martes, 2 de enero de 2024

Se nos fue Tito Bejarán, un discípulo que sobrepasó al maestro

Por Julio Disla

Alejandro Bejarán Álvarez (Tito Bejarán)

La vida nos proporciona muchas experiencias, algunas son de alegría, otras son espeluznantes y desgarradoras; sobre todo cuando nos enfrentamos a la pérdida de un amigo y camarada cercano, alguien con el que ha compartido risas, lágrimas, ideas y momentos inolvidables mientras vida tuvo.

Lo conocí en Manzanillo, el doctor Tomás Ángeles, quien se encontraba haciendo una pasantía en el municipio de Pepillo Salcedo; me lo presentó; Miguel Alejandro Bejarán Álvarez (Tito Bejarán). Dé inmediato tuve la impresión de que era un joven muy inteligente, dinámico, sagaz y con mucha avidez política.  Bajo el techo de la Iglesia de Ramoncito, logré persuadirlo para que ingresara a las filas del PCT, y a la semana siguiente del primer encuentro, me entregó su carta de solicitud de ingreso a las estructuras partidarias.

Tito Bejarán, juntos a otros tres; incluyendo un sacerdote, encabezó el comité Henry Segarra Santos en el municipio de Pepillo Salcedo (Manzanillo); en los años ochenta del Partido Comunista del Trabajo; donde se inició en la política, liderando varias jordanas de luchas en favor de los campesinos y agricultores de la zona.  

Así empezó a exhibir las condiciones humanas que eran propias de él, y era que en cualquier momento y circunstancia, Tito Bejarán siempre estaba dispuesto a ofrecer una mano amiga o un hombro en el que apoyarse, sin importar los riesgos ni las circunstancias.  Esta generosidad y voluntad de lucha que emanaba de él eran cualidades que todos admirábamos profundamente.

Los recuerdos compartidos con el ingeniero Miguel Alejandro Bejarán Álvarez (Tito Bejarán) son tesoros que atesoraremos por siempre. Desde los encuentros de estudios de políticas en el organismo, las conversaciones profundas hasta las aventuras espontaneas que vivimos juntos, cada momento compartido se convierten en un testimonio vivo de su impacto en nuestras vidas.

Cuando nos conocimos, Tito no había terminado su carrera universitaria; fue entonces que requirió autorización partidaria para  regresar a la capital a preparar el monográfico y graduarse. El organismo le envió la carta de ruta al Comité Central, que era el protocolo existente; pero el responsable asignado no le dio el seguimiento de rigor y nunca lo convocó, provocando disgusto en Tito, llevándolo a las filas del Partido de la liberación dominicana (PLD).

Ya en la fila del PLD lanzo su primera candidatura a sindico en el municipio de Pepillo Salcedo en 1990; perdiendo por una diferencia mínima. En 1998 fue candidato a senador por el PLD sin lograr salir airoso; pero fue en el 2008 cuando logró alcanzar el triunfo como diputado nacional, simultáneamente, también fue electo miembro del Comité Central de esa organización.

Tito Bejarán, en su paso por la Cámara de Diputado, se destacó en los debates para la modificación de la Constitución del 2010; cuando fijo su posición favorable a que se acogiera las tres causales en el Código Penal, juntos a una minoría de legisladores, lo que le genero un rechazo de la cúpula de las iglesias.

También en su momento se opuso a la aprobación de la compra de los aviones Super Tucano, argumentando en su posición la falta de inversión en obras en su provincia, lo que le genero amenaza de expulsión del partido por sectores del presidente de turno doctor Leonel Fernández Reyna, encabezado por el ingeniero Víctor José Diaz Rúa. También sometió algunas resoluciones e iniciativas en favor del desarrollo regional.  En los gobiernos de Danilo Medina, (2012-2020), el ingeniero Miguel Alejandro Bejarán Álvarez (Tito Bejarán), fue director de la Dirección General de Desarrollo Fronterizo (DGDF).

Sus ideas plasmadas en escritos, discursos y conversaciones quedan para la eternidad. Hay un articulo de Tito Bejarán que destaca el valor del líder, entre lo que subrayaba el compromiso con las ideas y con la sociedad; sentenciando, además, que “el líder debe encarnar los mas genuinos ideales e intereses del conglomerado que representa”. Para Tito el líder “tiene el deber de impulsar por todos los medios a su alcance el conocimiento de ese anhelo o demanda social, hasta convertirla en una demanda universal si se pudiera”.

Mi relación con Tito Bejarán nunca se diluyó; siempre había ese respeto común, muy a pesar de las diferencias partidarias, cuando podíamos juntarnos o hacer comunicación, no abordábamos los asuntos partidistas; así mismo con su hermano Helvio Bejarán, porque a ambos siempre lo considere y lo considero revolucionario y de izquierda.

Cuando Helvio me informó de los problemas de salud de Tito, que estaba en Nueva Jersey recibiendo tratamiento médico; inmediatamente hice comunicación con su hija Alejandra Bejarán Torres; ¿indicándole mi interés en saber cómo estaba Tito?  Alejandra me respondió: “Buen día Don Julio, gracias por su mensaje. Mi padre un poco mejor dentro de su cuadro. Él le envía muchos saludos”.  Dos días después le envíe el siguiente mensaje: “Buenos días, Alejandra, si existe la posibilidad de ir a ver a Tito, me lo hace saber, deseo ir un fin de semana; espero que todo siga mejorando, un abrazo cordial, Julio.”

Alejandra: Saludos don Julio. Gracias por su aprecio. Ahora no estamos recibiendo visitas por cuestiones de la quimio y la baja inmunidad que se puede presentar, los médicos “nos indicaron que no debemos recibir visitas para evitar situaciones”; pero en cuento nos den luz verde, yo le dejo saber”.

Días después, la noticia fue desgarradora, Tito Bejarán, mi discípulo aventajado, se nos fue el primero de octubre, hace hoy tres meses. El dolor ha sido fuerte para su esposa Lidia Janet Torres de Bejarán, para sus hijos(as); para su madre doña Urania Álvarez viuda Bejarán; para sus hermanos(as) Helvio, Adalberto, Ana belka, Lissette, Wanda María, José Juaquin, Johanna Bejarán Álvarez, así como para Carmen, Ramona Bejarán Álvarez.

La pérdida de un amigo querido es una prueba difícil de reponer; pero convertir el dolor en fuerza y asumir su legado como referente imperecedero para mantener viva su memoria es un compromiso que no se puede delegar.  En memoria de Miguel Alejandro Bejarán Álvarez (Tito Bejarán), sigamos adelante con su gratitud por haber compartido parte de nuestras vidas con una persona tan especial y sigamos compartiendo sus ideas, sus luchas y su entrega por los demás, con amor y con espíritu por un mundo mejor de justicia y de igualdad social.

Julio Disla