lunes, 12 de septiembre de 2022

SEIS CLAVES para un Pacto Político sin precedentes

Por Manuel Salazar

Hacia las elecciones del 2024, hay que insistir tanto como se pueda, en que el propósito que debe guiar a la izquierda decidida a participar en ese proceso, es empujar para un cambio de época política en el país. Esto es, instalar un nuevo régimen, basado en un modelo económico y social, y unas instituciones jurídico- políticas, que nieguen el que se le ha impuesto al pueblo, país y nación; y cuya esencia ha permanecido desde que los Estados Unidos y la oligarquía lo impusieron, garantizaron con la dictadura de Trujillo, y han mantenido con los gobiernos que se han sucedido desde la caída de esta, hasta hoy.

Esto implica unir muchas fuerzas, ideas y energías. Mucho más que lo que tiene la izquierda. Pero articulada con la izquierda.

Esa mucha fuerza será necesaria también, para vencer los vicios del sistema electoral dominicano, quizás el más acuciante: que es el clientelismo que lo caracteriza, y que esclaviza a millares de gente del pueblo que deberían votar por esta opción nueva.

Es necesario construir esa fuerza, diferente y diferenciada a todos los niveles de los partidos que han dominado el sistema nacional; lo más amplia y diversa. Una fuerza electoralmente atractiva para los más amplios sectores populares y de las clases medias. 

Una fuerza que una lo diferente, pero coincidente en unas claves esenciales. 

Gimnasia electoral ya hemos hecho mucha, y el que no haya resumido las, o sus experiencias pasadas, que lo haga con sinceridad. Y si lo hace de manera sincera, tendrá que concluir en la necesidad de una opción amplia y diversa que exprese poder político. 

Corresponde construir una opción que diga de una manera clara al imaginario colectivo, que esta vez se puede ser poder. 

Es posible construirla. Con paciencia. Desprendimiento. Con la delicadeza y cuidado que trabaja el orfebre. Más que hacer proclamas unitarias generales que, por repetidas tanto en el tiempo, pueden hacerse manidas, sin encontrar los oídos que deben escucharlas para que puedan trascender y ganar la talla de "Pacto sin precedentes". 

No está de más decirlo: de la izquierda dispuesta a participar en unidad en las elecciones del 2024, se necesita esa amplitud de miras, y el abandono de viejas actitudes que deje claro que quedan atrás los escarceos, y se asume la conversación frontal y franca, directa; que la complementariedad sustituye de manera dominante a la competencia burda; que no hay lugar para la práctica dañina de los pasquines, escritos o en notas de voz; ni de los servicios ingratos de ningún Doctor Merengue.  Que, en definitiva, no habrá lugar para la sentencia de Carlos Marx en el 18 Brumario, según la cual, en tiempos en que se plantea el cambio, "el peso de todas las tradiciones muertas oprime como pesadilla el cerebro de los vivos..."

La unidad camina... avanza. Pero a cada rato es asaltada por "pesos muertos" de prácticas que hicieron mucho daño en el pasado. Hay que vencerlos. Cada quien primero en sus propias filas, y así no estarán en el conjunto.

Las CLAVES, para un pacto sin precedentes, con la izquierda como componente importante; que pueda vencer los conjuros del sistema electoral y, al tiempo que nos ponga más allá del solo objetivo de conquistar un regidor que salve la honra del registro electoral, abra perspectivas para una época política nueva en el país; serían las siguientes:

1.- Voluntad unitaria, no utilidad; es decir, asumir de verdad a los diferentes, y disposición a hacer concesiones. Porque la unidad es un espacio de coincidencias esenciales y de concesiones, entre diferentes;

2.- Unidad de partidos, movimientos y grupos de ciudadanos. Una unidad que integre en igualdad de derechos a ciudadanos de militancias no orgánicas;

3.- Programa y propósitos políticos, es decir, el marco político de la unidad; de lo que une, y lo que podría des/ unir. El programa es esencial, porque expresa el proyecto de sociedad que requerimos. Y es lo que nos une;

4.- Matriz de los NO; es decir los que no caben en la unidad ni pueden ser candidatas y candidatos. No vínculo con el narcotráfico, el crimen político ni la corrupción de bienes públicos ni privados. No a las ideas y prácticas racistas y xenófobas; no a las ideas y prácticas contrarias a la equidad de género; de violencia y acoso de género; no a las conductas feminicidas. Esta es una frontera ética de la unidad;

5.- Derechos de todas y todos los participantes en la unidad a postular por una candidatura, al nivel que sea;

6.- Escogencia de las candidaturas mediante primarias abiertas a la sociedad.

Varios miles de revolucionarios, demócratas y patriotas llenan estos perfiles políticos y éticos, y hay que crear las condiciones políticas, y de trato, para que suscriban un pacto político sin precedentes.

Manuel Salazar



¡ALTO! FALCONDO

Por Narciso Isa Conde

FALCONDO está empeñada en encubrir sus culpas pasadas y sus malas andanzas presentes a base de pura mercadología. Está copiando de Barrick Gold y aprendiendo de Abinader, y al parecer ha recurrido a ciertos gurúes del engaño tipo Mauricio De Vengoechea.

En una costosa campaña de imagen FALCONDO ahora nos habla de su minería “amigable”, “moderna”, “sustentable” y “bondadosa”… mientras silencia lo que está a la vista: su enorme chimenea humeante, sus escorias venenosas a la orilla del Yuna, sus lluvias de polvo contaminante y la humareda que vuelve gris el cielo azul…

Prefiere que no le hablen de todo lo relacionado con el sobre-calentamiento de la zona, la depredación persistente, la gran cantidad de personas y plantas enfermas, los pasivos ambientales ascendentes a más de 2,500 millones de pesos y sus enormes deudas con las Alcaldías de la región.

 Sus ejecutivos y publicistas procuran no referirse a lo poco que deja y lo mucho que se lleva ese emporio del níquel y del cobalto, mientras lo maquillan y perfuman para tratar de entrar sin resistencia a las entrañas de Loma Miranda; único pulmón que le queda a la Región Norte, principal fuente de agua del Cibao Central y el Nordeste del país, y extraordinario tesoro de la biodiversidad de nuestra hermosa Quisqueya. Olvidan que ya hubo quienes intentaron hacer lo mismo en Los Haitises, segundo reservorio de la Nación, y no pudieron.

Destruir Loma Miranda sería el primer costo nacional de esa perversa aventura minera, que más que explotar las reducidas reservas de níquel del lugar, persigue entrarle con ganas a otros yacimientos de minerales estratégicos y controlar importantes reservas de agua, presentes en áreas más elevadas de la principal cordillera del país

FALCONDO presiona para lograr su entrada destructiva al Potosí de la Cordillera Central, amenazada por más de 200 concesiones de exploración mineras ubicadas –y no por casualidad-en las proximidades de sus fuentes de agua.

Con ese propósito, y con su consabida prepotencia, sus ejecutivos han visitado 5 veces al Obispo de la Vega, sin medir su condición de sucesor de Monseñor Camilo y pasando por alto que Miranda y quienes la defendemos somos realmente indoblegables.

La voz de alerta en esta oportunidad fue dada por el Grupo Sacerdotal Heder Cámara, componente esencial del Campamento Loma Miranda-Parque Nacional, quienes, ante un gran abanico de movimientos sociales, organizaciones defensoras del patrimonio nacional y comunidades aledañas, se comprometieron a dar la vida para cerrarle el paso a las malas andanzas de FALCONDO! ¡No pasarán!  Esperen iniciativas trascendentes.

Narciso Isa Conde


Chile, Boric y el revés constitucional

Por Narciso Isa Conde

Gabriel Boric y Joe Biden

Los pormenores del encuentro bilateral entre Gabriel Boric y Joe Biden

“Quedó vigente la CONSTITUCIÓN DE PINOCHET, con opción de reformas en un Congreso con predominio conservador. Es una derrota influida por concesiones a enemigos locales reaccionarios y a un imperio en decadencia.”

En tiempos recientes el pueblo chileno desarrolló una larga y hermosa jornada por arrancar de raíz el pinochetismo, el neoliberalismo y su nefasta herencia constitucional que infectó y finalmente se tragó gran parte del partidismo tradicional reunido en la CONCERTACIÓN DEMOCRÁTICA, incluido el Partido Socialista, que de socialista no le quedó nada.

En calles, plazas, campos y ciudades se lanzaron a las calles en multitudes y se realizaron grandes y enérgicas protestas en franco desafío al régimen ultraderechista de Sebastián Piñera y a sus terribles carabineros chilenos.

Durante meses, y recurrentemente, multitudes movilizadas,  desplegando combates heroicos, reclamaron la salida de Piñera y la apertura de un PROCESO CONSTITUYENTE que reemplazara la Constitución de Pinochet acomodada a los intereses de las derechas de todos los matices: fascista, conservadora, moderada y seudo-socialista.

El primer objetivo no se logró y finalmente al tema CONSTITUYENTE se le dio una salida pactada a través de la denominada CONVENCIÓN CONSTITUYENTE, en cuya elección obtuvo mayoría el abanico de fuerzas opositoras al régimen y alternativo a los partidos tradicionales.

De esa Convención surgió una nueva Constitución, la cual pese a superar significativamente a la anterior (por lo que concitó el rechazo de todas las derechas ), no logró el consenso de las fuerzas del campo popular y sectores medios, que meses atrás tomaron las calles hasta conformar una especie de poder popular paralelo; tampoco logró unificar la posición de la diversidad de las izquierdas políticas, sociales y culturales, ni del denominado progresismo, para su aprobación definitiva en el referéndum del domingo 4 de septiembre.

Perdió el APRUEBO.

Ganó ampliamente el NO APRUEBO.

Quedó vigente la CONSTITUCIÓN DE PINOCHET, con opción de reformas en un Congreso con predominio conservador.

Un revés político de mucha significación.

· POSIBLES CAUSAS DEL REVÉS.

Este terreno es escabroso, pero vale el ensayo.

-Consecuencias de la salida negociada a la crisis política.

Me remonto primero a las razones que impidieron desplazar al régimen de Piñera y que afectaron la posibilidad de lograr un proceso constituyente no transado, como los que, por ejemplo, tuvieron lugar en Venezuela, Bolivia y Ecuador.

¿Faltó un consistente liderazgo revolucionario, transformador, unificador?

¿Se agotaron las energías populares en el curso prolongado de ese heroico ejercicio de democracia de calle, enfrentado al monopolio de las armas y a la represión desatada desde el poder constituido?

¿Impidió la falta de cohesión del Poder Constituyente (en vía de formación) el desplazamiento desde las calles del Poder Constituido?

¿Primó la visión reformista, no transformadora, dentro de las corrientes políticas que actuaron dentro de ese gran torrente político-social?

Es difícil desde aquí, con las informaciones limitadas disponibles, dar respuestas precisas a estas interrogantes y sobre todo detectar hasta donde se combinaron y cómo se mezclaron, cuáles fueron las combinaciones y los niveles de intensidad de una y otra, y cuáles predominaron. Pero peor sería obviar estas inquietudes y  las posibles enseñanzas que se derivan de este aleccionador proceso.

A los chilenos, claro está, les toca la mayor responsabilidad en ir desentrañando esa intrincada madeja política, dados los resultados obtenidos muy por debajo de las expectativas nacionales y continentales.

Pero de todas maneras vale contribuir en alguna medida a  abordar las causas de ese revés.

-Impacto de las elecciones y de la gestión presidencial de Gabriel Boric.

Paso entonces a examinar el impacto de las elecciones nacionales y sus resultados en ese contexto.

Ellas se realizaron poco tiempo después de la salida pactada que contribuyó a detener la tendencia hacia una fuerte crisis de gobernabilidad.

Esto aconteció aun siendo impugnada masivamente  la Constitución pinochetista, iniciada la marcha de la Convención Constitucional, estremecida y muy debilitada la vieja institucionalidad y sus reglas de juego electorales;  pero todavía vigente el gobierno ultraderechista de Sebastián Piñera  y todo ese sistema institucional.

Un cuadro complejo, no totalmente favorable a las fuerzas alternativas al sistema en crisis.

Eso explica el surgimiento de reservas respecto a esa coyuntura junto a una significativa dispersión de sus componentes ante la opción adoptada, lo que se tradujo en una baja concurrencia y un limitado apoyo a la candidatura de Gabriel Boric en la primera vuelta.

Sin embargo, esto cambió significativamente en segunda vuelta frente a la amenaza de triunfo del candidato neofascista José Antonio Kast. La concurrencia subió y el apoyo a Boris también… hasta lograr la victoria y conformarse un gobierno que se pensaba respetaría los compromisos programáticos contraídos y el carácter alternativo, no solo al pinochetismo, sino también a todas las derechas neoliberales.

No fue así.

Gabriel Boric comenzó tempranamente a complacer ciertas pautas de la política imperialista, sobre todo frente a Cuba, Venezuela y Nicaragua.

El tema autodeterminación y soberanía nacional y continental no fue incluido en la agenda gubernamental.

Pactó primero con el Partido Socialista, sensiblemente neo-liberalizado, y lo incorporó a su gabinete; y recientemente, días antes del Referéndum Constitucional, anunció un posible acuerdo con la CONCERTACION DEMOCRATICA, la cual agrupa el conjunto de las fuerzas responsables del continuismo neoliberal post Pinochet; y luego del revés constitucional, decidió sacar de su gabinete a dos de sus principales colaboradores para incorporar a dos representantes de las franjas conservadoras.

Ofende la sensibilidad de las fuerzas transformadoras de la sociedad chilena, su actitud represiva, a todas luces racista, respecto al pueblo mapuche y al mundo de los pueblos originarios.

Es obvio que tal comportamiento está distante de una posición propiamente de izquierda  e incluso de centroizquierda, alejado de los gobiernos del Alba y del posicionamiento, por ejemplo, de un López Obrador de México, Luis  Arce de Bolivia y otros gobernantes de la región.

Pienso que esa línea de “moderación” -impregnada de conservadurismo y cónsona con la concepción “posibilista” de la política (adaptarse a lo posible para cambiar pocas cosas)- contrasta con los contenidos de las recientes luchas del pueblo chileno, tienen efectos depresivos de su subjetividad y han influido significativamente para que los resultados del Referéndum Constitucional sean tan negativos.

- CARÁCTER DEL REVÉS Y NECESIDAD DE RETOMAR LAS CALLES.

Es una derrota influida por concesiones a enemigos locales reaccionarios y a un imperio en decadencia.

Es penoso que luchas tan radicales y promisorias como ésta, por el enorme y negativo déficit de fuerzas políticas transformadoras, no encuentren rutas e instrumentos políticos armónicos con  las rebeldías y ansias liberadoras de los pueblos que las protagonizan, en el marco de una crisis sistémica tan profunda y tan prolongada.

Tal fenómeno no es exclusivo de Chile y darle respuesta superadora es uno de los grandes retos de esta época, porque no es lo mismo un cambio de gobierno al compás de la refundación del Estado y la creación de una nueva institucionalidad, que gobernar montado sobre las viejas estructuras.

Además, la situación se agrava, con tonos de retroceso, cuando después de este duro golpe el liderazgo de la opción electoral  triunfante  no tiene la determinación de abolirlas instituciones decadentes y sus bases constitucionales, ni de reemplazarlas mediante la retoma de las calles y la insistencia en el cambio constitucional.

La izquierda que imita a la derecha, que se torna posibilista, que asume partes esenciales de sus concepciones, o que se abraza a ella, no es izquierda. Ni siquiera es “progresismo”, a no ser que se invente una variante tan moderada que resulta ser una especie de “progresismo conservador”.

Este parece ser el caso de Gabriel Boric y de sus principales aliados, lo que en esta nueva  fase del proceso chileno exige  volver a darle fuerza al escenario extra-institucional y al ejercicio de la democracia de calle, con mayores ímpetus y contenidos transformadores.

¡Una gran lección para toda Nuestra América rebelde!              

10-09-2022, Santo Domingo, RD.

Narciso Isa Conde