sábado, 30 de enero de 2021

¿QUIÉN OCUPARÁ  EL ESPACIO VACÍO PARA AVANZAR?

Por Fortune Modeste Valerio 

La derrota del PLD ha provocado la creación de un nuevo escenario que debe ser aprovechada por las fuerzas revolucionarias y avanzar evitando su interrupción, por pendejadas, hacia mejores condiciones organizativas que permita tener peso específico en la sociedad. 

Una nueva ambientación política que permite profundizar la democracia, frágil; empezando dándole forma a la justicia, desenredar la madeja corrupta que favorecen a políticos y empresarios, transparentar las acciones del gobierno, entre otras cosas. Y, sobre todo, un aire fresco donde los ciudadanos pueden airear sus descontentos y aprobación, ante las ejecutorias del presidente Abinader y sus funcionarios. 

El clima es apropiado para ejercitar las condiciones físicas e intelectuales de los revolucionarios. Con inteligencia y destreza podemos avanzar, si sabemos ubicarnos en tiempo y espacio. El único partido político que puede exhibir sus músculos, muy débiles, es el PRM, gracias a su llegada al poder. Los otros, desacreditados y confundiendo a la población, maquinando, buscando la forma de limpiar su hoja, sucia, de servicio público. 

No hay de otra, es la oportunidad de los revolucionarios demostrar capacidad, serenidad y profundidad en sus análisis, respetuoso y firme en sus críticas, y tener en las manos las soluciones a los problemas económicos, políticos y sociales que afectan a la sociedad. Sin olvidar, para que no se vuelvan locos, que transitamos por un proceso democrático dentro del capitalismo. 

Decíamos, estamos ejercitando el cuerpo. En lo que respeta a los muchachos, aunque conservan sólidas experiencias de luchas y sacrificios, y una simpatía, emocional, generalizada en un sector importante de la población, los mismos se encuentran dispersos y, muy lamentable, dividido. Y así, como decían antes, con qué fuerza se casa un guardia. 

Si deseamos ocupar ese espacio vacío, tenemos que andar rápido, no muy de prisa para que no choquen y extravíen el camino. Ponerse de acuerdo en torno a la visión del momento histórico que transitamos, y cómo meterle mano. Si se ponen de locos viejos, Leonel está al acecho, como el gato. 

Estoy consciente de la existencia de diferentes enfoques del momento histórico. Sin embargo, no podemos repetir el mismo comportamiento de siempre y dejarles el escenario, nueva ambientación, a los partidos tradicionales que se alternan el poder. Transitamos un proceso democrático burgués en una sociedad atrasada y dependiente, donde se llega al gobierno, por ahora, a través de elecciones. 

En América Latina y el Caribe se ha demostrado que la democracia, verdadera, para adecentar a la sociedad con justicia social se alcanza con los revolucionarios, progresistas y demócratas. Cualquier equivocación provocará la repetición dolorosa de gestiones gubernamentales al servicio, desproporcionado, de los sectores económico dominante y a la dependencia extranjera. 

Con esta claridad no se necesita espejuelos. “Ponerse las pilas”, desde ahora, para articular una poderosa, de lo pequeño a lo grande, alternativa política unitaria que aglutine a los revolucionarios y todos los sectores que desean trabajar en la construcción de una verdadera democracia con justicia social que impulse un nuevo modelo económico y mantenga una política internacional sobre la base del derecho a la autodeterminación de los pueblos, de buena vecindad.



 

 

 

 

 


UNA DECLARACIÓN SALUDABLE

Por Rafael Chaljub Mejía

Del lobo un pelo, dice un viejo refrán y algo es algo decimos en nuestro país. Así, por mínimo que sea, quien ha sido crítico con la política del gobierno ante el caso venezolano, está en el deber de acoger con buen ánimo la declaración del canciller Roberto Álvarez, según la cual el Gobierno dominicano retira el reconocimiento al inexistente gobierno de Juan Guaidó y agrega que debe haber una salida negociada con el presidente Nicolás Maduro como interlocutor.

La realidad se ha impuesto. Lo de Guaidó no pasó de una vulgar caricatura y no sé cómo tantos países acompañaron a Estados Unidos en eso de pretender darle categoría de jefe de Estado a un sujeto que sin que nadie lo haya votado para el cargo, se proclama presidente en ejercicio, cuando nunca tuvo control ni de un metro del territorio venezolano ni poder para hacer cumplir ninguna de sus decisiones. Mucho duró ese mamotreto para terminar de morir sin pena ni gloria.

De todos modos, saludemos el hecho de que el gobierno nuestro se haya inclinado ante la realidad, deje a Guaidó en su laberinto y aunque siga diciendo que rechaza a Maduro, reconozca que es con él con quien hay que sentarse a hablar.

Entre las cosas que deben reconocérsele al presidente Luis Abinader, hay que incluir el sentido del equilibrio y el aplomo con que se maneja en los asuntos internos. Ojalá el anuncio del canciller indique que en lo adelante se manejará con ese mismo estilo frente a Venezuela.

El Presidente tiene la oportunidad de hacerle un gran aporte a la coexistencia pacífica y la paz en la región, pero si con esto no peco, debo advertir que no se puede hablar de dialogar con Maduro si al mismo tiempo se le acosa y se le desconoce. Maduro no le puede dar la mano al que tiene el puño cerrado para golpearlo.

Yo tampoco apoyo todo lo que Maduro dice y hace, pero lo ha llevado a donde está y él se ha ganado el derecho a ser soberano.

Maduro siempre ha estado dispuesto al diálogo. Recordemos que en nuestro propio país se concertó un acuerdo que no se suscribió, porque intervino Washington y se saboteó la firma.

Ojalá el gobierno nuestro vuelva sobre sus pasos y recupere su calidad de mediador en este conflicto que nunca hubiese llegado a donde está si hubiesen dejado a los venezolanos manejar sus propios asuntos.

Fuente: Una declaración saludable | El Día (eldia.com.do)