A 55 AÑOS DE LA MUERTE DEL CORONEL FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ Y SUS COMPAÑEROS DE LA OPERACIÓN LAZO
Por: Fidel Soto
El 19 de diciembre del 1965 los militares constitucionalistas asistieron a la ciudad de Santiago para rendir homenaje al Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, herido mortalmente en la espalda el 19 de mayo del 1965, por soldados norteamericanos, cuando intentaba recuperar el Palacio Nacional. Sus restos mortales yacían en el Cementerio Municipal.
Allí Fueron atacados por las fuerzas reaccionarias de los generales traidores y entreguistas. Muriendo el Coronel Juan Maria Lora Fernández y el sargento Domingo Peña.
Seis meses después se realizó otro homenaje al héroe nacional, organizador y jefe militar del movimiento constitucionalista en la calle 30 de marzo esquina callejón Imbert. Se colocó una tarja en honor a los caídos: Rafael Tomás Fernández Domínguez, Juan Miguel Román Fernández, Euclides Morillo, José Jiménez, Ilio Capozi y Daniel Latou. El acto fue organizado por el Movimiento Revolucionario Catorce de Junio. La moderación a cargo de Arismendy Diaz Santana. Las palabras centrales la pronunció la viuda del Coronel Fernández, la joven Arlette Fernández. Vestida de negro y con lentes oscuro impactó a los presentes con su discurso, haciendo brotar lágrimas entre la multitud que la observaba y sentía gran pesar por ella y sus cuatro hijos.
El acto fue cerrado con las palabras de Virgilio Bello Rosa, en representación del 1J4. Dos meses después, la tarja fue desprendida y en su lugar pintaron letreros que decían: ¡ESTO LE PASARÁ A LOS COMUNISTAS! ¡MUERTE A LOS COMUNISTAS!
Pasado 13 años, el 19 de mayo del 1979 el profesor Juan Bosch, organizó en el Conservatorio Nacional de Música otro homenaje al héroe. Hablando en el acto al que asistieron doña Arlette Fernández, Cucho Rojas Fernández, Coronel Hernando Ramírez y gran parte de los participantes en la insurrección de abril, el presidente Bosch dijo que el 19 de Mayo del 65 había caído una estrella. Contó su relación con el coronel Fernández desde el día que se conocieron en una casa en el ensanche Ozama y dijo que Fernández era el dominicano que más le había impresionado. En el héroe reconoció que tenía dos cualidades excepcionales como militar, aparte de su valor e inteligencia: Saber mandar y saber obedecer. Que Ese día perdió a un hijo y no lloró, no porque no quiso, sino porque en esos momentos difíciles no debía hacerlo.
Ciertamente, ese día no cayó sólo una estrella, sino una constelación que al caer rebotó en el asfalto circundante del Palacio Nacional, convirtiéndose en racimo radiante que nos alumbra el camino para seguir transitando en los oscuros laberintos en que hunden nuestra patria. Este 19 de mayo recordamos y rendimos homenaje al coronel Fernández y a los demás héroes caídos con el compromiso de no ceder en la lucha contra las injusticias y los privilegios.