martes, 13 de septiembre de 2022

Reflexiones sobre Participación Social en Salud y la Ley de Seguridad Social (87-01) en República Dominicana (1 de 3)

Por Ángel Pichardo Almonte 

Participación Social activa y consciente contribuye a la democracia

La República Dominicana cuenta con una amplia experiencia en participación social, participación ciudadana, política y comunitaria, grandes jornadas de movilizaciones han logrado hacer avanzar la democracia y fortalecer las estructuras del Estado para garantizar derechos humanos y fundamentales.

Sin embargo, la participación social vinculada a las reformas del sector salud han estado hegemonizadas por el Estado, por un lado, o por las agencias y centros de asesorías técnicas, que logran con sus discursos y propuestas consolidar los intereses de los sectores financieros que representan.

La actual Ley 87-01 de Seguridad Social es una evidencia clara de cómo los intereses de las élites financieras que estuvieron representados, pudieron agenciarse una legalidad que garantiza sus ganancias en detrimento del derecho a la seguridad social de las personas trabajadoras.

Es evidente cómo, desde estos estamentos de coordinación técnica, se logra imponer agendas de los grupos económicos, tratando siempre de garantizar sus ganancias, instrumentalizando los procesos de participación social. En muchas ocasiones, las organizaciones sociales y comunitarias terminan asistiendo pasivamente a estos espacios de validación de intereses foráneos.

La imposición de una intervención enmascarada de participación social, como es el caso de la búsqueda de consenso que matizó la elaboración y aprobación de la ley 87-01 sobre seguridad social en la década del 2000, ha servido de excusas para validar este proceso. Convirtiendo este mal llamado proceso de reforma de la seguridad social  en una falsa legitimación institucional.

La participación social desde la perspectiva neoliberal-conservadora se concibe como un asunto técnico de la ejecución y la administración del servicio de salud, que promueve el voluntarismo y la corresponsabilidad como forma encubierta de participación.

Es preciso tomar en cuenta los elementos que impiden una participación social activa, consciente y auténticamente vinculada a los intereses colectivos, sobre todo, cuando este proceso involucra la intervención de instituciones del mismo Estado, burocracia de las agencias de desarrollo, organizaciones de la sociedad civil junto a organismos de asesoría técnica al servicio de intereses de las élites. Considerando que estas instancias suelen darle mucho énfasis a los aspectos técnicos y burocráticos.

Cabe resaltar la reducción que se hace de la participación social en el documento “Salud Visión de Futuro”, el mismo que sirviera de base teórica para establecer los parámetros de la reforma del sector salud en los años 90. El documento señalado establece y define la participación como, “Un principio fundamental que debe guiar la conformación de un nuevo sistema de salud colocando a las personas en el centro del sistema, los usuarios y usuarias del sistema de salud tienen derecho a la  información, a la posibilidad de escoger, a recibir un trato adecuado. En consecuencia, el sistema debe satisfacer estos requerimientos”.

En el mismo documento se establece como línea estratégica para la reforma el fortalecimiento de la democracia, asume la democracia como el “principio de transferir el poder desde el proveedor al usuario, este último tiene la posibilidad de escoger entre un número amplio de proveedores con lo que aumenta la competencia entre ellos, promueve la eficiencia y la calidad de los servicios y en definitiva la participación de la población”.

Dicha línea estratégica planteada en esos términos, vincula el fortalecimiento de la democracia a la libertad de elección en el mercado, principio que se promovió desde las esferas promotoras del neoliberalismo como modelo económico.

La participación social va más allá de la simple elección entre un proveedor y otros, se refiere a los distintos procesos en los que sectores organizados de la sociedad, academias, sectores profesionales y organizaciones desarrollan una activa vinculación e integración a la dinámica de producción de políticas públicas.

La participación social implica además, conciencia crítica de las diversas etapas del proceso, el involucramiento en todo lo relacionado a la toma de decisiones en plena independencia del Estado en las funciones de toma de decisiones, evaluación, monitoreo y control de los recursos públicos. Es decir, los procesos de verdadera participación social el Estado no logra, por el fuerte posicionamiento de las organizaciones participantes, imponer una lógica de élite ni de beneficio particular a ningún sector financiero.

Continuará…

Fuente: Reflexiones sobre Participación Social en Salud y la Ley de Seguridad Social (87-01) en República Dominicana (1 de 3) – El Desahogo Dominicano (wordpress.com)

Ángel Pichardo Almonte



EL POPE GERÓN Y SU INDULGENCIA A BALAGUERÓN

Por Fidel Soto Castro 

(La falsa narrativa de un asesino, y la complacencia de un relator)

En la narrativa del súbdito- relator del glorioso y Santo Cortesano, se leen estas palabras:  “Al enterarme de que Caamaño, acompañado de nueve hombres, había desembarcado en la zona de San José de Ocoa , visité el lugar, y de regreso a la ciudad de Santo Domingo me dirigí a la nación y le expliqué la situación”.

"Días después, estando en mi despacho, me visitaron los generales Enrique Pérez y Pérez y Ramón Emilio Jiménez (hijo) y me preguntaron qué hacer con el coronel Caamaño. Les respondí lacónicamente: "La CIA, el FBI y ustedes decidan su destino". Y al comprender que no tenía nada más que agregar, me hicieron los saludos de rigor y se marcharon”.  

 "Explicó el gobernante que “…los diarios nacionales y extranjeros destacaron en sus portadas que yo había dicho que aquí -refiriéndose al país- no había cárceles para Caamaño.  Y eso es falso de toda falsedad”.

Añade Balaguer que el 16 de febrero de 1973, al recibir bien temprano los informes de inteligencia, se enteró de que el coronel Caamaño había sido fusilado, descuartizado y lanzado al mar desde un helicóptero en las inmediaciones de Barahona y Pedernales."

Hasta aquí, fragmentos relatados por el autor de páginas en blancos, a un súbdito encargado de comprar indulgencias con cheles, motas y cascabeles.

¡Caramba! un Poncio Pilato, reencarnó en Joaquín Balaguer. Así lo intentan los dos amigos. Uno lo dicta y el otro lo escribe para la posteridad, donde el tribunal sentenció: "No culpable de nada, todo lo que se diga es pura calumnia". El presidente bajó por dos segundos, de la silla que tanto amó, y puso en ella a la CIA, el FBI y a 4 Generales de las Fuerzas Armadas; pidió un jarrón, una cubeta y jabón. Se lavó las manos con las lágrimas del general Fausto Caamaño. ¡Qué ironía de estos dos amigos! ¡Qué burla a la memoria del presidente constitucional de la República en Armas, Coronel Francisco Alberto Caamaño, y al pueblo dominicano!

Pero, como al Pope Gerón, le gustan los testigos y señala algunos de los que tanto a él como a su admirado e ilustrado poeta les encanta; vamos, para desenmascarar sus mentiras a leer a un testigo directo y presencial del cobarde asesinato del coronel Caamaño.

"ASEGURA CAAMAÑO MURIÓ VIVANDO RD"

Por El Nacional.

16 de febrero del 2013.

"SANTIAGO.   El oficial que mantuvo la custodia durante cinco horas del coronel Francisco Alberto Caamaño reveló anoche que las últimas palabras este fueron* “¡viva Santo Domingo libre!” y que su voz  se mantuvo  por encima del sonido de las ametralladoras durante su fusilamiento." El segundo teniente en retiro José Antonio Almonte Castro dijo que ese momento impactó su vida, cuando el coronel García Tejada giró a Caamaño para que viera los soldados que le iban a disparar."

"Al ver que los soldados le iban a disparar grita a todo pulmón ¡viva Santo Domingo libre! su voz estaba por encima de la metralla, eso puedo yo asegurarlo”, dijo Almonte Castro durante un panel organizado sobre el 40º aniversario del asesinato del coronel Caamaño, en el Ateneo Amantes de la Luz. Lamentó  escuchar miles de versiones e historias de la muerte del coronel Caamaño de personas que nunca estuvieron en el lugar de los hechos."

"Reveló que de los altos oficiales superiores que estaban allí no salió la orden de matar a Francisco Alberto Caamaño."

"Recordó que el único oficial superior de todos los que estaban allí, que conversó con el coronel Caamaño fue el jefe de las Fuerzas Armadas de ese entonces, contraalmirante Ramón Emilio Jiménez hijo. “Ramón Emilio Jiménez, al cual el coronel le pide un cigarrillo y este se lo da, fue el único personaje que habló con el coronel Caamaño Deñó a partir de que fue capturado hasta que muere, es la única persona que habló con él."

"Agregó que la orden que le puso fin a la vida del coronel Caamaño, salió del expresidente Joaquín Balaguer, cuando se le informó que lo tenían atrapado."

“La respuesta fue "aquí no hay cárcel para ese hombre", era una muerte directa, una orden dada por Joaquín Balaguer."

Son esas palabras del testigo mencionado, no cualquier testigo, las que nos llevan a concluir de la siguiente manera: Nadie está libre de una acción delictiva como fue el caso del asesinato de un hombre que aparte de ser un guerrillero, ostentó la más alta posición en la república, que respetó vidas y bienes, pero que las circunstancias provocadas por políticos y militares ladrones y asesinos lo llevaron a tomar el camino de las armas. Herido y apresado tenía derecho a un juicio y trato justo. Todos los que actuaron desde las altas instancias del poder son sus asesinos; no así los subalternos que actuaron, como siempre de instrumentos del crimen; pero también son asesinos morales quienes se prestan a mentir y servir de caja de resonancia de un hombre que durante 50 años estuvo al lado del crimen y la corrupción.

¡La verdad siempre resplandece!

¡Viva el presidente Caamaño!

¡Desprecio y condena a sus asesinos!

¡Desprecio y condena al presidente Balaguer y a sus alabarderos!

Gerón, todos tus intentos están en el zafacón.


Francisco Alberto Caamaño Deñó