viernes, 31 de diciembre de 2021

ODIO A LOS INDEFERENTES

 Por Antonio Gramsci 

Odio a los indiferentes. Creo, como Friedrich Hebbel, que «vivir significa tomar partido». No pueden existir quienes sean solamente hombres, extraños a la ciudad. Quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes.

La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador, es la materia inerte en la que a menudo se ahogan los entusiasmos más brillantes, es el pantano que rodea a la vieja ciudad y la defiende mejor que la muralla más sólida, mejor que las corazas de sus guerreros, que se traga a los asaltantes en su remolino de lodo, y los diezma y los amilana, y en ocasiones los hace desistir de cualquier empresa heroica. 

La indiferencia opera con fuerza en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad, aquello con lo que no se puede contar, lo que altera los programas, lo que trastorna los planes mejor elaborados, es la materia bruta que se rebela contra la inteligencia y la estrangula. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, el posible bien que un acto heroico (de valor universal) puede generar no es tanto debido a la iniciativa de los pocos que trabajan como a la indiferencia, al absentismo de los muchos. Lo que ocurre no ocurre tanto porque algunas personas quieren que eso ocurra, sino porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, deja hacer, deja que se aten los nudos que luego sólo la espada puede cortar, deja promulgar leyes que después sólo la revuelta podrá derogar, deja subir al poder a los hombres que luego sólo un motín podrá derrocar. 


La fatalidad que parece dominar la historia no es otra cosa que la apariencia ilusoria de esta indiferencia, de este absentismo. Los hechos maduran en la sombra, entre unas pocas manos, sin ningún tipo de control, que tejen la trama de la vida colectiva, y la masa ignora, porque no se preocupa. Los destinos de una época son manipulados según visiones estrechas, objetivos inmediatos, ambiciones y pasiones personales de pequeños grupos activos, y la masa de los hombres ignora, porque no se preocupa. Pero los hechos que han madurado llegan a confluir; pero la tela tejida en la sombra llega a buen término: y entonces parece ser la fatalidad la que lo arrolla todo y a todos, parece que la historia no sea más que un enorme fenómeno natural, una erupción, un terremoto, del que son víctimas todos, quien quería y quien no quería, quien lo sabía y quien no lo sabía, quien había estado activo y quien era indiferente. Y este último se irrita, querría escaparse de las consecuencias, querría dejar claro que él no quería, que él no es el responsable. Algunos lloriquean compasivamente, otros maldicen obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: Si yo hubiera cumplido con mi deber, si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, mis ideas, ¿habría ocurrido lo que pasó? Pero nadie o muy pocos culpan a su propia indiferencia, a su escepticismo, a no haber ofrecido sus manos y su actividad a los grupos de ciudadanos que, precisamente para evitar ese mal, combatían, proponiéndose procurar un bien. 


La mayoría de ellos, sin embargo, pasados los acontecimientos, prefiere hablar del fracaso de los ideales, de programas definitivamente en ruinas y de otras lindezas similares. Recomienzan así su rechazo de cualquier responsabilidad. Y no es que ya no vean las cosas claras, y que a veces no sean capaces de pensar en hermosas soluciones a los problemas más urgentes o que, si bien requieren una gran preparación y tiempo, sin embargo, son igualmente urgentes. Pero estas soluciones resultan bellamente infecundas, y esa contribución a la vida colectiva no está motivada por ninguna luz moral; es producto de la curiosidad intelectual, no de un fuerte sentido de la responsabilidad histórica que quiere a todos activos en la vida, que no admite agnosticismos e indiferencias de ningún género. 


Odio a los indiferentes también porque me molesta su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos por cómo ha desempeñado el papel que la vida le ha dado y le da todos los días, por lo que ha hecho y sobre todo por lo que no ha hecho. Y siento que puedo ser inexorable, que no tengo que malgastar mi compasión, que no tengo que compartir con ellos mis lágrimas. Soy partisano, vivo, siento en la conciencia viril de los míos latir la actividad de la ciudad futura que están construyendo. Y en ella la cadena social no pesa sobre unos pocos, en ella nada de lo que sucede se debe al azar, a la fatalidad, sino a la obra inteligente de los ciudadanos. En ella no hay nadie mirando por la ventana mientras unos pocos se sacrifican, se desangran en el sacrificio; y el que aún hoy está en la ventana, al acecho, quiere sacar provecho de lo poco bueno que las actividades de los pocos procuran, y desahoga su desilusión vituperando al sacrificado, al desangrado, porque ha fallado en su intento. 


Vivo, soy partisano. Por eso odio a los que no toman partido, por eso odio a los indiferentes.

Fuente: Odio a los indiferentes | por Antonio Gramsci (bloghemia.com)

Antonio Gramsci



 

 

miércoles, 29 de diciembre de 2021

EL PCT DIVULGA RESOLUCIONES DEL DÉCIMO CONGRESO Y LLAMA A LA UNIDAD PARA ALCANZAR EL PODER EN EL 2024


Resolución del X Congreso. 

¡Vamos por más!

A organizar las masas trabajadoras y populares para la lucha por demandas políticas y sociales; construir hacia el 2024 una opción unitaria y nueva de poder; en perspectiva a la revolución.

Cumplida en lo fundamental la tarea política principal que nos dimos en el IX cual fue, activar una alianza amplia opositora para contribuir a echar al PLD del poder, y con este hecho, generar una nueva ambientación política que, a su vez, abriera condiciones para una nueva transición política democrática en el país; corresponde a este X congreso hacer el balance, y definir en consecuencia la línea política y de trabajo general para el período que sigue. 

I.- La línea a seguir (Elementos de la nueva táctica y del plan general). Hacia el 2024 la cuestión es: ninguno de los anteriores; ni fórmulas unitarias y métodos viejos; si una opción nueva de poder; unitaria de más progresismo e izquierda; construida de manera democrática en el pueblo político participante. 

1.- Corresponde ahora recuperar, unir y movilizar las reservas democráticas y patrióticas de la nación; concretarla en una opción política popular, democrática, progresista y de izquierda amplia y diversa en su composición, que se proponga hacer el relevo al gobierno actual y cerrar el paso al danilismo y el leonelismo y a otras derivaciones del litoral de derecha en el 2024. 

2.- Esa opción debe estructurarse en, y tener como protagonista a la sociedad, que debe ser su sostén y árbitro principal; en el debate sobre los principales problemas nacionales y sus soluciones; la movilización cívica de los trabajadores y demás sectores populares, e integrar en su composición y orientación a los diversos eslabones del progresismo y la izquierda. 

3.- La sociedad movilizada, constituida en pueblo político participante; lo que hay en este de voluntad democrática, progresista y de izquierda, debe ser el escenario para la unidad y la conformación de esa opción política de poder.

4.- Esa sociedad movilizada debe ser la garante de que la unidad vaya más allá de los grupos organizados, aunque los incluya con toda su importancia; logre constituir un espacio al que concurran las voluntades progresistas y de izquierda no organizadas; y debe ser de una gran ayuda para superar el maleficio de las muchas, casi todas, las experiencias fallidas que, con mucho, confirman lo difícil que ha sido lograr, y sobre todo mantener, la unidad directa entre grupos.

5.- Como base de esta formulación, está la experiencia del desempeño electoral de la izquierda y el progresismo; que, si se toma la media de resultados desde 1978, probando diversos formatos, candidaturas  y colores de participación, no alcanza al 1% de los resultados electorales, y la opción que más alto han llegado, la del MIUCA capitaleño en 1990, que obtuvo 1.84% de la votación de lo que hoy es el Gran Santo Domingo; y la  de Alianza País que ha llegado a obtener 1.83% a nivel nacional;  como se ve,  no han  logrado alcanzar el 2%.  

6.- Para cambiar esta realidad, y evitar caer en el raquitismo electoral, que de hecho está muy avanzado; será necesario hacer que sucedan unos acontecimientos políticos y sociales nuevos que conduzcan a un cambio de la mentalidad y la conducta política de la mayoría de la sociedad. 

6.1. La movilización popular, amplia, sistemática y en oleadas, es el recurso principal para construir escenarios políticos nuevos, en el que desarrollen propuestas nuevas.

II.- El gobierno actual y sus perspectivas. –

7.- Fue correcta la táctica de contribuir a un desplazamiento del gobierno del PLD (2004-2020) en busca de una nueva ambientación política en el país.  El progresismo y la izquierda no disponíamos de fuerzas para proponernos otra salida; y si el PLD continuaba en el poder, probablemente las mayorías nacionales hoy estaríamos en depresión política y soñando pesadillas; en vez de, como al efecto, proponernos ir por más en busca de una nueva transición democrática. 

8.- El PRM y su candidato presidencial devino en el mecanismo al que apeló la mayoría del pueblo para salir del PLD. En ese sentido, los resultados electorales expresaron claramente una voluntad de cambio de la mayoría de la ciudadanía; lo cual ocurrió en un contexto nacional muy particular: el hastío de esta respecto de los gobiernos peledeístas, corruptos, privatizadores; montados sobre un RÉGIMEN, negador de la separación de los poderes del Estado, característicos de la república en un régimen de democracia representativa.

9.- Un punto de partida necesario en el enfoque del contexto actual es observar un matiz en la dirección del Estado por parte del presidente Luis Abinader. Desde que inició la llamada transición democrática con la caída de la dictadura de Trujillo en 1961, el Estado, si bien en 1978 se conquistó el espacio de tolerancia política que pervive hasta hoy, ha seguido siendo en esencia centralizado, determinado por el presidencialismo, al servicio de una propiedad económica concentrada en unas cuantas familias, cual es una de sus cualidades principales desde los tiempos de aquella dictadura.

10.- Desde 1966, el pueblo dominicano ha concurrido a las urnas en busca de un cambio democrático en las condiciones políticas, económicas y sociales; y en esa búsqueda, ha votado por una que otra opción política; encontrándose con que, a pesar de haber logrado conquistas importantes, como la citada  apertura a las libertades públicas y los derechos democráticos; la cuestión es que  la esencia del régimen se ha mantenido intacta, y no parece que será distinto a juzgar por lo limitadas en contenido, y de alcance,  de las propuestas de reformas políticas del presidente Luis Abinader, así como del contenido de su política económica y social.

10.1.- En cualquier caso, de este gobierno no se esperaba que impulsara la transición democrática, sino crear condiciones mínimas, para que esta ocurriera en otro período. Así se consideró en la Coalición Democrática.

11.- Y, mientras en 60 años consecutivos, el país ha tenido crecimiento permanente de la riqueza; los sectores populares han permanecido en la pobreza; al tiempo que ha continuado cada vez con mayor voracidad la dilapidación de los recursos nacionales por parte de la oligarquía criolla y del capital extranjero.

12.- En determinadas coyunturas electorales, y ante la ausencia de una opción en condiciones inmediatas de ser poder político y que exprese sus intereses de una manera más explícita, el pueblo ha tenido que votar, y nosotros mismos lo hemos impulsado a hacerlo; para castigar al gobierno de turno por sus políticas extremadamente antipopulares y sus manejos mañosos de los bienes públicos; y con ese voto de cambio, evitar derivaciones peores en el rumbo del país y la nación. Así fue particularmente en 1978 para salir del gobierno de los doce años de Balaguer; debió ser en 1994-96 para evitar el reciclaje del neotrujillismo en el PLD. 

12.1.- Y fue recientemente en el 2020, que la mayoría del pueblo votó, y nosotros lo alentamos;  para poner fin a dieciséis años del gobierno del PLD que pervirtieron las instituciones y los bienes públicos para garantizar su continuismo en el poder;  crearon nuevos ricos, su propio grupo económico; entrando en competencia con los grupos económicos tradicionales; contribuyendo con esto a abrir compuertas para que sectores de la oligarquía hayan comenzado a reclamar representación directa en el gobierno, a representarse ellos mismos en el Estado. 

13.- Sobre esto último, es de destacar que grupos económicos, que antes se limitaron a financiar las campañas electorales de los partidos, y a sentirse representados por los mismos al frente del Estado, ahora ocupan cargos importantes en el gabinete, y preparan a los suyos para que en algún momento hagan de candidatos a la presidencia y otros cargos públicos.

14.- Si tras la ruptura de la hegemonía burguesa con la caída de Trujillo en 1961, y la posterior guerra de abril de 1965, Balaguer impuso un régimen bonapartista, gobernando para los intereses de la burguesía, pero sin integrarla al gobierno; ahora después de los resultados desastrosos para la institucionalidad del país de los dieciséis años de gobierno del PLD, el presidente Luis Abinader la integra a ocupar cargos importantes. Es así que, en la cúspide del gobierno, y en posiciones claves de este, están directamente representados los intereses de la burguesía del Cibao y los del grupo Vicini; y con estos, otros funcionarios en la dirección de áreas importantes del Estado. 

15.- Este hecho, y la política de alianza público- privada, que es una espina dorsal de la política económica del gobierno, y procura darle una mayor dimensión a la acumulación de capital del sector privado, sobre la base de la plataforma y recursos públicos, determinan el rumbo esencial del gobierno, ante el cual corresponden las definiciones alternativas.  

16.- Porque es el formato de la continuidad de un poder centralizado, que corresponde a una propiedad económica concentrada en pocas manos; cual es la cuestión fundamental en materia de lucha por la conquista de reformas políticas. 

17.- El presidente Luis Abinader ha planteado un diálogo nacional en el que, entre otras iniciativas, sugiere una intención de reforma a la constitución de la república. Propone varios aspectos a reformar, y el principal es el referido a garantizar la independencia de la justicia.

En este aspecto, el presidente corresponde a un viejo reclamo del pueblo político que particularmente desde los tiempos del gobierno de los doce años (1966-1978) ha protestado por la sumisión del poder judicial del Estado a los designios del presidente, en esas circunstancias de singular predominio de la intolerancia y la represión políticas. 

18.- Ese reclamo de la independencia de la justicia continuó con énfasis con otras motivaciones durante los gobiernos del PLD (2004-2020), porque estos acomodaron la justicia para que sirviera a sus particulares intereses, les protegiera de posibles persecuciones y sanciones por la comisión de delitos en el manejo de los recursos públicos y otras faltas. 

19.- Así que una reforma constitucional para corresponder a esa vieja demanda, debe ser de entrada bien recibida; y sería cuestión del debate, de la crítica-propuesta-protesta, lograr que esa sea objetiva y sea por lo menos un avance en la solución de los problemas que han motivado las viejas y actuales inconformidades con la gestión del sistema judicial dominicano. 

20.- Más allá de este asunto, la intención de reforma constitucional es limitada, y debiéramos protestar otros cambios más significativos, que propendan a una democratización más amplia y definida del régimen político institucional. 

21.- Un aspecto medular a considerar en la reforma constitucional, refiere al sesgo centralizado del régimen político institucional, expresión de la concentración de la propiedad económica. Como se ha dicho antes, este sesgo p17.- El presidente Luis Abinader ha planteado un diálogo nacional en el que, entre otras iniciativas, sugiere una intención de reforma a la constitución de la república. Propone varios aspectos a reformar, y el principal es el referido a garantizar la independencia de la justicia.

En este aspecto, el presidente corresponde a un viejo reclamo del pueblo político que particularmente desde los tiempos del gobierno de los doce años (1966-1978) ha protestado por la sumisión del poder judicial del Estado a los designios del presidente, en esas circunstancias de singular predominio de la intolerancia y la represión políticas.

18.- Ese reclamo de la independencia de la justicia continuó con énfasis con otras motivaciones durante los gobiernos del PLD (2004-2020), porque estos acomodaron la justicia para que sirviera a sus particulares intereses, les protegiera de posibles persecuciones y sanciones por la comisión de delitos en el manejo de los recursos públicos y otras faltas. 

19.- Así que una reforma constitucional para corresponder a esa vieja demanda, debe ser de entrada bien recibida; y sería cuestión del debate, de la crítica-propuesta-protesta, lograr que esa sea objetiva y sea por lo menos un avance en la solución de los problemas que han motivado las viejas y actuales inconformidades con la gestión del sistema judicial dominicano. 

20.- Más allá de este asunto, la intención de reforma constitucional es limitada, y debiéramos protestar otros cambios más significativos, que propendan a una democratización más amplia y definida del régimen político institucional. 

21.- Un aspecto medular a considerar en la reforma constitucional, refiere al sesgo centralizado del régimen político institucional, expresión de la concentración de la propiedad económica. Como se ha dicho antes, este sesgo pervive como esencia del régimen desde los tiempos de Trujillo. 

Hay que quitarle fuerza al presidencialismo, expresión de la centralización del poder, que viene desde los tiempos de Pedro Santana, con el artículo 210 de la constitución decidida el 6 de noviembre de 1844; estaba en el artículo 54, en la de Trujillo; se fortaleció con el artículo 55 de la de Balaguer, la de 1966; y amplió más su ámbito en la del 2010, de Leonel Fernández. 

22.- Otra reforma importante en el propósito de la desconcentración del poder, sería volver a darle competencias al poder municipal, como las que tenía antes de que fueran derogadas por la intervención militar norteamericana de 1916; cuando los ayuntamientos tenían incidencia efectiva en la salud, educación y seguridad de los vecinos munícipes. 

23.- También, inscribir la constituyente, integrada por diputados constituyentes, escogidos por voto popular, secreto y universal del pueblo, para la tarea de decidir la constitución, sería hacer esta realmente moderna. Porque la ciencia política ha generalizado el criterio de que la participación directa del pueblo en la definición y gestión del régimen político institucional, es hoy, el elemento esencial distintivo que hace que este califique de moderno. 

24.- Sería, además, hacer justicia con los patriotas del 14- 20 de junio de 1959, que inscribieron esa bandera en su programa político, para superar el régimen trujillista una vez este fuera derrocado. 

25.- Además, se inscribiría en la mejor tradición de los liberales criollos del siglo XIX, que siempre que pudieron, impulsaron una constituyente para hacer las readecuaciones político institucionales. 

26.- La intención de reforma del presidente Luis Abinader, aunque interesante y buena, en el caso de la justicia; se queda en el marco conservador del régimen que debió morir con la dictadura de Trujillo. 

27.- Por eso, hay que ir por más, entrar al debate con otras propuestas de reforma política y social. 

III.- El lugar y el papel del Frente Amplio. 

28.- Este es un eslabón importante de la izquierda y el progresismo.

Debe proponerse echar músculos; desarrollarse para convertirse en una fuerza progresista alternativa del país; que, en un esfuerzo de unidad amplia para una opción unitaria de poder como la que se formula en esta resolución, pueda aportar ideas y fuerzas en una competencia democrática abierta, de cooperación y complementariedad con otras organizaciones, en la que se decidan candidaturas nacionales y locales. unitarias. 

29.- El Frente Amplio solo debería estar dispuesto a la unidad en el espíritu en que lo concibe esta resolución; debe hacer esfuerzos para su propio desarrollo, y al mismo tiempo habilitarse para ser parte importante de un proceso unitario progresista, popular y de izquierda, que, como se ha dicho, parta del pueblo político constituido, e incluya a los demás grupos, pero vaya más allá de estos. 

IIV.- Todo el poder para las masas populares.

30.- El principal escenario para crecer la revolución y cambios políticos democráticos avanzados, ha sido, es y será, la lucha de los trabajadores y las masas populares. 

31.- Es necesaria una reorganización mental y organizativa del trabajo general del partido. Para un mayor esfuerzo por ir a las masas a organizarlas y educarlas para la revolución.  Ir a las masas populares, a organizarlas, educarlas promover sus luchas, debe ser la prioridad del partido, de la que depende su posible cambio de contexto, crecimiento y desempeño electoral.

31.1.- El trabajo cultural será de importancia cardinal, parte integrante de la movilización popular nacional, en el propósito de desmontar valores antipopulares impuestos en la vida nacional; instalar ideas, prácticas y creencias en la conciencia colectiva que contribuyan a los procesos libertarios; al tiempo que eleven la subjetividad de lucha. 

31.2.- El trabajo cultural debe ser un componente esencial, transversal, al trabajo con la juventud revolucionaria.

32.- La lucha popular debe ser entendida como lucha cívica. Este concepto es el que une y moviliza grandes contingentes. Si se revisa la experiencia de los últimos años, podemos llegar a la conclusión de que esta es la estrategia válida. 

V.- Insistir en tener siempre presente el ideal y la tarea de la revolución.

33.- Los revolucionarios, más si somos comunistas, debemos mantener la perspectiva de la revolución en el diario vivir; como una tarea de cada día, cualquiera que sea la circunstancia, o la correlación de fuerzas que predomine entre lo revolucionario y lo conservador.   Porque es el ideal supremo que nos convoca a la militancia. Es por lo que hemos asumido sacrificios. Y esta es una obra que se construye, día a día y en unas determinadas condiciones.

34.- Porque si bien en el país no existe una situación revolucionaria, lo coherente con nuestro ideal es trabajar para crearla, y más, lograr que este desemboque en revolución triunfante.  Ver la revolución como una tarea y propósito de cada día.

35.- Hay que decirlo tanto como sea necesario: las luchas populares son el escenario principal en que surge y desarrolla la revolución. Por eso hay que proponerse organizarlas siempre, y mejor, prepararlas y cuidarlas de desviaciones, de derecha o de izquierdismo, que impidan su desarrollo.  Las masas populares movilizadas son la posibilidad de la revolución en la República Dominicana.

36.- La revolución dominicana ha de ser la continuidad de la lucha política de las masas trabajadoras y populares.  La guerra de abril de 1965 es el caso más relevante, que fue una continuidad de la irrupción de las masas en las calles tras la caída de la dictadura de Trujillo en 1961, reclamando derechos, libertades públicas, justicia social y la distribución de la riqueza.

37.- Hay que estudiar la experiencia completa de la revolución de abril de 1965, y destacar en esta la relación entre lucha de masas, crisis política y guerra civil.

38.- Desde el punto de vista teórico e histórico, vivimos en un contexto revolucionario.  Como contexto internacional, corresponde afirmar que el capitalismo está otra vez en crisis. Que no es solo económica, sino de la civilización que ha creado. Porque todos los componentes creados o generados por el sistema capitalista crean problemas. El desempleo; los salarios precarios; los problemas del medio ambiente; la crisis del cambio climático; la proliferación de miles de virus, entre estos la Covid 19; las migraciones y muchos fenómenos naturales y sociales que son resultado del modo de producción capitalista, crean una crisis de esta civilización.

39.- En algunos países hay leves recuperaciones en el crecimiento económico, pero bajo la amenaza de volver a caer dada la fragilidad de las mismas.

40.-   Hay un contexto general de crisis, pero la cuestión es ¿Cuál será el rumbo de la solución a esta crisis?  La revolución siempre será una opción, y los comunistas y revolucionarios tenemos que proponernos esa tarea en concreto. En el discurso y el trabajo día a día.

41.- Porque las
crisis capitalistas, que son cíclicas, periódicas, y en los últimos años se dan con más frecuencia y son cada vez más breves los períodos de recuperación, sin llegar a la fase de auge; nos dan sobrados argumentos teóricos, y hechos de afección a las masas trabajadoras y populares en general, para la propaganda y agitación revolucionarias.

42.- Pero es una pelea, teórica y práctica; con las teorías y los esfuerzos del capital para imponer su rumbo y reeditarse como sistema.  Este tratará de prevalecer su esencia, cualquiera que sea la forma que adopte. La burguesía puede imponer otro rumbo a la crisis. Puede hasta imponer una salida fascista.

43.- Y una vez más hay que decir que la organización y la lucha de los trabajadores han sido, son, y serán determinantes en lo que siempre ha resultado de las crisis.  En sus tres vertientes, económica, o sea de enfrentamiento directo a los capitalistas por reivindicaciones inmediatas, como mejora de salarios, seguridad social, libertad sindical, entre otras demandas inmediatas; teórica, es decir, desmontando las ideas, ideología y valores que sustentan el dominio del capital; y política, constituyendo una mayoría política, unida y movilizada en torno a una plataforma programática, en la perspectiva de ganar el poder.

VI.- El desarrollo del partido; la militancia necesaria; la construcción de una dirección más amplia; la afirmación de la necesidad del cuadro comunista y su calificación como columna vertebral.

44.- Hay que resolver una contradicción del desarrollo actual del partido. En el 40 Aniversario dijimos que una cuestión importante a resolver, refiere a que la estabilidad material y el nivel de conocimientos alcanzados por la militancia, debe expresarse en una mayor cantidad y mejor calidad en su trabajo político y de masas.

45.- En las filas del partido tenemos muchos técnicos y profesionales, en todas las áreas del saber.  En general, tenemos una situación que nos permite desarrollarnos más. Hay estructuras del partido, o frentes del partido, por casi todo el país.  Contamos con dirigentes políticos y sociales reconocidos por el pueblo en la mayoría de los municipios.  El partido cuenta en su haber con capacidad de formular políticas que muestran ser certeras en la práctica; dispone de una amplia experiencia en la lucha política y social y con el reconocimiento de mucha gente honesta del pueblo.

46.- Somos un partido unido y estable; sin amenazas de división; con una militancia que permanece en el tiempo; en el que no es habitual que se produzcan renuncias o deserciones. Aunque haya uno que otro resabio de poca monta.

47.- Hay que hacer todo lo que sea necesario para garantizar la renovación cada vez de las filas del partido; que entren más y nuevos cuadros a entrenarse como dirigentes nacionales y locales; que destaquen en la lucha política y social.

47.1.- La formación teórica, en el propósito de elevar a la militancia a la condición de intelectual marxista leninista, seguirá siendo una tarea de primer orden, como sostén del esfuerzo por una cada vez mejor interpretación de la realidad y definir las perspectivas políticas revolucionarias; así como para librar con éxito la lucha ideológica contra los estigmas de la ideología burguesa y afianzar la revolucionaria. A esos propósitos, la escuela habrá de ponerse a la altura que le corresponde, al tiempo que crea novedosas metodologías para integrar a la militancia al estudio, individual y colectivo, y obtenga de este los mejores resultados posibles.

48.- Afirmar la necesidad de los cuadros en el partido; reflexionar la experiencia en materia de selección y promoción de cuadros, en interés de cualificar cada vez más el concepto del Cuadro Comunista.

49.- El comité central habrá de tomar las medidas necesarias que apunten en el sentido de garantizar que la columna vertebral del partido, que es su cuerpo de cuadros, esté integrada por camaradas con los requisitos básicos para ostentar esa jerarquía leninista, en tanto destacamento combativo y revolucionario de la clase obrera y los trabajadores

¡Que los hechos les hagan honor a las palabras!

¡Viva el partido!

Noviembre, 2021.








 

 

 

 

 

 

 

 

 

lunes, 27 de diciembre de 2021

NINGUNO DE LOS ANTERIORES

Por: Manuel Salazar

La tarea política central del 2022 debe ser desarrollar la movilización política y social de los trabajadores y demás sectores populares, y en ese proceso, unir las reservas patrióticas, democráticas, y de izquierda de la nación, para construir una opción política de poder, unitaria y diversa en su composición. Más allá de los grupos, movimientos y partidos constituidos; pero incluyéndolos con toda su importancia, y nunca contra estos grupos.

Este proyecto debiera proponerse de manera clara relevar al actual gobierno en el 2024, y cerrar el paso a la posibilidad de regreso al poder del peledeísmo, llámese danilismo, leonelismo, o cualquiera de sus derivaciones.

Convertir al pueblo participante, en el escenario y punto de partida para la unidad y la construcción de esa opción de poder. Unir MÁS izquierda y progresismo en este contexto, sobre la base de un programa político mínimo, que también surja de la participación popular.

La izquierda y el progresismo nos hemos unido infinidad de veces, e infinidad de veces nos hemos desunido. En infinidad de veces, de cada unidad lograda han surgido más divisiones y enconos personales que la cantidad de grupos originarios de esa unidad. Cuando se unieron tres, de las divisiones salieron cinco y hasta más nuevos grupos.

Ha habido esfuerzos de unidad de izquierda grandes y fuertes, el Frente de Izquierda Dominicana, FID; la Izquierda Unida; Unidad Socialista; la Unión Caamañista Revolucionaria, UCR; Unidad del Pueblo. Muchos. Y se han dispersado, sin que hasta el momento hayamos evaluado esas experiencias, y por el contrario se sigue reclamando la unidad como si nada; y hasta buscando adjetivos para calificar nuevas iniciativas unitarias.

Hay que tomar en cuenta esas experiencias fallidas, para aprender y volver a hacerlo con la seguridad mínima de que habrá MÁS izquierda en unidad trascendente.

Hay que insistir en la necesidad de la unidad progresista y de izquierda. Trabajar con desprendimiento y más entusiasmo para lograrla. Pero tenemos que ser inteligentes y buscar maneras nuevas.

No hay que desmayar en ese esfuerzo por más desafortunadas que hayan sido las experiencias, casi todas, las que hayamos sufrido.

Hay que tener presente la inteligencia de Alberto Einstein cuando decía que "locura es hacer una y otra vez lo mismo, y esperar resultados diferentes".

Y en ese espíritu, probar caminos y formas nuevas para la unidad; que garanticen sea fuerte y duradera, e integre a MÁS izquierda y progresismo que la de los grupos ya constituidos. Hay mucho más izquierda y progresismo en la sociedad, y deben ser determinantes en un proyecto unitario de poder.

Porque hay que presentar un proyecto creíble de poder. Sólo la irrupción con fuerza en la sociedad puede voltear las miradas de una mayoría hacia nosotros, los de MÁS izquierda y progresismo. La irrupción fuerte, creíble, puede vencer el maleficio de las tantas unidades fracasadas.

Sólo la irrupción fuerte, creíble, puede hacer grietas al clientelismo dominante en el sistema electoral dominicano, y lograr que una mayoría nos vea como opción de poder, y entonces valore que puede poner su presente y futuro de vida en nuestras manos.

No podemos salir con nada que parezca testimonio de carrera; ni como gimnasia política.

Hay que tener responsabilidad y vergüenza históricas, y atrevemos a explorar caminos y métodos nuevos; para abandonar la competencia burda, y dar paso a la emulación sana, y la complementariedad de desarrollos y cualidades.

Este 2022 nos convoca a mucha inteligencia y trabajo para la lucha cívica de masas, y construir una opción unitaria de poder hacia el 2024.

Fuente: Ninguno de los anteriores | Acento

Manuel Salazar


domingo, 26 de diciembre de 2021

NAVIDAD Y CORRUPCIÓN

Por Narciso Isa Conde

Una vez se coreó “Navidad con Libertad”, ahora debería decirse Navidad en lucha contra corrupción de todos los pelajes, impunes protegidos, neo-corrupción de elites, racismo y coloniaje neoliberal endurecido, a cargo del gobierno de los mega-millonarios.
Mariotti y jerarcas del PLD deberían callar. La corruptela de la cúpula de su partido asquea y merece un cúmulo de penas. El conoce esa realidad y especial su vertiente congresual, incluido los fraudes en ANTENA LATINA y en todos los contratos estafas.

Esa cúpula sabía de los latrocinios, incluidos los de la familia del ex presidente. Poco ha dicho de él la PGR, que ya ha debido procesarlo. Mucha gente se pregunta “por qué no”, si es más culpables que los otros.

La partidocracia morada no tiene autoridad moral para exigir un respeto inmerecido. Sus dirigentes no solo son cómplices, son jefes de la corrupción pelediana y responsables de su auto-impunidad. El hecho de que no han sido atacadas otras vertientes políticas, militares, empresariales de la corrupción, no le da derecho a los morados a protestar porque simplemente se mencione la responsabilidad de Danilo Medida en una de las tramas en vía de ser procesada.

Es claro que este gobierno actúa e influye a favor de sus corruptos preferidos y sus impunes protegidos, lo que no se hace través de Miriam Germán porque jamás lo aceptaría. Denunciarlo solo le luce a quienes “no tienen cola que pisarle”.

Votación en CONGRESO dejó intacto Código Penal vigente. No cayó del cielo. Vean bien a quienes beneficia y observen quienes han podido pactar, aunque en sus peores aspectos cualesquiera de los dos códigos favorece al conservadurismo; y, mientras tanto, Abinader no tiene que exponerse a vetar o no vetar.

El viejo Código Penal establece que a los 10 años prescriben los delitos de corrupción y no penaliza el tráfico de influencia. Las cúpulas balaguerista, perredeista, perremeista y leonelista y ciertos magnates del CONEP están de risitas. Y dos ex presidentes aplauden efusivamente la decisión de los barrilitos.

Tan groseras excepciones no es suerte de los impunes protegidos. Es impunidad inducida y/o pactada, imposible de lograr por Danilo y su comparsa, dado lo que aporta a la reelección de Abinader batir sus expedientes delictuosos en medio de su colosal descredito.

Mientras, Leonel parece el escogido por Abinader-USA-VICINI para formar un polo opositor de derecha fácil de derrotar sin tenerlo que meter preso. Basta asustarlo con ciertos expedientes archivados, entre ellos aquellos relacionados con Arturo del Tiempo, Nelson Solano, Quirino, Tucanos, Félix Bautista, Díaz Rúa y Diandino.

Narciso Isa Conde



viernes, 24 de diciembre de 2021

EN CHILE UNA NUEVA GENERACIÓN DE IZQUIERDA SACA LA CABEZA. ¡ENHORABUENA!

 Por Fortune Modeste Valerio 

Giorgio Jakson, Gabriel Boric y Izkia Schies

“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. Salvador Allende.

Chile un país con vasta experiencia política, jóvenes de izquierda conformaron una amplia coalición de partidos, movimientos y personalidades, encabezado por el Frente Amplio y el Partido Comunista de Chile, para derrotar una conjura neofascista, de ultraderecha.

Así denominaron la contienda electoral, los expertos publicitarios de avanzada: “La izquierda contra la ultraderecha neofascista”. 

Las elecciones celebradas, en el balotaje, el pasado domingo, fue el escenario donde el pueblo chileno levantando el espíritu del presidente Allende, depositó, a favor de Gabriel Boric, en las urnas el 55,87% de los votos emitidos, para derrotar a José Antonio Kast que obtuvo 44,13%. Una verdadera fiesta de la democracia. Los ganadores fueron los hombres y mujeres de izquierda.

La derrota fue convincente. Aunque la derecha chilena mostró sus músculos, superando sus votaciones anteriores que sumándolo  a su poder económico, sus influencias en los medios de comunicación y sus lazos imperiales, es una fuerza a considerar, aun fuera del gobierno.

Sin duda, fue una victoria refrescante del pueblo chileno. Más de 8,3 millones de personas participaron en orden, con entusiasmo y lleno de esperanza. Los ganadores no forman partes de los partidos tradicionales que se han alternado el poder en Chile. Por el contrario, fueron jóvenes, algunos, comunistas, progresistas y democráticos que se agruparon para llegar al Palacio presidencial. 

En República Dominicana es un sacrilegio decir que los jóvenes chilenos han volteado la tortilla palaciega, manejada por los dinosaurios de la derecha, ultraderecha y socialdemócrata. Sí, son muchachos y muchachas con experiencias, políticas de izquierda, formados en la ideología comunista. Pero además, son líderes fogueados en las organizaciones estudiantiles, claustros universitarios, Congreso legislativos, sectores sociales y populares, luchas feministas, en los gremios de profesionales, y, sin olvidar, las protestas en las calles de Chile. 

Los jóvenes que acompañaron, entre otros, al presidente electo Gabriel Boric, son Giorgio Jackson, Izkia Siches, Camila Vallejo y Karol Cariola, apenas llegan a 35 años de edad. Con experiencias políticas y partidarias en el litoral de las izquierdas. Conociendo, con sagacidad, como manejar las contradicciones que existen; convivir y luchar en la diversidad. 

Gabriel Boric, Karol Cariola, Camila Vallejo y Georgio Jackson

Son jóvenes de una izquierda crítica que se bate en el mundo de las contradicciones con el tradicionalismo y el esquema rectilíneo de los que levanta la bandera de la revolución. Fueron capaces de armonizar sus diferencias, relaciones y ponerse de acuerdo, por lo menos con un sector. Los demás se opusieron militantemente a la candidatura del presidente electo, Gabriel Boric. 

Hay una izquierda crítica que acaba de sacar la cabeza, con éxito, en Chile. Esa misma corriente política permanece latente en el resto de la región. Igual ocurre con el progresismo. Y es que las mismas no son homogéneas ni se podrán mantener, por mucho tiempo, en el anonimato. Vivimos en un mundo donde las ideas políticas se alimentan de la realidad concreta, muy diferente en cada país, que es dinámica. 

¿Dónde estuvo la grandeza de esos jóvenes de izquierda? Mantener el respeto a la unidad en la diversidad, sintonía con las necesidades de la población y desarrollar una campaña electoral, inteligente, en contactos permanentes con todos los sectores de la sociedad chilena, sin ocultar sus procedencias políticas e ideológicas. 

Sus habilidades y capacidad de concertar, sus discursos y promesas de campaña electoral, concitaron el apoyo de amplios sectores de la sociedad, desde los demócratas cristianos, el partido socialista y hasta los expresidentes Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. 

No olvidemos que encabezaron las protestas en las calles en contra de la privatización de la educación pública y el alza de el pago en sistema, Metro, de transporte, en rechazo a las AFP, a favor de las tres causales, aumento de salarios y en la convocatoria de la Constituyente, modificación de la Constitución chilena. Son expertos en el trabajo social y popular. Ese papel protagónico lo catapultó a ocupar la Casa de La Moneda. 

Hay que destacar el papel jugado por las organizaciones Convergencia Social, Chile Digno, integrantes del Frente Amplio, y, por último, al histórico Partido Comunista de Chile que permitió, a pesar de sus diferencias con el presidente electo, poner su arraigo, prestigio y autoridad en la sociedad, a favor de la coalición de partidos, movimientos y personalidades que sirvió de plataforma para el triunfo electoral. 

Con el triunfo electoral de, Gabriel Boric, la izquierda de Chile, ese sector, supo interpretar el momento. El mismo se inscribe, con sus diferencias, en la ola envolvente que va desplazando electoralmente a los partidos tradicionales, conservadores y de derechas, en América Latina y el Caribe.

Fortune Modeste V.

 

 

 

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miércoles, 22 de diciembre de 2021

EL SIGNIFICATIVO TRIUNFO DE LA IZQUIERDA CHILENA

 Por César Pérez

Gabriel Boric, Presidente electo de Chile

Con su resonante triunfo, la izquierda chilena demuestra nuevamente su irreductible resiliencia, su histórica capacidad de llegar a acuerdos entre sectores sociales y organizaciones políticas en coyunturas cruciales. Es el resultado de un inédito grado de madurez política de un vastísimo movimiento de protestas en ese país, contra un Estado con políticas que acentúan la desigualdad social. El triunfo de esa izquierda es esperanzador para Chile por cómo surge, los sectores sociales movilizados para alcanzarlo y la convergencia política de las fuerzas que lo encabezan. Lo es también para diversos sectores progresistas que en esta región y en Europa, buscan con protestas en las calles encontrar el cause conducente a conquistas sustancialmente tangibles o hacia el poder.

Esta victoria es también estimulante, porque no solamente fue una campanada contra un Estado cada vez menos responsable en términos de los servicios de salud, educación y otros que son básicos para la población, sino contra un candidato/símbolo de las fuerzas políticas y sociales chilenas que además de ultraconservadoras, son parte del populismo, el ultranacionalismo xenofóbico y racista similar a los que sostiene Bolsonaro en Brasil y presentes en todo Occidente. El sector mayoritario de izquierda chilena supo enfrentar exitosamente esas fuerzas sin claudicar, con un programa, un discurso de campaña de clara opción de defensa a los sectores populares y con firme rechazo y condena a la voracidad y prepotencia de los poderosos.

Algunos dicen que esta es una nueva izquierda, porque sus principales protagonistas, incluyendo a Boric, son jóvenes que emergieron como dirigentes políticos al calor de las potentes protestas que en los últimos años pusieron a Chile a patas arriba. Pero, pienso es nueva porque asume los valores sustantivos de la izquierda: la inclusión social, el papel del Estado como ente determinante no sólo para que la economía crezca, sino para que la riqueza se distribuya con equidad y sin iniquidad, pero sin renunciar a los valores esenciales de la democracia: la defensa de las libertades políticas, de opinión, derecho a la participación, de representación, a la diversidad y contra la obsoleta idea de una clase y un partido “dirigentes”.

Constituye una manifestación de esto, el hecho de que Boric, con apoyo militante de sectores de la nueva y altamente representativa generación de dirigentes y parlamentarios del Partido Comunista, condenó la reciente falsa electoral de la satrapía de la familia Ortega en Nicaragua. Esa izquierda que asume el poder no es nueva por la edad de sus principales dirigentes sino, esencialmente, porque impulsa un proyecto de sociedad queriendo romper viejos mitos y prácticas de la vieja izquierda… y de algunos movimientos de protestas. Esto último obliga a otra línea de reflexión sobre la victoria de Gabriel Boric que, de líder básicamente estudiantil en poco tiempo, casi sin que le pensase por la cabeza, sea hoy presidente electo de Chile.

Es importante reflexionar que en la última década se ha escenificado diversas protestas sociales básicamente en Occidente, pero extendidas en algunos países árabes. Que, en general, tienen en común la horizontalidad de su forma de dirección, heterogeneidad de sus demandas, el rechazo a las fuerzas políticas tradicionales, su carácter fundamentalmente urbano, las calles como principal escenario de lucha, significativa presencia en número y activismo de jóvenes venidos de sectores de las capas medias, pero sin soslayar la presencia igualmente significativa de sectores signados con la memoria de viejas luchas políticas progresistas desde diversas matrices ideológicas y de lucha, e Igualmente, con un borroso o casi siempre inexiste proyecto de sociedad.

El movimiento que hoy asume el poder en Chile no está exento de algunas de estas características, pero este se desarrolló en un país con larga experiencia en lograr convergencias de organizaciones y sectores políticos con serias diferencias, pero igualmente con seria voluntad para forjar la unidad en coyunturas cruciales. También, con la existencia de un centenario y sólido partido comunista que, al igual que diversas franjas de las vertientes socialistas, tienen profundas raíces en los barrios de las ciudades, fundamentalmente del Gran Santiago, en el mundo académico y la intelectualidad. Junto a otros sectores fueron determinantes para que el movimiento adquiriera una perspectiva política y de unidad en la diversidad.

La conjugación de esos factores no se ha presentado en otros países, por eso no se pueden sacar conclusiones simplistas de que “la izquierda avanza en el continente y en el mundo”, sin ver que lo que allí sucedió no fue un milagro, sino una demostración de que los sedimentos de las luchas políticas a veces son determinantes para que se produzcan determinados fenómenos. En tal sentido, en nuestro caso, hay que reflexionar sobre el contexto en que se desarrollaron los movimientos de protestas de los últimos años, del pálido contenido clasista de sus demandas y de la debilidad de las fuerzas realmente progresistas que de este participaron y del estéril vanguardismo de algunas, a pesar de su extrema debilidad.

No afirmo que para que un movimiento de protesta termine en gobierno, o que logre una incidencia determinante en un sistema político tenga que, necesariamente, reunir las condiciones que tuvo el que recientemente se produjo en Chile, me limito a reflexionar sobre el contexto en que esto se produjo. El proyecto de poder de la izquierda chilena está en proceso, con ajustes que le irían imponiendo la realidad, pero con clara opción de defensa a los sectores populares, y la conciencia de que la ultraderecha perdió una batalla, no una guerra y que sólo con un poder que tenga como norte los intereses de esos sectores masas populares se pueden enfrentar las desigualdades que condujeron a ese país a los sucesos de últimos años.

Ahí radica el significado de este triunfo y de las posibilidades de construir un proyecto de poder de izquierda que sirva de referencia útil para esta corriente política.

Fuente: El significativo triunfo de la izquierda chilena | Acento


César Pérez