viernes, 7 de octubre de 2022

Más de cuarenta años sin presos políticos

Por Rafael Chaljub Mejía

Aunque casi nadie lo destaca, por primera vez en nuestra historia transcurren más de cuarenta años sin presos políticos en las cárceles.

Hay que celebrarlo no como regalo de este ni de ningún gobierno, sino como una conquista del batallar heroico de nuestro pueblo.

La historia era otra. El presidio político fue siempre símbolo oprobioso de los gobiernos tiránicos e intolerantes. Hasta hombres como Horacio Vásquez, que asaltó el poder el 26 de abril de 1902.

Entonces llenó las cárceles de presos políticos, hubo que convertir algunos barcos de la marina en cárceles flotantes, en la fortaleza Ozama había más prisioneros que soldados y fue así que el 23 de marzo de 1903, los presos políticos tomaron el control del recinto y se inició una sublevación que derrocó y puso en fuga al presidente Vásquez.

El presidio político siempre vino acompañado de asesinatos, torturas y otros métodos inhumanos. Todo esto empeoró con la ocupación norteamericana del 1916 al 1924, cuando los invasores amaestraron a sus discípulos, de los cuales el más aventajado fue Trujillo, carcelero impiadoso de todo disidente y aplicador de las mayores atrocidades contra ellos.

En 1966, la nueva versión del viejo trujillismo, con Balaguer a la cabeza, tomó el poder y retornaron las desapariciones, las ejecuciones a sangre fría, las torturas. La existencia de prisioneros políticos fue uno de los peores signos de ese período.

Nuestro pueblo nunca se rindió al terror y las persecuciones, perseveró en la lucha por la libertad política y muy particularmente, por la libertad de los presos políticos. En esa batalla los militantes revolucionarios dieron ejemplo de amor a la libertad y de indomable valor para luchar por ella.

Vino el cambio de agosto de 1978, y con el gobierno de don Antonio Guzmán, los presos políticos salieron en libertad, se abrió un importante espacio de libertad política que el pueblo ha hecho suyo y si algo provoca la indignación ciudadana es la represión por causas políticas.

Por eso, y aunque no han faltado las manifestaciones de autoritarismo, ningún gobierno desde entonces ha pretendido suprimir esa conquista.

La izquierda, víctima por excelencia de todas las represiones, debe atesorar esa conquista y aun dentro del sistema imperante, sin renunciar a sus objetivos socialistas, seguir la brega por demandas políticas democráticas para ampliar y mejorar el espacio alcanzado, sin olvidar la sentencia aquella de que el combate por la revolución y el socialismo es inseparable de la lucha por la democracia.

Fuente: Más de cuarenta años sin presos políticos (eldia.com.do)

Rafael Chaljub Mejía



Lula es millones de veces preferible a Bolsonaro

Por Narciso Isa Conde


“Bolsonaro es un engendro.de la crisis de decadencia del capitalismo mundial y del sistema imperialista occidental en su expresión brasileña:”

Parecía, no solo que Lula iba a ganar, sino que además pasaba cómodamente en primera vuelta.

No fue así y eso es lamentable, por los riesgos que siempre implica una segunda vuelta, pese a los cinco puntos de ventaja.

El neofascismo, cuando capta grandes masas, es sumamente peligroso; y si ha sido una tragedia su victoria anterior, lo sería mayor si logra continuar usurpando el gobierno sobre la base de potenciar todos los fundamentalismos conservadores.

 La sociedad brasileña  y Nuestra América merecen que Lula sea su próximo presidente electo y todas sus fuerzas petistas y democráticas, todas sus energías sociales y culturales, deberán emplearse a fondo para lograrlo en esta segunda oportunidad. 

Lo merecen para detener la tragedia y el caos, y abrir nuevas rutas hacia estadios menos degradantes.

•         BOLSONARO

 Jair Bolsonaro es un engendro.

Un engendro de la crisis de decadencia del capitalismo mundial y del sistema imperialista occidental en su expresión brasileña.

Es el TRUMP brasileño, sin exculpar a Biden, que en cuanto a guerrerismo internacional es tan cruel y grotesco como aquel, o más.

En Bolsonaro se condensa el militarismo reaccionario, los fundamentalismos religiosos, el racismo, el machismo, la homofobia, las facciones más feroces de lumpen burguesía, el neoliberalismo duro, la vocación ecocida… y hasta los conservadurismos por descubrir; todo esto combinado con una buena dosis de estupidez astuta y audaz.

Bolsonaro es un neofascista de tomo y lomo, articulado a esa corriente mundial.

Es un peligro cada vez mayor.

•         LULA

Lula es otra cosa.

No es un Biden ni un Trump.

No es ya izquierda revolucionaria o transformadora.

No lo fue durante su gestión de Gobierno.

No auspició ni auspicia grandes cambios estructurales

No es lo que fue.

Dejó de ser crítico del capitalismo.

 Hace tiempo renunció al socialismo como lo hizo su Corriente Articulación dentro del PT

Es una variante moderada del denominado progresismo y el independentismo continental,  ubicada entre  posiciones de centro y centro-izquierda.

Asume una línea a favor de un Estado que favorezca una distribución menos injusta del ingreso, en alguna medida capaz de contrarrestar la pobreza extrema y el latifundio improductivo, con políticas públicas impregnadas de un asistencialismo audaz y de valiosas iniciativas contra las discriminaciones racistas, sexistas y etarias.

 Aún en ese contexto, el asistencialismo es sumamente vulnerable y evade soluciones más estables y afines con el desarrollo cualitativo y los derechos de los seres humanos. 

En sencillo: es la diferencia entre regalar pescado y enseñar a pescar, o entre las dádivas temporales que fomentan parasitismos y empleos dignos o trabajo decoroso por cuenta propia.

En otro plano, Lula es un defensor de los espacios democráticos conquistados y partidario de la nueva independencia de Nuestra América.

En su ejercicio gubernamental asumió importantes niveles de autodeterminación brasileña y latinoamericanista, en interés de fortalecer la autonomía del emergente imperialismo brasileño y de aliarse a bloques no tutelados por EEUU. Su contribución a la conformación de los BRICs ha sido muy positiva. 

Aliado del variado abanico progresista continental, sin llegar a ingresar al Bloque del ALBA, supo también defender a Cuba, Venezuela y Bolivia de agresiones y bloqueos imperialistas, y fortalecer la solidaridad y la mutua cooperación con esos países hermanos y sus heroicos pueblos.

Lula impulsó y contribuyó a consolidar el espacio de los BRIC junto a otros grandes Estados no alineados con EEUU y la Unión Europea (U.E.).

Una victoria de Lula, PT y aliados amplía significativamente el bloque de países no subordinados a la estrategia de dominación y de guerra de EEUU.

 Fortalece los BRIC.

 Reduce y debilita la influencia de las derechas y las extremas derechas gobernantes del continente.

Ayuda a abrir nuevas rutas de cambios y favorece a los movimientos sociales contestatarios y a la iglesia de base de Brasil. 

Debilita el conservadurismo dentro y fuera de ese país.

 Por todo eso, frente al continuismo de Bolsonaro hay que preferir un millón de veces a Lula y su PT.

Reitero: no tengo dudas respecto a la imperiosa necesidad de que todo el petismo y las fuerzas democráticas y antifascistas de Brasil y de Nuestra América multipliquemos los esfuerzos para garantizar su triunfo en segunda vuelta.

•         ERRORES QUE NO DEBEN REPETIRSE.

Esto lo asumo a pesar  de los errores pasados de Lula y la alta dirección del PT, entre los que, por las lecciones que arrojan, es válido y oportuno recordar los siguientes:

1.-La relevante participación del Ejército brasileño, junto al Comando Sur del Pentágono de EEUU y otros países, en la nefasta intervención militar de Haití, bajo el manto de la ONU (MINUHSTAD 20O4-2017).

2.-Intermediaciones políticas en el plano internacional a favor del consorcio transnacional ODEBRECHT, involucrado posteriormente en financiamientos electorales y escándalos de corrupción.

3.-Significativa permisibilidad respecto a prácticas de corrupción y formas de hacer políticas propias de las derechas, tanto en el Estado como desde el partido de gobierno.

4.-En el caso dominicano es imposible justificar sus relaciones políticas privilegiadas con el PLD, sus gobiernos y sus aliados oportunistas; a pesar de las denunciadas gestiones marcadamente neoliberales de Leonel Fernández y Danilo Medina, con altos niveles de  entreguismo y corrupción. Otro tanto, o hechos parecidos, se dieron también en otros países.

Es nuestra convicción, que en el caso de Lula ninguna de esas vertientes cuestionadas se trataron de corrupción personal; sino de malas alianzas, maniobras  y concesiones políticas que debilitaron su imagen y lo expusieron a acusaciones falsas y tramas perversas, que finalmente fueron derrotadas.

Ojalá Lula reflexione sobre lo improcedente de esas iniciativas y esas actitudes políticas, para que su nueva gestión esté libre de ellas.

Ojala -precisamente cuando está en marcha otra intervención militar imperialista contra la autodeterminación del pueblo haitiano- no incurra en el error de comprometer a Brasil con esa indigna aventura.

Insisto: es sumamente importante que Lula, su pueblo y las fuerzas solidarias con su lucha antifascista el paso a Bolsonaro y a lo que él representa.

 ¡Brasil, Nuestra América y el Mundo merecen que sea así!

05-10-2022 // Santo Domingo, RD.

Narciso Isa Conde