miércoles, 9 de diciembre de 2020

RÉQUIEM Y ESPERANZA POR LA ROJA BANDERA


        " Mi bandera no se baja,

        ella siempre estuvo

                   arriba.

         Es el alma de mi patria

         y por ella doy mi vida." María Encarnación E.


Por Fidel Soto

Minerva, Manolo y Polo, en recipiente de cristal guardaron la tintura roja, para pintar el porvenir de su pueblo que llegaba por  los aires de América, en la influencia del Granma liberador.

Su rojo intenso se posó en un lienzo bajo el cual se cubrieron las ideas redentoras de un junio y un noviembre, unido en santa fe del marxismo leninismo a la euforia ardiente del maoísmo desafiante.

Al verde y negro espacio le hicieron. Se fundieron en pensamiento y armas.

Ascendía, pero envuelta en la rebatiña de antaño que hizo tanto daño. En un tiempo la epopeya abrileña le trazó el camino. Pero no lo entendieron.

De Foco en Foco, se hicieron intentos e intentonas, en retiradas forzadas de fracasos y fracasos. No se reponía la invalidez de un camino, equivocado por una  ilusión óptica y un espejismo constante.

Fue decreciendo, con aleteos de cambios y unidad, más no pudo sedimentar la esencia. Las fuerzas centrífugas empujaron fugaces destellos que paulatinamente desaparecieron.

De Frente en Frente  se fue apagando. No sobrevivió a  intrigas y ambiciones de esa esencia pequeño burguesa que se aferra a todo, menos a lo colectivo.

La arriaron manos criminales y  engañosas con artilugios y caramelos en creencias idólatras de seres ocultos en la sombra tenebrosa de vacilación y cobardía.

De salto en salto como lagarto se fueron aferrando a puestos y canonjías que al final le cobraría esa malsana osadía de olvidar lo que fueron un día.

Los tiempos heroicos se olvidaron. Con hipocresía, hacen creer continuidad con actos, discursos, misas y panfletos recordatorio para resaltar  egolatría.

Mantienen falsas siglas de valores, pisoteados, porque vendidos están. Unos por las prebendas, algunos arrepentidos y otros como traidores .

Hoy, el paño rojo luce desteñido como trapo viejo, aferrado a un fino palo de  madera carcomida  de comején. El rojo lo pusieron rosado y al verdinegro, le quitaron el negro, dejando solo un verde oscuro como lama de pantano.

Con pena y nostalgia la creímos ver, ya tirada en el suelo de un patio cualquiera, y recordamos aquellos tiempos, cuando poderosos brazos proletarios con fuerza la agitaban.

Desteñida, descolorida, harapienta y aún así, flota con fuerza, no solo en el imaginario, sino en la vida cotidiana y en el sudor y  la sangre que derrama el pueblo trabajador.

Se escuchan  los versos: "Mi bandera no se baja, ella siempre estuvo arriba. Es el alma de mi patria y por ella doy mi vida". Por la tricolor se ha dado la vida, Por la verdinegra  también y por la roja siempre, en  fraterna unión.

Esa bandera roja no morirá, flotará porque la impulsa el aliento justiciero, la verdad resplandeciente, el torrente sanguíneo de los desposeídos. Las cometas de los niños y el  vuelo del guaraguao.

Su rojo no es del atardecer. Es del amanecer soleado que expande luces de conciencia y valor por la liberación de toda la humanidad. La hoz segadora del sembradío y el martillo constructor que derriba las paredes de la opresión.

No importa que los piratas de acorazados la cambien por la negra con calavera y asalten con espadas a la nave nodriza.

Un solo brazo que la sostenga es una señal de victoria ante el férreo poder explotador. A ese brazo solitario se unirán más, muchos más, en rebeldía y resistencia por y hasta la victoria total.


28-11-2020.

(En recuerdo del 60 aniversario de la fundación del Movimiento Revolucionario 14 de junio y en homenaje a las hermanas Mirabal, a la Bandera Nacional ( la tricolor), la Bandera Verdinegra del 1J4 y la Bandera Roja del Comunismo).