viernes, 3 de noviembre de 2023

En el proceso electoral: la izquierda y el progresismo al desnudo (1 de 2)

Por Fortune Modeste Valerio 

Las elecciones son mecanismos políticos y pacíficos para alcanzar el poder. Están estrictamente limitadas a lo que establece la Carta Magna, así como en reglamentos y procedimientos administrativos del órgano rector. Excelentes espacios legales para avanzar, colocarse en la preferencia electoral de la población. 

Las elecciones y los huracanes tienen muchas aristas en común, entre las cuales se destacan, revelar la miseria y pobreza de la población. En el aspecto político, los vientos y las lluvias huracanadas permiten quedar al desnudo las maniobras, que no se ven, de su dirección política. Además, todo es cuestión de tiempo, quedan descubiertos a la vistas de todos.

Un sector de la izquierda y casi la totalidad del llamado progresismo criollo, se aprestan arreglar sus maletas para irse a respaldar a los políticos corruptos, PLD, FP y  PRD, y a un gobierno, Abinader y el PRM, incapaz, privatizador, simulador; y corrupto también. Todos tienen sus miradas puestas en las próximas elecciones presidenciales de mayo 2024. Las municipales, al descubrirse sus verdaderas intenciones, "eso e paja pa' la gaiza". 

El progresismo se encuentra entrampado entre los que creen haber nacido para ser presidente de la República, heredar, sin guayar la yuca, un liderazgo político, y los que piensan que con “buenas intenciones” se llega al poder. En países como el nuestro, en la etapa democrática, se juega una "pelota dura", donde el interés de clase es determinante, muchas veces muy bien disfrazados. 

En la democracia capitalista, para poder avanzar, se requiere entidades fuertes en el aspecto ideológico, político y organizativo, con estrechas vinculaciones con la población, que descarten las tendencias malsanas de convertir la política en un negocio y las elecciones en un mercado persa. Los políticos corruptos se regocijan cuando logran "amarrar" con un supuesto pacto o acuerdo político a la izquierda y al progresismo. 

¿Dónde está la coherencia en la lucha contra la corrupción y la impunidad? ¿Dejaron de ser corruptos? En otro contexto: ¿Han cambiado las condiciones históricas, económicas, políticas y sociales de la sociedad? 

Lo que vemos es de espanto y brinco, los principales forjadores de Marcha Verde, destacados portadores de la lucha contra la corrupción y la impunidad, al engancharse en la nómina pública, han olvidado que la corrupción existe como en sus mejores épocas, con niveles profesionales, nuca vistos, de simulación en la administración estatal. Ahora, la careta se le ha caído, como siempre, para exhibir un silencio cómplice y echarle manos a quien les garantice colocación en sus boletas electorales. 

Por otro lado, las conversaciones unitarias de la izquierda con los progresistas se anquilosaron tras sostener maratónicas y frecuentes reuniones con quienes sabían muy bien cual era su norte. No hay dudas, esos grupos de la izquierda se dejaron acorralar para echar por la borda, lo que pudo ser una maquinaria sólida y electoral de progresistas, democráticos y populares, y de izquierda. Al tropezar de nuevo con la misma piedra, hay que revisarse con sentido crítico y autocrítico, “sin golpes de pecho”.

Hay que estudiar seriamente el fenómeno del progresismo criollo: historia, nacimiento, evolución y su estado de situación. Sin olvidar las injerencias negativas que han obstaculizado su establecimiento y expansión. ¿Qué hacer con unos progresistas que no pueden vivir sin la derecha? Olvidando que sus puntos de apoyo son los sectores democráticos, sociales y populares, trabajadores, y la izquierda. En la democracia capitalista no se debe inventar levantando posiciones políticas alejadas de la realidad, y, muchos menos, extraviar el camino confundiendo al enemigo como amigo. 

El movimiento revolucionario y progresista tiene las herramientas apropiadas y fundamentales para exhibir una alternativa electoral, democrática, social y popular que pueda enfrentar y vencer a los partidos tradicionales, corruptos y de derecha. No se pudo ahora, porque pesa más “el interés que el amor que te tenía”. Como siempre, todo se volvió buche y pluma na’ más. Y casi todos andan agarrándose hasta de un hierro caliente, y otros, buscando la sombra palaciega que les asegure vida y salud. ¡Qué vergüenza!

Fortune Modeste V.

 

 

 

 

 

 

Cuando la impunidad termine

Por Rafael Chaljub Mejía 

La sensibilidad humana está bajo el asombro y la indignación ante la exhibición de hipocresía de la llamada comunidad internacional, frente a las atrocidades de Israel contra los palestinos.

Israel y sus padrinos internacionales quieren hacer creer que la guerra empezó el siete de octubre, con el ataque de Hamás. Cuando en verdad el conflicto viene desde muy lejos. Se intensificó especialmente cuando en 1948 Israel pisoteó la resolución de la ONU que autorizó la creación de un Estado palestino en tierra palestina, con el mismo derecho de Israel a tener el suyo.

Lo del siete de octubre es el pretexto para Israel impulsar su política de exterminio, en nombre del derecho a la defensa.

¿Y qué guerra de defensa es esta, en nombre de la cual se mantiene a una población acorralada, como los rebaños y sobre ella descargar los bombardeos más bárbaros y destructores? Que lanza cohetes sobre campos de refugiados, corta el agua y la luz para que la población cercada muera de sed, de hambre, de precariedad en los hospitales que aún no han sido destruidos por unas bombas que parecen tener una brutal predilección por los niños inocentes.

Benjamín Netanyahu ha sido el instrumento cruel y perverso de este genocidio. El clásico criminal de guerra. Un ambicioso que ha ejercido el cargo de primer ministro por quince años y desea seguir mandando. Un procesado por acusaciones de fraude, soborno y abuso de confianza.

Cuando el episodio actual termine, ya antes de lavarse las manos de la sangre de sus víctimas, él tendrá que rendir cuentas y caerá del poder.

El responsable principal es el Estado sionista al cual sus padrinos internacionales, con Norteamérica a la cabeza, le han dado luz verde. Así, tiene por ahora, una impunidad garantizada.

Pero sépase, que la Alemania nazi era mucho más poderosa que Israel, y al fin y al cabo sucumbió bajo las ruinas de sus delirios imperiales, y muchos de sus cabecillas terminaron juzgados y hasta sentenciados a la horca en el tribunal internacional de Nuremberg.

Y aunque hoy, algunos de los que entonces se opusieron a Hitler, viajan a Tel Aviv a santificar la matanza y garantizar la impunidad, el tribunal de honor de la conciencia de los pueblos, emitió hace tiempo su condena. Y sobre todo, alguna vez este mundo cambiará de veras, terminará la impunidad y los genocidas y sus cómplices tendrán que pagar sus culpas.

https://eldia.com.do/cuando-la-impunidad-termine/

Rafael Chaljub Mejía