar su abstención electoral.

La celebración de elecciones es la vía para llegar al gobierno en la etapa democrática. Inevitable tránsito histórico, para sacar el país a flote y poder desarrollar los recursos productivos y relaciones de producción. Y, sobre todo, garantizar reformas constitucionales que profundicen un clima de libertades públicas y políticas, y una economía inclusiva. En dictadura o democracia, el capitalismo amplía los cimientos económicos, políticos y sociales para consolidar el sistema. Ignorar este tránsito ha permitido que la izquierda esté vuelta loca y sin ideas, “dándole vueltas al parque”. 

¿Qué determina la participación de la izquierda en las elecciones? Las condiciones objetivas de sus fuerzas e influencias en las masas, El nivel de flujo y reflujo de la población, la situación económica del país y el nivel de conciencia política de la gente. Sin duda, en las condiciones actuales del país y de la izquierda, hay que participar en los certámenes electorales, por más reaccionarios que sean, atiborrados de irregularidades y conducidos por representantes de los que ostentan el poder. El proceso electoral debe ser utilizado por la izquierda, para avanzar en un terreno que le ha dado trabajo transitar, comenzar a romper la hegemonía política de la derecha y marchar hacia el poder.

Desde la caída de la tiranía trujillista hasta nuestros días, las izquierdas unidas nunca han participado en las elecciones celebradas. Todos los intentos culminaron en estrepitosos fracasos. Los han hecho de manera individual, alianzas parciales y unidos con la derecha. En ninguno de los casos han logrado conjugar el ansia de unidad de los revolucionarios, progresistas y democráticos. Un desafío pendiente a materializar para llegar a la población votante, avanzar en un terreno incómodo, y participar con autoridad, plena independencia y empezar a disputar el poder con los que se creen, por las desigualdades del sistema electoral, dueños y señores de la Casa de Gobierno.

Elecciones van y elecciones viene y las izquierdas tropezando, como siempre, con la misma piedra. No hay formas de que comprendan, en la etapa democrática, que ese tramo histórico se transita con objetivos alcanzables, identidad propia y sagacidad política ante los acontecimientos inesperados. La credibilidad y la confianza no se pueden perder. Son estímuluos que impulsan una incursión saludable en una democracia tan frágil. Además, cuando las derrotas se convierten en el norte del accionar, andar mal acompañados y cada paso que dan, en el tablero electoral, estar inspirado en la “visión de pulpería”, todo se va a pique. 

Las coyunturas electorales tienen fecha de inicio y de vencimiento, lo he dicho varias veces. Esta acaba de concluir y el mundo no se ha acabado. ¡Ahora es que falta mambo! Pero no vengan con las cantaletas de siempre  al finalizar el  proceso electoral. Lo de ahora es en serio, Los resultados electorales fueron un desastre, incluso con aquellos que lograron, con alianzas con la derecha, alcanzar posiciones municipales, y congresuales. Ha quedado al desnudo la abstención electoral, alianzas con la derecha y la falsa creencia de sacrificar el todo por miserias particulares. 

La debilidad de la izquierda le permite continuar por ese camino de derrotas, en forma recurrente, por ignorar la importancia de aprovechar la etapa democrática y lograr la unidad en todos los frentes de masas. Esta derrota electoral es la madre de todas. Se ha visto de todo, al por mayor y detalle. Es hora de cambiar, de cara al futuro, esas políticas improductivas o imitaremos a las gloriosas entidades revolucionarias del siglo pasado, que solo quedan las siglas históricas e imborrables recuerdos.

Fortune Modeste V.

 

 


martes, 28 de mayo de 2024

La izquierda dominicana debe reflexionar, abrirse al debate y escuchar a la población.

Por Bienvenido Scharboy

Por razones que mis amigas y amigos cercanos/as conocen, en los últimos meses he tenido que estar un poco alejado del debate político, y en contra de mi voluntad tuve que abstraerme de mis acostumbradas opiniones sobre temas coyunturales y en el caso más reciente no pude plasmar mis posiciones sobre las pasadas elecciones presidenciales y congresuales.

No obstante al señalamiento anterior, a través de mis redes sociales, en algunos momentos sacaba espacios para compartir en mis redes sociales alguna propaganda de candidatos y candidatas de fuerzas progresistas (Frente Amplio (FA) y Partido Patria para Todos y Todas (PPT), que me llegaban por diferentes vías.

En ese sentido, aunque no tuve tiempo ni condiciones para escribir, ejercí el sufragio en la boleta presidencial y una parte de mi familia a favor de María Teresa Cabrera, candidata por el Frente Amplio porque mantuvieron su palabra de llevar una candidatura independiente, en ese nivel, del partido gobernante, aunque hicieron alianzas en algunos lugares en los comicios municipales de febrero pasado y con algunas candidaturas congresuales en el pasado torneo.

A nivel de diputación, votamos en la Circunscripción Tres por Jorge Iván Rodríguez, en la boleta de Patria para Todos y Todas y aunque no la conocía marqué a la candidata a senadora por el Distrito Nacional, de la misma organización, es decir, el PPT.

La desalentadora participación electoral

No me gusta utilizar el término fracaso cuando se analiza la participación en un torneo electoral de las organizaciones de izquierda, porque es el que comúnmente utilizan los enemigos de las fuerzas progresistas, tanto externos como a lo interno de su litoral. Además, en el sentido estricto de la palabra es más “frustrante”, “funesto”, “estrepitoso”, entre otras acepciones catastróficas.

Para esta coyuntura prefiero utilizar el concepto “derrota”, porque es más coyuntural o circunstancial, y es un golpe que puede superarse con una seria crítica y autocrítica profunda, que dé como resultado la elaboración y aplicación de una política que resuma o sintetice  las aspiraciones del conglomerado por el que lucha la izquierda, que puede ser denominado “masa”, “población” o “ciudadanía”.

Además, una derrota coyuntural no es el entierro definitivo de una organización o de una corriente que encarne ideas progresistas que, en el marco del sistema capitalista luchan o deben luchar por el poder en condiciones desiguales y con un sistema electoral excluyente y antidemocrático.

A partir de 1978, las derrotas electorales han sido desalentadoras para la izquierda dominicana porque luego de estos procesos caen en el mar de las frustraciones y se tardan un largo tiempo para levantarse y activarse, por los devastadores efectos de las bajas votaciones obtenidas.

La dirigencia y parte de la militancia nunca han entendido que un proyecto electoral alternativo no se improvisa, se construye a corto, mediano y largo plazo, y que prenderá en cualquiera de uno de estos estadios, en la medida en que se ganen la simpatía y el “corazón” de la población, con la proyección de nuevos liderazgos locales y nacionales con capacidad política, autoridad moral, y un discurso que cautive por lo menos a un sector de la población y la motive a organizarse en sus estructuras, que deben ser más abiertas para estos fines.

Las tareas del momento

Sin caer en muchas elucubraciones, pienso que tanto la izquierda abstencionista como la que participó y ha participado en los últimos procesos electorales, deben abrir espacios de reflexión y debates no solo a lo interno de sus estructuras, sino también con la población en comunidades, barrios, localidades del interior y con el público de las redes sociales (priorizando siempre el contacto personal con la gente) para escuchar sus opiniones sobre la izquierda, recoger sus inquietudes y calibrar las aspiraciones reales del pueblo en su lucha por mejores condiciones de vida y su verdadero progreso.

El liderazgo tradicional de la izquierda debe dar un ejemplo de desprendimiento y darles paso a nuevas figuras y acompañarlas en su proceso de formación y proyección. Ya el Partido Comunista del Trabajo (PCT) y el Frente Amplio (FA) dieron un ejemplo con la composición de su boleta presidencial encabezada por María Teresa Cabrera y Jesús Díaz, con la intención de inaugurar una nueva época en el liderazgo político. Sus roles y proyecciones deben continuar en el debate político y no rezagarse por los resultados electorales.

No es tiempo de lamentos por las bajas simpatías electorales ni de atribuirse falsas victorias por el nivel de abstención, en el caso de los abstencionistas, que tampoco han crecido, porque siguen aislados de la población, sin propuestas para resolver los grandes males que afectan a nuestro sufrido pueblo, con la finalidad de superar y transformar este injusto e inhumano sistema, construyendo poder alternativo desde abajo, en los escenarios naturales: calles, campos, comunidades y organizaciones sociales y populares.

En la presente etapa postelectoral la izquierda debe salir erguida, evaluar su participación en los pasados comicios municipales de febrero y presidenciales y congresuales del domingo 19 de mayo, así como su pobre desempeño en términos de simpatías de votos. Y cuando hablo de la izquierda me refiero únicamente al PCT, Frente Amplio, Patria para Todos y Todas y sus aliados, el Partido de la Unificación Comunista (PUC), entre otras organizaciones. 

Lo propio deben hacer el Referente de la Izquierda Dominicana (RID), el Movimiento Caamañista (MC) y el Movimiento Popular Dominicano (MPD). Los dos primeros se abstuvieron en todo el proceso electoral, y el segundo apoyó algunas candidaturas locales en la boleta del FA en las elecciones municipales e hizo un «repliegue táctico» en las presidenciales y congresuales. 

Los abstencionistas totales o parciales deben evaluar si cada cuatro años levantarán el mismo discurso del sistema excluyente para justificar su aislamiento o si se decidirán a recobrar la vocacion de poder de la izquierda y librar la lucha politica en todos los escenarios, con el objetivo de conquistar o arrebatarle el poder a los partidos tradicionales, en los planos local y nacional. 

La izquierda debe extraer las experiencias de esta participación electoral, asumirla como un revés, la pérdida de una batalla y no de la guerra final contra el sistema capitalista, los corrompidos partidos tradicionales y los capituladores cooptados por el régimen vigente.

El fenecido pensador y militante revolucionario Ángel Pichardo Almonte, escribió en uno sus innumerables aportes teóricos que nuestro rol como revolucionarios y revolucionarias es “criticar y superar la sociedad capitalista y todo lo que intenta justificarla” y que uno de los principales desafíos de la izquierda dominicana es “la necesidad histórica de desarrollar nuestros planteamientos fuera de la lógica dominante”, porque “uno de los principales problemas es que hemos ido a la cola del pensamiento dominante”.

En síntesis, hay que construir discursos críticos al sistema y propuestas de superación desde las mayorías, apelando a la inteligencia colectiva. La única manera de lograr esta tarea es trascendiendo el análisis y el debate de las estructuras y locales de las organizaciones de izquierda, abriendo espacios de intercambio de ideas con los oprimidos y oprimidas del sistema, es sus territorios, y con los aportes salidos de la sabiduría popular elaborar un discurso alternativo y una estrategia de comunicación dirigida a visibilizar nuestras ideas e incidir en diversos sectores populares, a la vez que nos permita incursionar en el debate político.

Finalmente, a la izquierda abstencionista, a la que participó en las elecciones y a los fatalistas partidarios de la teoría del fracaso, exhorto a que en su propio contexto tengan en cuenta una frase utilizada por el timonel de la revolución china Mao Tse-tun, al dictar una charla sobre la práctica, quien dijo «el fracaso es madre del éxito» y «cada fracaso nos hace más listos».

Transformemos la derrota electoral en éxito, acerquemos nuestra práctica política al pueblo, nada sin él.

FUENTE: La izquierda dominicana debe reflexionar, abrirse al debate y escuchar a la población – El Desahogo Dominicano (wordpress.com)

Bienvenido Scharboy