martes, 29 de septiembre de 2020

LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA Y SUS OBJETIVOS

 Por: José Danilo Domínguez

El pensamiento mecanicista de nuestros radicales de izquierda los lleva constantemente a guiarse por la apariencia de las cosas, es decir, no por lo que éstas son el realidad, sino por lo que aparentan ser o por lo que a ellos se les figura son.

Aunque muchos de ellos dicen ser marxistas, su postura política desdice esa condición ya que su visión no va más allá de reconocer en todos fenómeno sus aspectos aislados y sus nexos externos.

Nuestros radicales de izquierda, no son capaces de ver el conjunto que envuelve los procesos.

Al no ver el conjunto que envuelve los procesos, al ver estos procesos en una forma mecanicista, tan sólo en sus aspectos aislados, pierden lo esencial en el estudio de los fenómenos, que es poner de manifiesto la contradicción, la contradicción que origina el cambio.

EL CAMBIO ES LA LUCHA ENTRE CONTRARIOS QUE MUTUAMENTE SE EXCLUYEN

El cambio es la contradicción entre lo nuevo y lo viejo. Entre lo que debe morir y no muere, y lo que debe surgir y no surge.

¿Por qué es tan difícil el surgimiento de lo nuevo?

Por la oposición de lo viejo que todavía forma parte de todo el cuerpo social de la nación, no sólo en la realidad objetiva sino también condicionando los factores subjetivos, los hábitos, las representaciones, el modo de pensar de la gente

Lo viejo es la ALIANZA DE CLASES que da origen a una oligarquía sustentada en el poder de los terratenientes y la burguesía compradora, en alianza con los bancos, sectores esclesiásticos y cúpulas militares y policiales corrompidas

Lo nuevo para la etapa democrática, es la burguesía industrial de la cual ha de emerger como su sombra un proletariado fuerte y vigoroso, capaz de cumplir no sólo con los objetivos de la etapa democrática sino con sus propios objetivos de la etapa socialista

EL CAMBIO COMO PROCESO

No ver el cambio como parte de un proceso que comprende etapas es parte de los errores que mantienen al movimiento de izquierda en reflujo.

La revolución dominicana es un proceso prolongado, y como proceso prolongado, hay que verla como un camino largo, y segmentado en partes más pequeñas que denominamos etapas, periódos y fases.

Cada etapa tiene su propia estrategia general, no es lo mismo la estrategia para la etapa democrática que la estrategia para la etapa socialista.

Por ejemplo para la etapa democrática la aliada del proletariado es la pequeña burguesía (tanto rural como urbana) en general y la burguesía democrática, que en estos momentos juega el papel de ser la parte más importante en el proceso, debido a su mayor grado de organización y de conciencia política.

Pero para la etapa socialista, cuando se ha logrado derrotar a la burguesía en general, la pequeña burguesía en general pasa a ser el enemigo principal del socialismo y la pequeña burguesía en particular (la pequeña burguesía empobrecida) pasa a ser su aliada.

Asimismo cada periodo y cada fase tienen su propia estrategia, su propio plan de acción, sus propios objetivos generales y particulares,

enmarcados dentro de un plan de lucha representado por el PROGRAMA.

El programa es pues, la condensación de todos los objetivos visualizados en el proceso, que surge como guía para la orientación en cada circunstancia, en cada coyuntura determinada, como respuesta política a las necesidades de la sociedad.

LA RESPUESTA AL REFLUJO

No puede ser el eclecticismo de una unidad sin principio, no surgida del debate democrático de las ideas y de la aprehensión que hagan las masas de esas ideas.

La burguesía democrática, auxiliada por la democracia pequeño burguesa, se encuentra hoy a la cabeza de los cambios que deben realizarse en la sociedad.

Eso es bueno por un lado y malo por el otro

¿Por qué?

Porque al estar en el proceso como una de las fuerzas motrices que lo impulsan constantemente hacia adelante, la burguesía puede pensar que puede manejarlo sola sin contar con el apoyo del proletariado, y sin incluir dentro de cada fase, dentro de cada periodo, los objetivos propios de dicha clase, que en el marco de las reformas, garantizan la libertad de organización y de agitación del proletariado, no sólo como clase en sí, sino también como clase para si.

Para un marxista consecuente, la lucha por la democracia burguesa es un objetivo fundamental tanto en lo que respecta a la ETAPA, a los PERIODOS, COMO A LAS FASES.

La lucha por la democracia es la lucha por las reformas sociales y políticas.

El objetivo de la FASE es más limitado que el objetivo del periodo. Una fase además de un objetivo fundamental, puede comprender un objetivo principal, que nace de una coyuntura específica, y que demanda una mayor concentración de esfuerzos en su solución.

EL objetivo del PERIODO es derrotar la CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD.

Pero debemos distinguir que dentro de las fases y los periodos existen MOMENTOS COYUNTURALES que determinan que lo fundamental no sea lo principal, lo determinante.

Es por ello que aunque en la FASE ACTUAL el OBJETIVO FUNDAMENTAL sigue siendo LA DERROTA DEL PLD, el OBJETIVO PRINCIPAL DE LA FASE HA PASADO A SER LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO Y LA DEDICACIÓN DE LA MAYOR PARTE DE SUS RECURSOS, EN EL ENFRENTAMIENTO DE LA PANDEMIA.

Sin derrotar a la PANDEMIA, no es posible completar el OBJETIVO de la FASE que es derrotar al PLD, ni completar el OBJETIVO del PERIODO que es derrotar la corrupción y la impunidad.

Debemos tener en cuenta que para la DEMOCRACIA, sin el sustento político que le da el PLD a la oligarquia, y sin la base económica que les ofrecen a ésta la corrupción y la impunidad, al movimiento democrático, se le hace más fácil crear las condiciones para derrotar a esa alianza que mantiene al país en el atraso.

METAS DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA

Estas tres METAS,

1) Derrotar a la OLIGARQUÍA,

2) propiciar la INDUSTRIALIZACIÓN DEL PAIS y,

3) ENSANCHAR LA DEMOCRACIA,

Representan los objetivos supremos de la ETAPA DEMOCRÁTICA.

Para mejor decir REPRESENTAN LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA.

CUESTIONES DEL DESARROLLO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA

Las cuestiones cardinales atinentes a la revolución democratica están contenidas en la pregunta ¿ES DICHA REVOLUCIÓN UN PROCESO A REALIZAR O UN PROCESO EN VÍA DE REALIZACIÓN?

Lo que pone en mayornente en evidencia la concepción mecanicista de nuestros radicales de izquierda es que siguen viendo la revolución dominicana como un proceso extático, o de simple desplazamiento, siempre pendiente a realizar y no como un proceso con movimiento propio, en vía de realización.

La revolución democrático burguesa es la instauración del viejo capitalismo, el capitalismo de la libre competencia, basado en la economía mercantil capitalista

Esa revolución se puede establecer por la vía pacífica o la vía violenta. Puede tener un carácter netamente económico, como en Inglaterra con la revolución industrial, o puede tener un carácter netamente político, como en el caso de la revolución francesa de 1879

En el caso Ruso, la revolución de Enero de 1905 y la revolución de Febrero de 1917 fueron revoluciones políticas, aunque la revolución de Octubre de ese mismo año, además de un carácter político tuvo un carácter económico.

Es decir, fue propiamente una revolución social.

El embrollo sobre la revolución democrática surgió en el Congreso Comunista celebrado en el año de 1920, cuando allí con la advenencia de Lenin, se decidió cambiarle el nombre por revolución democrática nacional, aunque reconociendo que toda revolución democrática nacional era un revolución democrático burguesa

La segunda causa de debate en ese Congreso, fue el problema de la dirección, pues se puso como condición rígida para el apoyo de los comunistas, no la necesidad que emanaba del desarrollo histórico de cada país en particular, de acuerdo a sus condiciones específicas, sino la capacidad de los comunistas para dirigirlas, o de que en éstas se les garantice a ellos el ejercicio de agitación y propaganda.

Es está visión esquematizada, la que ha predominado entre nuestros radicales de izquierda, amén de otros errores como los señalados por Luis Gómez, que son tanto de carácter teóricos como prácticos:

I.-Según Luis Gómez, estas representan las RAZONES TEÓRICAS:

"1) La incomprensión de la dialéctica objetiva del desarrollo capitalista en la sociedad dominicana con su avance y desenlace en la expropiación de los expropiadores.

2) Incomprensión de la posibilidad material sobre la formación del partido del proletariado en el país como resultado de la interacción entre base y super-estructura

3) Incomprensión del peso de la diversidad en la conformación de la unidad

4) Incomprensión de la doctrina marxista en su conjunto.

5) Incomprensión de la realidad dominicana como un todo.

II.- RAZONES PRÁCTICAS

6) Confusión entre Proletariado y clase obrera

7) Confusión entre oposición intra y extra sistema

8) Confusión entre análisis coyuntural y análisis de clase

9) Confusión entre comunistas y simples revolucionarios

10) Confusión entre antagonismo y simple contradictoriedad."

Estas Incomprensiones y confusiones explican la incapacidad de los radicales de izquierda de diagnósticar correctamente los males que afectan al país y nos explican porqué sus recetas de hoy siguen siendo las mismas del pasado, cuando los problemas sociales y políticos de hoy son distintos de los problemas del pasado.

Es cierto que vivimos en una sociedad capitalista atrasada, pero lo que deforma su economía contrario a lo que piensan los radicales de izquierda no es la dominación imperialista, sino el control oligárquico que ha impedido el desarrollo industrial, para beneficiar los intereses de la burguesía compradora, los terratenientes y los bancos, olvidando que en una economía mercantil capitalista, la base del desarrollo capitalista no está en la mercancía que se compra o se vende, sino en el valor agregado que tiene toda mercancía cuando se compra o se vende.

Durante más de 60 años el país ha estado en crecimiento continuo. Los radicales de izquierda, se tapan los ojos frente a este crecimiento sin darse cuenta por ello que la revolución burguesa se realiza, pero no como una revolución burguesa desde abajo, sino como una revolución burguesa desde arriba, hecha no en el interés de toda la burguesía, sino de fracciones de la burguesía y los terratenientes, no en el interés de los de abajo, sino en el interés exclusivo de los de arriba.

La ceguera no les permite ver a los radicales de izquierda las conquistas políticas obtenidas hasta hoy. Es cierto que esas conquistas políticas deben ser ENSANCHADAS Y NO COMPRIMIDAS, es cierto que se hace perentorio lograr la COMPLETA LIBERTAD SINDICAL. Es la razón por la que mantenemos el lema CONSECUENTE de ENSANCHAR LA DEMOCRACIA, de COMPLETA LIBERTAD DE ORGANIZACIÓN, AGITACIÓN Y PROPAGANDA.

La oligarquía ha hecho a su manera la revolución burguesa desde arriba, ahora se abren las puertas para completarla con la revolución burguesa desde abajo

Ese será el OBJETIVO a presentar en nuestro próximo artículo.



CONTRA VIENTO Y MAREA, PERSISTAMOS EN UNIR A LA IZQUIERDA REVOLUCIONARIA

 Por: Francis Santana

En una de las veces que el intelectual progresista brasileño Frei Betto visitó la República Dominicana, expresó lo siguiente: "Cristo volverá y encontrará a la izquierda dominicana dividida".

Considero que hasta tanto no sean establecidas las verdaderas causas de la práctica sectaria, vanguardista y recurrentemente divisionista de nuestra izquierda, ésta continuará fragmentándose, compitiendo entre sí y apostando a ser vanguardia en base al fracaso de las otras organizaciones similares.

Se aducía que la causa de esas divisiones eran las pugnas chino-soviéticas. Esas pugnas hace varias décadas que no existen; pero aquí seguimos más divididos.

No nos uníamos (se decía) por diferencias sobre el carácter de la revolución, y ya en lo fundamental esa contradicción ha sido superada; pero seguimos cada día más separados.

Nos dividimos peleándonos en relación a cual era la vanguardia; pero hoy ningún grupo de nuestra izquierda se atreve a auto-proclamarse la vanguardia de la revolución dominicana; pero seguimos más fraccionados que en cualquier tiempo pasado.

No nos uníamos por diferencias respecto a la pertinencia o no de participar en los procesos electorales y hoy la gran mayoría de la izquierda cree en la posibilidad de participar en esos procesos; pero ni los que pensamos de esta manera nos unimos.

No nos uníamos porque algunas organizaciones no creían correcto llegar a acuerdos con determinados partidos del sistema; pero los que no están de acuerdo en practicar ese tipo de unidad, tampoco se unen.

Se plantea la necesidad de hacer un balance a profundidad de la práctica histórica y presente de la izquierda para desentrañar las causas de sus errores, para aprender de esa historia y corregir nuestras fallas, desviaciones e inconsecuencias y ver también nuestras fortalezas; pero tampoco se hacen esfuerzos serios para hacer ese balance; al contrario, se sabotean permanentemente.

Es más que evidente que ha sido difícil construir la unidad de la izquierda.

Y ha sido más que evidente además, que esa unidad se ha convertido en una meta política frente a la que nos hemos venido descalificando.

Pienso, a partir de lo que ha venido sucediendo en relación a este tema, que quienes han desempeñado los roles de principales dirigentes de la izquierda en los últimos 50 años tienen ( y no me excluyo) la mayor cuota de responsabilidad en las divisiones, el sectarismo y en la demostrada incapacidad para unirnos.

Pero de lo que debemos estar absolutamente seguros es de que sin unidad de las fuerzas revolucionarias, patrióticas y progresistas de la nación, no será posible alcanzar la plena independencia nacional y avanzar ininterrumpidamente hacia un sistema social que no será capitalista.

Saludo los esfuerzos de quienes desde distintos ángulos vienen promoviendo la unidad de la izquierda dominicana y los llamo humildemente a perseverar en ese sendero, tortuoso y digno a la vez.

No tengo duda alguna de que habrá en el país una gran unidad del campo popular, revolucionario y progresista, al igual que como estoy sólidamente convencido de que podemos vencer...y de que venceremos.