miércoles, 16 de noviembre de 2022

¿Por qué los ricos no pagan impuestos en los Estados Unidos?

Por Julio César Disla

A pesar de que el sistema de producción dominante en los Estados Unidos es el capitalismo, los principales ricos en la economía norteamericana no pagan los impuestos correspondientes, como lo hacen los trabajadores y demás sectores que participan en la producción.

Reciente investigación demuestra que los impuestos pagados por los 25 personajes más ricos de los Estados Unidos, comparándolo con el valor del incremento de su riqueza, analizada en un reporte periodístico, evidencia que en el periodo en 2014 – 2018, estos magnates pagaron un tributo de 13,6 mil millones de impuestos federales, sin embargo, sus ingresos en ese periodo se incrementó en 401 mil millones de dólares, lo que demuestra que la tasa impositiva verdadera resulto ser  de 3,4 en el citado periodo de sus ingresos.

Entre el 2007 y el 2011, Jeff Bezos, considerado el hombre más rico del mundo, no pago un solo centavo federal de renta.   Desde el 2018, el fundador y dueño de Tesla, Elon Musk, identificado como la segunda persona más rica del universo, tampoco pago un centavo de renta  federales, en ese mismo listado se encuentran Michael Bloomberg, George Soros, quienes no reportaron pagar nada de renta en los últimos cincos años.    Warren Buffet reveló, públicamente, que había pagado 6,9 millones de dólares en impuestos federales el año pasado, sin embargo, frente al incremento de su fortuna personal de tres mil millones de dólares, eso es una pajita de coco.

Estos demuestra, de acuerdo a los registros del Internal  Revenue Service , IRS conocido como Servicio de Renta Interna en español, estos multimillonarios norteamericanos pagan solo unas migajas con relación a los grandes ingresos que obtienen durante el año fiscal, mientras que los trabajadores pagan el 37 por cientos de sus ingresos.

A diferencia con estos datos, en los últimos años, un hogar norteamericano con ingreso alrededor de 70 mil dólares anuales paga un 14% en impuestos federales. Este año entro en  vigor la tasa del impuesto más alta, con 37% para matrimonio que devengan  por encima a los cien mil dólares.

La conclusión final de esta lógica, destaca que los multimillonarios gringos, que representa el 1% de la población, han logrado acumular esa descomunal  fortuna, a partir de procedimientos “legales”, es decir, como dice el refrán popular: el que hace la Ley, hace la trampa.  Las inverosímiles ganancias no están definidas por las normas tributarias de Estados Unidos; como ingresos sujetos a impuestos federales de igual proporción para ricos y pobres.

Estos Tutumpotes, como dicen los dominicanos, han acumulado esa descomunal fortuna por vía de la explotación a los trabajadores, así como estableciendo las  condiciones legales en el aparato del Estado burgués e imperialista que le permita pagar lo mínimo posible de impuesto, qué bonito es el capitalismo norteamericano.

Fuente: https://deahora.com.do/2022/11/13/por-que-los-ricos-no-pagan-impuestos-en-los-estados-unidos/

                                       Julio César Disla



Solo para reflexionar

Por Rafael Chaljub Mejía 

El presidente de la Republica presentó los resultados alcanzados hasta ahora en los debates dirigidos por el Consejo Económico y Social acerca del paquete de reformas políticas e institucionales que propuso el poder ejecutivo. La discusión lleva más de un año, en la mesa encabezada por el CES se han debatido asuntos tan importantes como el medio ambiente, la electricidad, la minería, lo laboral, la ley electoral y de partidos. Está pendiente el debate relativo a la reforma de la Constitución.

Llama la atención la indiferencia injustificable que observó la mayor parte del movimiento de izquierda del país ante el debate de asuntos de tanta trascendencia como esos.

A quien se le excluyera de la mesa oficial del diálogo le ha quedado abierto es más importante de los escenarios, el de la opinión pública, el de la crítica, los planteamientos y también las propuestas en los medios de comunicación y si no se aceptan esas propuestas, entonces se educa al pueblo en el espíritu democrático y progresista de las mismas.

No vale el pretexto de que se trata de reformas y modificaciones propuestas por un gobierno como el actual, claro representante de las clases dominantes. Porque mientras no se logre el triunfo revolucionario de los oprimidos, en momentos no revolucionarios como el actual, nos tocará siempre marchar a contracorriente, librar la lucha en el campo ajeno y en ese campo mantener nuestras banderas y pelear por ellas con denuedo y con firmeza.

A los que negaban la pertinencia de participar en los parlamentos burgueses, Lenin les recordó que, en su lucha por la conquista del poder, los bolcheviques habían tenido que participar “en los parlamentos más reaccionarios del mundo”, los de la Rusia zarista.

Esa experiencia leninista ha encontrado poco eco en el movimiento revolucionario nuestro y todavía hay algunos que propugnan por el abstencionismo electoral y condenan a quienes participan en el único escenario en que se dilucida en nuestro país el problema del poder político.

No es necesario recordar la historia ya remota de las antiguas abstenciones ni el hecho histórico de que en los meses en que se discutía la Constitución de abril de 1963, el papel de los partidos de izquierda de ese entonces fue poco menos que nulo. Aunque meses después la mayor parte de esa misma izquierda se fue a las armas en defensa de esa Constitución que se hizo y se aprobó sin su concurso.

Lo preferible fuera que el régimen político, el marco jurídico e institucional, la constitución misma, se decidieran bajo condiciones revolucionarias, pero la realidad indeseada es otra y no hay que evadirla en nombre de una aspiración legítima pero imposible de cristalizar en el presente.

La ley de partidos y electoral, la modificación constitucional, la ley de plebiscito, el referéndum, las demás reformas que se introduzcan van a definir el marco en el que el movimiento de izquierda tendrá que desenvolverse y el deber político manda a hacer todo el esfuerzo por conquistar el margen más democrático posible, las condiciones más favorables para avanzar en la búsqueda de nuestros objetivos finales.

Fuente: Lucha, periódico del PCT. 2da. Edición, Nov. 2022. No. 401.

                                      Rafael Chaljub Mejía