miércoles, 8 de julio de 2020

DERROTADA SU ESTRATEGIA, EL PRESIDENTE TERMINARÁ: ¡SIN GOBIERNO, SIN PARTIDO Y SIN IMPUNIDAD!


Por: Fernando Peña
Resulta incuestionable que la política trazada por el presidente de la República de asegurar un gobierno danilista sin ser el candidato, fue el esquema surgido tras la imposibilidad de imponer su reelección, como fórmula de continuidad en el poder por parte del grupo  que completó 20 años de hegemonía y control peledeista del Estado dominicano.
Danilo Medina controló el PLD estructuralmente desde el segundo periodo de Leonel Fernández y aunque tuvo que reconocer “que lo derrotó el Estado”, logró imponer una estrategia que debilitó el leonelismo, le impidió continuar siendo el Presidente de la República, se vengó de él y construyó la última fase de la estructura delictiva más poderosa al frente del gobierno, logrando configurar al Partido de la Liberación Dominicana como un aparato corporativo capaz de competir con todo el entramado del poder económico tradicional de la burguesía y la oligarquía dominicanas.
Juntos, pero a fuerza de traiciones recíprocas, reconformaron la estructura clasista del poder de facto, construyeron, operativa y funcionalmente, un nuevo grupo económico formal y efectivo, que nació dividido en dos fracciones enfrentadas (la de Danilo y la Leonel), pero que han dependido y dependen, para funcionar y completar su maduración, del control directo del aparato de gobierno.
No pudieron completar el proyecto estratégico, sistémico y antinacional, de su diabólico creador, Joaquín Balaguer, que concibió el macabro plan para derrotar históricamente la honradez personal y la concepción política liberal democrática en que se sustentó el profesor Juan Bosch y que había potenciado el influjo popular democrático y de liberación nacional que encarnó, desde la década de los años 60, junto al Dr. José Francisco Peña Gómez.
Aunque la estrategia malvada del fenecido líder oligárquico-trujillista Joaquín Balaguer, concluyó despedazando su propio engendro político (el partido reformista), inutilizando para siempre la organización y el pensamiento liberal del PRD y envenenando para siempre a las “clases medias” con las que Bosch pretendió jugar a la liberación nacional y a la izquierda (el PLD), sí logró alcanzar su objetivo de reencarnar plenamente la tradición oligárquica conservadora, en esas tres formaciones políticas sistémicas. Claro está, tras reducir las posibilidades y capacidades del campo popular y la heroica izquierda revolucionaria, a fuerza de sangre y negación de libertades y derechos.
Ahora, soportada en una estructura clientelar que refiere la más perversa acumulación capitalista en nuestro país, el PLD comienza a desandar su historia, azotado por la furia de un pueblo engañado, hastiado de burlas y ostentación, pero plenamente cargado de odio social, contra una reeditada mafia de grupos intermedios, que generó hoy 5 de julio de 2020, el más directo castigo electoral a Danilo Medina Sánchez, jefe de la urdimbre y presidente-candidato en el cuerpo de Gonzalo Castillo, de la odiosa fórmula con la cual comenzó a cavar, definitivamente, la tumba del PLD, al que había convertido, junto a Leonel Fernández, en una maquinaria tenebrosa, hacedora de multimillonarios inescrupulosos.
Por eso, la masiva reacción de castigo político, no podía dejar pasar el momento para ajustar cuentas con aquellos/as a quienes la arrogancia le quedaba pequeña para engañar y negar derechos, a un pueblo empobrecido, entre vidrieras nuevas y escaparates vacíos, con una hipócrita modernidad, que sólo justificaría que fueran barridos, como en el presente, por “las multitudes delirantes que saldrán del fondo de la historia a glorificarlo… al humano y modesto… inquebrantable acero del pueblo”, como cantaba el poeta guerrillero Otto René Castillo.
Sin una plena conciencia política e ideológica, el pueblo ha expresado, no el rencor a personas y ni siquiera frente a los aparatos políticos pervertidos que han corroído los estamentos institucionales de esta condicionada, mercantilizada, limitada, restringida, hipócrita y en ocasiones obscena falsa democracia, sino el odio social definitivo, por los padecimientos en el rango de lo insoportable, contra la perversidad política hecha gobierno y contra un sistema de partidos subordinados por el dinero, la búsqueda inmoral de oportunidades y el dolo impune como reglas.
Tienen que despedirse ahora, camino de la auto-tumba que han abierto, con los votos más caros de la historia, fabricados a cuenta del patrimonio público y las riquezas nacionales despilfarradas.
Por eso la situación de fondo que sobreviene con la derrota del Plan continuista de Danilo Medina, estará referida y centrada en la pérdida o no del control del PLD, con un Leonel Fernández resurgido y probablemente favorecido en base a los acuerdos pre-electorales con el liderazgo gubernamental entrante, pero al costo de una resistencia feroz de Danilismo que no podrá evadir la presión popular sobre el gobierno, para que en medio del desastre en que dejan el país y de los impactos de una infernal crisis sanitaria, cuyo peor manejo politiquero por parte del gobierno saliente, deja a la nación en la obligación de castigar la corrupción, recuperar el dinero robado y poner freno definitivo a la impunidad, después de tres años de movilización callejera de masas y de un castigo político tan ejemplar como el que se acaba de producir desde una votación inteligente, desde las bases de la sociedad y no de la clase media, que a la ocasión, solo integró sus núcleos más pro-activos.
Conviene a la sociedad dominicana, en la construcción de una transición a una democracia participativa, en un país devastado por las pandemias de la corrupción, la impunidad y el COVID-19, que un gobierno encabezado por el PRM no tome el camino de adocenar las aspiraciones de la gente de poner fin a la impunidad, facilitándole a Leonel Fernández el control de las fuerzas peledeístas diezmadas, en nombre de la gobernanza y la gobernabilidad. Esto obstruiría la inevitable transición política que urge en la vida política dominicana, antes que el trauma y la lógica de ruptura, generadas desde el odio social, barran con las bases estructurales de la desgracia padecida secularmente por las mayorías explotadas.
Mientras, está claro que el resultado electoral, rápidamente examinado y mirando cómo quedan relacionadas las variables nacionales y globales, después de lo acontecido este domingo 5 de julio de 2020, Danilo Medina queda, sin gobierno, sin partido y sin impunidad garantizada.


¿POR QUÉ EL PLD FUE DERROTADO?


Por: Francis Santana


Mucha gente se estará preguntando, ¿ por qué el PLD, perdió las elecciones pasadas?
¿Cómo es posible que un partido con el control de todos los poderes del Estado, con recursos económicos de sobra, con los principales medios de comunicación a su favor y con bocinas en todos los rincones del país, fuera derrotado tan humillantemente en las elecciones del pasado 5 de julio?
Considero que las causas principales de la derrota del PLD y de su gobierno, fueron las siguientes:
1- Que la mayoría del pueblo dominicano en campos, ciudades y residentes en el exterior llegó a la conclusión de que el país no debía seguir siendo gobernado por un partido cuyos principales dirigentes se habían corrompido hasta los tuétanos, se habían confabulado con el narcotráfico y que renegaron de manera absoluta de los principios con los que nacieron en 1973 supuestamente para completar la obra de Juan Pablo Duarte, como afirmaron para confundir a la juventud y a lo mejor de la nación de ese tiempo.
2- El PLD fue derrotado, porque las mayorías perdieron todas las esperanzas de que bajo la conducción del PLD, aquí se pudiera hacer justicia contra los corruptos que se pasean impunemente por las calles del país y del mundo, haciendo insolente ostentación de los recursos que se han robado de las arcas del Estado.
3- Fueron derrotados porque
convirtieron el país en una taberna para corromper a los humildes, haciéndolos cifrar sus esperanzas de bienestar; no en el trabajo honesto, ni en el estudio, sino en los juegos de azar y el vicio.
4- Fueron derrotados porque frente a cada justa demanda de nuestras comunidades respondieron con la burla, el engaño y muchas veces con la represión y el crimen.
5- Porque aplicaron un política neoliberal, privatizando las empresas del Estado e hipotecaron el país tomando préstamos que han endeudado el país, comprometiendo gravemente nuestra economía y el bienestar de las presentes y futuras generaciones.
6- El PLD fue derrotado porque la juventud dominicana entendió que no tenía ninguna posibilidad de avanzar, crecer y tener oportunidades de progreso real bajo los gobiernos del PLD, que llevan unos 20 años dirigiendo la República Dominicana, sin resolver uno sólo de los agobiantes problemas que sufre nuestro pueblo.
7- El peledeísmo fue derrotado el pasado 5 de julio, porque la gran mayoría de los dominicanos y dominicanas honestos, ya sienten asco y repugnancia de un grupo mafioso y delincuencial que desde el poder cometió todo tipo de fechorías contando con la complacencia de una justicia putrefacta que lo protegía con la más vergonzosa impunidad.
8- El PLD fue aplastado en las elecciones del domingo recién pasado, porque a los pueblos se les puede engañar, humillar y estafar solo por un tiempo, pero no durante todo el tiempo. Así lo ha enseñado la historia siempre.
9- El PLD perdió el poder porque creyó erróneamente que el nuestro es un pueblo sin dignidad y sin memoria que se puede comprar con migajas y dádivas clientelistas en tiempos de campaña. Y se equivocaron los nuevos multimillonarios y cómplices del narcotráfico; porque el pueblo cogió todo lo que le llevaron estos politiqueros sin dignidad y votaron en su contra para sacarlos del poder.
10-- Y el PLD perdió las pasadas elecciones debido a los graves errores políticos que cometió su dirección política dirigida por Danilo Medina.
¿Cuáles fueron esos errores garrafales?:
A- El haber realizado un fraude escandaloso para imponer como candidato presidencial en las primarias abiertas del PLD a una persona sin liderazgo, sin experiencia política suficiente y sin el nivel cultural necesario para aspirar a la presidencia del país en un escenario electoral evidentemente competitivo.
B- Haber provocado con la acción anterior, la salida de ese partido de su Presidente, precipitando la división del PLD, creando así las condiciones para que el principal partido de oposición se sacudiera de su lento crecimiento y pasara a ocupar los primeros lugares en las encuestas.
C- La selección de Margarita Cedeño como la candidata vice-presidencial, una figura que no tenía el liderazgo suficiente para aportar sumas importantes de votantes desde fuera de las filas peledeístas.
D- Fue un grave error del PLD también, haberse pasado muchos años subestimando a sus adversarios políticos, afirmando que aquí no había oposición.
E- Y por último (aunque cometieron otros errores) considero que constituyó un gravísimo error, (principalmente de Danilo Medina) creer que en política lo más importante es contar con abundantes e ilimitados recursos económicos para ganar unas elecciones, olvidándose de que en política y en la vida, lo más importante es la gente, es ganarse el corazón del pueblo.
Aunque no soy del PRM, ni de ningún partido defensor de este sistema de opresión y de muerte, ( y nunca lo seré) felicito al pueblo dominicano por la contundente y fulminante derrota que le propinó el pasado domingo al PLD, a su gobierno y a sus aliados.
Extraordinarias luchas nos esperan en el porvenir inmediato, y en esas luchas seguiremos junto al pueblo.