jueves, 6 de octubre de 2022

Notas elementales de política unitaria

Por: Manuel Salazar 

La unidad es un espacio y momento, grandes o pequeños, en el que confluyen coincidencias, criterios y voluntades en busca de un objetivo. Ahí se llega afirmando en lo que se coincide; haciendo concesiones, renunciando a parte de los intereses e ideas propios, todo en favor de un acuerdo que ponga a sus participantes en mejores condiciones de alcanzar un objetivo común, o avanzar hacia el mismo. 

La unidad es una síntesis de coincidencias y concesiones entre partes que se unen en busca de un propósito.

En unidad, se da y se recibe, y las partes quedan en conformidad, y así, en la voluntad de trabajar con resolución para alcanzar los objetivos comunes propuestos. 

No existe verdadera unidad sin coincidencias esenciales, y sin que las partes recorten algo de lo propio en favor del conjunto. 

Estos criterios han atravesado las experiencias revolucionarias más trascendentes y los procesos de avances democráticos; desde  la  parte-  historia  revolución de octubre de 1917, liderada por Lenin;   la gloriosa  de Cuba, encabezada por el comandante Fidel Castro desde los años de 1950 en adelante: e  incluyendo los pronunciados cambios hacia delante de la llamada ola progresista  que ha tenido lugar en Venezuela, Bolivia,  más reciente en Colombia, y en otros países de América Latina en los últimos 20 años.

Y es así, se miren esos procesos a través de conceptos teóricos de análisis; o se haga con la política "de oído", como es lo dominante en la República Dominicana.

 Los hechos son los hechos sobre la cuestión de la unidad política.  Estos son tan frecuentes y constantes en una esencia, que convierten en ley que esta es, una suma de coincidencias y concesiones mutuas entre las partes.

Manuel Salazar