Por: Celedonio Jiménez
La mayoría de la población ha acatado el llamado a cumplir con el distanciamiento social y otras medidas, hecho por las autoridades de salud, para enfrentar la propagación del covid-19. Pero como es habitual, un grupo significativo de personas, aunque indeterminado, ha desoído este llamado poniendo en peligro su vida y las de otros.
Pensamos que en la determinación de esta conducta inciden dos factores principales: su bajo nivel educativo y las perentoriedades derivadas de sus condiciones de pobreza. Sobre la educación consideremos los bajos niveles en que nos colocan, año por año,estudios como los del Foro Económico Mundial, Prueba Pisa y otros.
Sobre los jóvenes, recordemos que autoridades de Acción Educativa Empresarial, EDUCA, señalaron que en el país, para el 2014, había unos 507,000 jóvenes, queni estudiaban ni trabajaban.
Respecto a la pobreza diremos, que las mayorías pobres y vulnerables, dada su condición, tienen urgencias diarias. Por eso entendemos que las diversas entregas que les haga el gobierno (de diverso tipo), así como los servicios públicos a que recurran, deben garantizar el debido distanciamiento social. En esto el gobierno debe ser más diligente.
Ante las medidas dispuestas, o frente al toque de queda, una parte de la población ha actuado con desparpajo, ya sea por ignorancia o por necesidad. Es verdad que las personas jóvenes del país no tienen la cultura o la experiencia de “toque de queda”, pues después que finalizaron “los 12 años” del Dr. Balaguer (hace 42 años), esa práctica cayó en desuso, sin embargo, este desconocimiento no es justificación.
Es bochornoso sumar a esta conducta social, las más de 31 mil personas que hasta finales de la semana pasada han sido apresadas por violar el “toque de queda”. Bochornoso es también que en algunas barriadas, por fortuna contadas, se haya recibido a tiros a miembros de la policía que supervisan el cumplimiento dela referida restricción.
Llama la atención, de la peor manera, que bajo la cuarentena varios individuos fueran apresados penetrando a establecimientos comerciales para robar; que personas hayan sido asesinadas, como el caso de un oficial de la Policía Nacional y de un ciudadano francés; que se haga motín en la cárcel “La Victoria”; o que algunos pobladores se levanten contra la localización en sus comunidades, en espacios aislados, a enfermos.
Estemos claro, es falta de conciencia deambular por las calles sin protección, e innecesariamente.
Para enfrentar la pandemia es imprescindible tener una buena sociedad, esto es, una sociedad donde cada ciudadano cumpla con el deber, y el deber, en las actuales circunstancias es hacer lo que salva vidas; es que los policías y soldados apliquen la ley sin privilegios, y que las autoridades de gobierno, dirigentes políticos y empresarios, piensen y actúen eficazmente en favor de los afectados y de los que viven en el mayor desamparo.
FUENTE: https://eldia.com.do/cuarentena-y-conducta-social/
