Por Manuel Salazar
A propósito de la ida a destiempo
del camarada Brígido Peguero
Se nos fue físicamente, a destiempo el camarada Brígido Peguero, líder del MPD. Militante revolucionario consagrado.
Una gran pérdida para su partido y el movimiento revolucionario dominicano e internacional.
Toca mantenerlo vivo en nuestros corazones, mentes y puños.
Y ante un hecho, así lamentable como inesperado, recomiendo a sus camaradas de partido y a todos los revolucionarios, hacer hoy todo lo que toque hacer hoy, y no postergarlo para mañana.
Porque es claro que la frontera entre la vida y la muerte es imperceptible. En fracciones de segundo podemos pasar de la una a la otra.
Brígido era un ser humano lleno de vida; con muchos planes y voluntad de hacer cosas para la revolución y la vida general, y se nos ha ido. "Así tan sencillamente". Es difícil asumirlo, creerlo. Pero así es.
Hace alrededor de un mes conversamos sobre la necesidad de publicar sus trabajos científicos, como biólogo dedicado a la botánica.
Revistas científicas extranjeras han publicado descubrimientos de Brígido, y pocos lo sabemos.
Por esos días en que conversamos me llamó para hablarme de unas flores que habían sido abundantes en mi pueblo, Sosua, y me dijo que sobre este nombre habían dos hipótesis, una relacionada con la lengua taina, en la que Sosua podía significar "lombriz", y que esta era la forma que en su recorrido tomaba el río con ese nombre del cual el pueblo asumió la denominación.
La otra hipótesis, me dijo Brígido, podía estar relacionada con las flores Osuas, que por allí fueron muy abundantes en un tiempo.
Él había investigado sobre estas flores.
Fue cuando le dije que publiquemos sus trabajos.
Le hablé de los aportes de Felix Servio Docoudray al conocimiento y difusión de la flora dominicana.
Sencillo, como siempre, en principio no consideró que debía hacer esa publicación. Pero insistí y quedamos en que le diera un tiempito para hacer algunas recopilaciones y entonces hablaríamos de ese posible proyecto.
Y ya ven. El camarada se nos ha ido, a destiempo. Y se ha quedado en gavetas, hasta ahora, una obra científica en el campo de la naturaleza, de un militante revolucionario que casi todos conocimos por su dedicación a la revolución política y social.
La lección, dura por cierto, es hacer hoy lo que toca hoy, y mañana lo de mañana.
Manuel Salazar
