martes, 21 de abril de 2020

CONTRADICCIÓN EXPLOSIVA

Por Narciso Isa Conde
En esta sociedad maltratada opera una fuerte contradicción entre la imperiosa búsqueda de medios de vida sobrevivencia a cargo del pueblo empobrecido, de un lado; y la amenaza del contagio y la muerte viral, del otro.
Una contradicción compleja, imposible de superar dentro de un sistema (gobierno, estado, gran capital, partidos, iglesias…) basado en una dominación que pone la economía y política de los de arriba, sus enormes ganancias, por encima de la salud y la vida humana.
Chocan así la necesidad del distanciamiento para evitar contagio (quedarse en casa), la exigencia de apretar toque de queda y cuarentena, con la necesidad de alimentación de los empobrecidos, ahora creciendo a velocidad meteórica.
Si se calculan índices de desempleo, empobrecimiento, desnutrición, hacinamiento, enfermedades, remesas en baja, déficits agua (previos COVID 19), más alto nivel de parálisis de economía formal e informal (46% y 54% de la fuerza de trabajo, respectivamente) y la reciente suspensión (sin salario) de casi 800 mil trabajadores/as, puede apreciarse mejor la gravedad del problemón.
Un cálculo conservador indica que alrededor 3.5 de millones de parados (de una población económicamente activa de 5.5 millones), para recogerse medianamente con su familia, incluso en pésimas condiciones, necesitarían de una compensación estatal mayor de los 8,500 pesos ya aprobados para a un segmento mucho más reducido.
En ese contexto existen 800 mil jóvenes sin trabajo ni estudio (NI-NI), impactados por las prácticas criminales y extorciones de la PN y DNCD, presentes el micro-trafico como medio de vida, descredito y pérdida de autoridad de los cuerpos militares-policiales, cultura alcohólica, expansión de violencia de género, y niños y niñas de la calle… lo que torna el cuadro más dramático.
El Gobierno dice disponer de 32 mil millones de pesos para dos meses de subsidios salariales, raciones alimenticias y gastos de emergencia, y los mega-millonarios donaron solo unos 700 milloncitos de pesos, sin obligaciones mayores. Pero resulta que solo la compensación salarial se llevaría 29 mil millones cada mes y con el impacto agravado del COVID habría que pensar en varios meses. Ni hablar del tema salud con un sistema desvencijado y desbordado, y una asignación de 1.7% del Presupuesto.
En esas condiciones Danilo Medina puso a Valdez Albizu y a Donald Guerrero a anunciar un indefinido y fantasioso “plan de recuperación económica” post-crisis viral, identificando posibles fuentes y aportes de 800 millones de dólares a favor de los empresarios (“agentes económicos”) bajo tutela FMI-BM-USA; mientras JCE y candidatos aceleran dispendio propio del negocio electoral, y los Ministros de Salud y Presidencia no se entienden.

FUENTE: https://www.facebook.com/narciso.isaconde.5



APOYEMOS AL PERSONAL DE SALUD, AHORA QUE AÚN TENEMOS TIEMPO

Por: Francis Santana
Apoyemos al personal de salud del país que está en el primer frente de combate enfrentando con elevado sentido de responsabilidad la pandemia del coronavirus, exponiendo su salud, sus vidas y la de sus familias.
No los dejemos a merced de un gobierno indolente e incapaz, que al parecer no le importa la suerte del personal que opera en los distintos centros de salud pública en todo el territorio nacional.
Y esta no es una exageración de ninguna manera, si escuchamos la denuncia de médicos del Hospital del Seguro Social, afirmando que áreas de ese centro de salud han tenido que comprar utensilios de protección como guantes y mascarillas, porque el Ministerio de Salud no se los ha suministrado.
De igual manera, médicos del Hospital Moscoso Puello han dicho que los materiales que están usando para su protección es el fruto de donaciones que particulares les han hecho a ese centro.


Y conste que esas denuncias no son viejas, son muy recientes, fueron hechas el pasado såbado 18 de abril, a un mes de haberse anunciado la entrada del coronavirus al país.
Uno se pregunta, si con hospitales que están ubicados en la capital, el gobierno actúa de esa manera indolente, qué estará pasando con el personal de salud en los hospitales del Sur profundo o de La Línea Noroeste?
Está muy claro de que estamos frente a un gobierno que ha demostrado hasta la saciedad, que es totalmente incompetente e insensible frente la incertidumbre y los elevadísimos riesgos que están afrontando, médicos, el personal de enfermería y todos quienes realizan determinadas labores en los hospitales públicos del país.
Ante esa dramática realidad, toda la sociedad dominicana con múltiples y variadas iniciativas, debe ir en apoyo y solidaridad a nuestros hombres y mujeres de batas blancas que se desvelan por salvar a nuestro pueblo a cambio incluso de sus propias vidas.
Pero al mismo tiempo, tenemos que reclamarle al gobierno central y de manera más enérgica, un cambio radical de su comportamiento frente a este sector, que es el que mayores sacrificios y esfuerzos está haciendo para salvaguardar a nuestro pueblo de la pandemia del Cobid-19.
Tenemos que evitar que nos suceda algo similar a lo que está pasando en Guaya en Ecuador, dónde en el día de ayer 19 de abril, ya habían muerto 80 médicos por causa del coronavirus; porque si en esta batalla por la vida mueren nuestros médicos y enfermeras; habremos perdido la guerra.