Por Fidel Soto
(La Soberanía Nacional en proceso de desmonte)
El presidente Luís Abinader aparece en una fotografía con el encargado de negocios de Estados Unidos, Robert Thomas, firmando un acuerdo entre ambas partes "donde se comprometen a impulsar leyes para impulsar la transparencia y combate a la corrupción."
Para cualquiera esto no entrañaría ningún peligro que afecte la soberanía del país, en el entendido de que cualquier contribución de una nación como los Estados Unidos, ejemplo de "transparencia en el mundo" y sostenedores del principio de "respeto y ayuda mutua entre los pueblos"; pero resulta que tal acuerdo o convenio establece que los Estados Unidos se comprometen a: "La prestación de asistencia técnicas en las fases de evaluación, redacción y aplicación del proyecto."
Al parecer en esta república del patio trasero, no hay especialistas en derecho, ni legisladores que puedan elaborar una ley propia. Por esa debilidad hay que entregar a un país que impidió la instauración de la verdadera democracia en nuestro país el derecho de: "Redactar, evaluar y aplicar" una acción, expresada en leyes que solo le compete a nuestro país como nación independiente "de toda potencia extranjera". (Duarte).
El dicho de: "la iglesia en las manos de Lutero". Se aplica aquí hoy, más que nunca. ¿Qué ejemplo de transparencia puede darnos un país que viola todos los principios de la libre competencia?
Es desconcertante que los gremios de abogados, de contadores y de otras profesiones no se den cuenta de este "intrusismo", con la carga vergonzante de que es fomentado por las élites del poder político que no entienden nada del concepto de soberanía, independencia, libertad y democracia.
La patria está en peligro.
Y no por la ley misma, sino por el origen y proyección, así como por el chef, que
está preparando el suculento plato. Nos preguntamos: ¿Quién se comerá ese
manjar? Seguro que no será el pueblo. Ya conocemos lo que sucedió con las
empresas que disque eran del pueblo.
