miércoles, 5 de febrero de 2020

¿QUÉ DEBE HACER LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA PARA AVANZAR Y ALCANZAR SUS GRANDES OBJETIVOS? (VI-X)

Por: Francis Santana
Si la izquierda dominicana no ha contado con una escuela de formación política para capacitar a su membrecía, no ha sido por carencia de recursos; más bien, por falta de visión. No entender que sin un significativo contingente capacitado política, ideológica y técnicamente, la causa revolucionaria es en extremo difícil, pueder convertirse en una exitosa realidad.
La concepción marxista sostiene, así lo ha confirmado la historia en todos los tiempos y sociedades, que el recurso principal en la lucha revolucionaria es el humano; el pueblo, las masas trabajadoras.
La izquierda dominicana -orgánica y no orgánica- cuenta con abundantes recursos humanos calificados para crear, consolidar y sostener una escuela política capaz de formar, no solo a la militancia organizada, sino además, a lo mejor del movimiento popular y revolucionarios independientes. Convertirlos en el más sólido soporte teórico, táctico y estratégico de la revolución de liberación nacional y socialista.
Algunos preguntarían: ¿y dónde están esos recursos humanos con esas características?
Y les podemos responder diciéndoles: se encuentran en el seno de los intelectuales y dirigentes revolucionarios que creen en la revolución; siempre han estado al servicio de los mejores intereses de la nación, muy a pesar de los difíciles momentos que ha vivido y que está viviendo nuestra causa emancipadora. Nunca han claudicado y no se han pasado a la acera del enemigo de clase.
Entre ellos contamos con destacados profesionales y especialistas en las áreas: FILOSOFÍA, ECONOMÍA, SOCIOLOGÍA, PEDAGOGÍA, POLITOLOGÍA, ANTROPOLOGÍA, HISTORIA, ESTADÍSTICA, MEDIO AMBIENTE, COMUNICACIÓN, DERECHO,TEOLOGÍA y en decenas de áreas del saber y del conocimiento científico.
Ese personal se encuentra en el seno de nuestras filas y fuera de ellas; pero dispuesto en su mayor parte y en cada momento a responder positivamente a un llamado responsable para emprender un esfuerzo educativo que contribuya a echar la revolución hacia adelante. Y a la construcción de una sociedad en la que prime la solidaridad; acabemos definitivamente con las grandes desigualdades sociales y vivamos en armonía con la naturaleza.
Tenemos el personal calificado para ponerse al frente de la escuela política, definir los contenidos y la metodología de la misma. Debemos atrevernos a dar un paso al frente, sin vacilaciones, ni temores a la magnitud de este desafío.
Personal de calidad tenemos; nos corresponde comprometerlo en este proyecto, sabiendo emplearlo a partir de sus competencias, fortalezas y creándole el suficiente entusiasmo para el establecimiento y el avance de una empresa revolucionaria de largo aliento, como la que estamos proponiendo.
En la próxima entrega hablaremos de las infraestructuras materiales y de otros recursos con que podemos contar para la escuela revolucionaria de formación política.

FUENTE: muro en Facebook de Francis Santana, militante revolucionario.



CAPITALISMO, CRISIS AMBIENTAL Y ALTERNATIVA

Por Narciso Isa Conde
El Planeta Tierra se ha tornado cada vez más árido, caliente, envenenado, contaminado… Con menos bosques, menos vegetación, menos manglares, menos fuentes de agua (lluvias, ríos, lagos, manantiales…). Menos habitable.
Más agredido y depredado.
Más vulnerable.
Con más población empobrecida, con mayores riegos catastrófico.
El Planeta Tierra y la Humanidad que lo habita padecen una crisis ambiental con tendencia a una crisis de existencia.
Esa realidad pesa con mayor fuerza sobre los territorios históricamente sometidos al coloniaje imperial.
Tal crisis compromete el presente y futuro de la presente civilización y conspira contra su existencia. Y tiene una carga mortal superior a otras, en tanto no solo atenta contra la vida de las generaciones presentes sino además de los seres humanos por nacer.
· EVOLUCIÓN PARA PEOR.
En estos tiempos resultan alarmantes las degradaciones y adulteraciones que tiene lugar en la naturaleza a consecuencia de los cambios físicos, biológicos, químicos y tecnológicos operados a la luz de la evolución del capitalismo desde su origen hasta la actualidad.
Esos cambios se han mezclado con la esencia perversa de este sistema de dominación, en la que el afán de lucro de los capitalistas tiene supremacía sobre las necesidades humanas.
La búsqueda de ganancias al máximo nivel posible interviene no importa los daños que ese propósito ocasione a la Madre Tierra y a la vida misma en el sentido más amplio del término.
Como se afirma en la Tesis Ambiental del Movimiento Caamañista Dominicano: “Con el surgimiento de la propiedad privada y las clases sociales, se inició un proceso de apropiación del producto del trabajo social que separa la transformación de la naturaleza de su razón primaria: la creación de valor de uso o satisfactores de necesidades, para ponerlos al servicio de la expansión del capital y de la acumulación particular”.
Ese proceso asume ya modalidades de tragedia social.
Porque el impacto de los métodos productivos y extractivos, el derroche consumista, la imposición de necesidades ficticias, las técnicas degradantes para aumentar la productividad del trabajo e intervenir sobre el suelo, el subsuelo y el sobresuelo, sin tener como centro el ser humano y su Casa Común planetaria, potencian la propensión al desastre.
Porque las repercusiones negativas de las dominantes dinámicas explotadora, depredadoras y contaminadoras del transporte, turismo, industria militar y farmacéutica y agropecuaria, se han tornado altamente empobrecedoras y destructivas de la naturaleza y la humanidad; aumentando la vulnerabilidad de la poblaciones, de las estructuras creadas y su funcionamiento, así como la frecuencia de los fenómenos naturales.
Los desequilibrios ecológicos se tornan de especial gravedad al impactar negativamente esos fenómenos la capa de ozono, las temperaturas ambientales, los glaciales, la conducta del agua en la atmósfera, las propias fuentes de agua en suelo y subsuelo, la recirculación e intensidad de los vientos, los mares, las costas, la biodiversidad, el aire que se respira y los organismos vivientes.
La calidad de la vida humana está cada vez más afectada, en tanto los enormes avances científicos y técnicos no son fundamentalmente aplicados para aumentar la felicidad colectiva de los seres humanos, sino para elevar las ganancias capitalistas y acumular riquezas y capitales en una parte reducida de los integrantes de la sociedad en cada país, región y a escala global; provocando a la vez un empobrecimiento del planeta que se vuelca principalmente contra de grande segmentos de la humanidad empobrecida en todos los continentes y contra los/as trabajadores/as del mundo.
Cada vez más los procesos productivos -necesarios para crear valores de uso- se separan de su real finalidad (que es satisfacer necesidades colectivas e individuales), al imponerse la ganancia y la acumulación de riquezas en pocas manos como móvil esencial de las grandes obras, empresas productivas y de servicios en manos privadas.
· LOS GRANDES DAÑOS AMBIENTALES QUE PROVOCAN LOS DE ARRIBA, LOS SUFREN LOS DE ABAJO.
La mayor parte de los daños ambientales provocados por un capitalismo irremediablemente voraz y destructivo –agravados tales atributos del capitalismo en el curso de la denominada era neo-liberal- los pagan y sufren los de abajo en progresión continua. A mayor discriminación y exclusión por razones de clase, género, edad, color de piel y coloniaje, mayor carga de precariedades y sufrimientos.
En nuestro Caribe, los casos Puerto Rico y Haití son ejemplos extremos de una trágica actualidad; espejos, por demás, de lo que les espera a República Dominicana y otras islas caribeñas cuya naturaleza ha sido también sensiblemente diezmada –y aun más amenazadas en el presente y futuro próximo- por granceros, depredadores de bosques, compañías mineras, cadenas hoteleras, estructuras vulnerables frente a huracanes y terremotos, industrias contaminadoras de ríos, mares y corrientes subterráneas.
El capitalismo y el imperialismo de estos tiempos, sus modelos de expansión y acumulación basados en las nuevas guerras de conquista y re-conquista de territorios y recursos naturales, la intensificación de la depredación y el saqueo, el consumismo superfluo y la sobre-explotación en boga, conducen a un agotamiento más rápido de recursos y medios de vida; reduciendo su oferta, precarizando sus reservas, aumentando el poder de la demanda e incrementando brutalmente los beneficios donde quiera que impere el control del capital privado sobre ellos.
La escasez de recursos naturales opera así como mecanismo de enriquecimiento de minorías con poder, incluyendo en el caso de bienes tan vitales como el agua.
El valor de cambio se impone sobre el valor de uso en elevadísima escala y con altos grados de insensibilidad social y criminalidad. La naturaleza va perdiendo valor de uso mientras se deteriora en gran escala y se privatiza lo que va quedando de ella.
· OPONERLE A LA PRIVATIZACION, LA SOCIALIZACIÓN.
Así, la privatización del agua y de toda la naturaleza, es concomitante con los daños que se le infringen a todas las fuentes de vida, a consecuencia de las posibilidades del súper-lucro privado que genera el creciente dominio del capital sobre el trabajo y el predominio de lo privado sobre lo social y lo público; a lo que se le agrega la corrupción impune de partidocracias asociadas a él, motivadas por sus intensos afanes de enriquecimiento rápido, a cualquier precio.
El imperialismo, por demás pentagonizado y gansterizado, ha devenido en ecocida.
Al paso de los años ha evidenciado ser un sistema ambientalmente insostenible. No hay manera de superar la crisis ambiental sin abolirlo y sin crear una opción en la que predomine el
interés de la colectividad humana, construida al calor de las peleas cotidianas en defensa de un ambiente sano.
La transformación ecológica es inseparable de una transformación revolucionaria que socialice la propiedad, el poder, el acceso a los valores de uso y garantice una relación armónica de los seres humanos con su entorno natural.
Que desde las multitudes sacrificadas, imponga lo colectivo sobre lo privado, el respeto a la Madre Tierra y la felicidad humana como objetivo del desarrollo.

FUENTE: https://www.facebook.com/narciso.isaconde.5/posts/519211762051723



POR UNA JCE TRANSPARENTE E IMPARCIAL

Por: Fortune Modeste Valerio

Para tener una Junta Central Electoral (JCE) transparente e imparcial, su constitución no debe estar sesgada por el partidismo, violaciones a la ley y a la imposición de la voluntad del Poder Ejecutivo. Ha sido una mala práctica, muy frecuente, constituir un organismo rector como un traje a la medida, del gobernante de turno. Y preparar fraudes electorales que garantice la continuidad en el poder o un triunfo particular.

La Constitución de la República en su Artículo 212 y párrafo IV, establecen con mucha claridad que las autoridades electorales deben organizar, dirigir y supervisar los procesos; sustentado en los principios de libertad, transparencia, equidad y objetividad. De manera tal, que los miembros de la JCE están obligados por la Carta Magna a montar unas elecciones limpias, en igualdad de condiciones y confiables.

Cuando se violan los principios de libertad, transparencia, equidad y objetividad, la JCE está invalidada constitucionalmente para organizar elecciones. Los compromisos partidarios y los privilegios que reciben, algunos miembros, del gobierno son incompatibles con las funciones de ser rectora y competidor al mismo tiempo. Tres integrantes de la Junta están comprometidas con partidos políticos, aceptan beneficios y prebendas del oficiales; por consiguiente, sus decisiones no ofrecen confianza, ni diafanidad.

Las primarias internas recién celebradas, es el mejor espejo para observar lo que nos espera en los comicios electorales del 2020. Se convirtieron en un mercado persa nunca visto, donde el dinero circulaba mayor que en el mes diciembre, cuando dan el doble sueldos y bonificaciones. Son elecciones normales, en cualquier país, aquí fueron de vida o muerte, el gobierno abusó con el uso y abuso de recursos público, por la permisividad y complicidad de la JCE.

El mayor fraude se cometió en la cara de todos/as y con la complicidad de la JCE, al permitir un gasto desorbitado por la gente del gobierno. Nada más observar los incrementos de los gastos en los meses de agosto a septiembre. Dependencias como Obras Públicas y Presidencia de la Repúblicas, hicieron fiestas con los bienes públicos. Tampoco hubo monitoreo en el uso equitativo de los medios de comunicación, ni control en los recursos de campaña. El candidato del oficial salía hasta en la sopa y el cementerio.

Una Junta Electoral que esta comprometida con favorecer a uno de los contendientes, está descalificada para arbitrar los comicios electorales. Los compromisos políticos y los privilegios oficiales, que tienen la mayoría de los miembros de la JCE, obligan a sus integrantes a renunciar de sus funciones. Ya que el gobierno del PLD que preside Danilo Medina Sánchez tiene sus candidatos a participar, precisamente en las elecciones del 2020.

Las elecciones presidenciales, congresuales y municipales serán cruciales; la atención nacional e internacional estarán enfocada en ellas; su organización, su transparencia, su equidad y sobre todo su confiabilidad. La JCE será responsable de lo que suceda en el montaje, transcurso y resultados finales. Nadie podrá detener, si hay fraude, la ira acumulada, de la población, explotará con más fuerza cuando un volcán expulsa la tapa que le impide respirar.

No podemos olvidar el abuso imperdonable de rechazar el reconocimiento electoral del, partido político, Movimiento Patria para Todos/as (MPT). Violando los principios de equidad e igualdad en el tratamiento imparcial de sus decisiones. Organización que cumplió con más de un 90% de los requerimientos legales exigidos por la ley.

La sociedad dominicana debe poner mucha atención, con escrupulosidad, a las autoridades de la Junta Central Electoral JCE; en sus actuaciones para organizar, dirigir y supervisar las elecciones presidenciales, congresuales y municipales a celebrarse en el 2020. De continuar, su parcialidad, permisividad y complicidades, podría ser la “chispa que incendie toda la pradera”.

(Artículo publicado, 6 de noviembre de 2019, en el periódico digital Acento)

FUENTE: https://acento.com.do/2019/opinion/8747595-por-una-jce-transparente-e-imparcial/