lunes, 21 de diciembre de 2020

HONOR Y GLORIA A MANOLO TAVÁREZ JUSTO Y SUS COMPAÑEROS EN EL 57 ANIVESARIO DE SU VIL FUSILAMIENTO

El 21 de diciembre de 1963, en pleno período navideño, son asesinados los guerrilleros que se encontraban en el Alto de la Diferencia, Manaclas, San José de las Matas, que tras pactar su entrega, cumpliendo lo acordado con el gobierno del Triunvirato, mismo que fue grotescamente violentado, contrariando los acuerdos y protocolos de guerra establecidos en Ginebra.

El principal líder revolucionario del Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4), Manuel Aurelio Tavárez Justo (Manolo) conjuntamente con sus compañeros, fueron masacrados a tiros y heridas de cobardes bayonetas que ofendieron sus cuerpos inertes por parte de guardias del ejército, que recibieron órdenes de asesinarlos por el alto mando militar.
Murieron por su consecuente desafío a la oligarquía golpista, a los jerarcas militares y a los gobernantes de EE.UU, que en un abusivo acto de fuerza troncaron un intento democrático no radical al derrocar el 25 de septiembre de 1963 al gobierno de #JuanBosch y el #PRD. Con esa agresión a la decisión popular que había electo por amplia mayoría al gobierno de Bosch en elecciones celebradas en 1962, se abrieron las compuertas a la resistencia al golpe de Estado, estremeciendo el país con la participación mayoritaria de jóvenes, trabajadores, intelectuales, pobladores de comunidades y campesinos, que reclamaban a una sola voz la VUELTA A LA CONSTITUCIONALIDAD SIN ELECCIONES con persistentes movilizaciones, huelgas y otras manifestaciones de indignación.
Manolo, no fue coincidente en muchos aspectos con la fórmula política de Bosch, puesto que no creía en el borrón y cuenta nueva, no transigía en castigar a los trujillistas, asesinos de #LasMirabal y miles de hombres, jóvenes, niños, esposos; a la vez que luchaba por la #LiberaciónNacional de nuestro país del yugo imperialista norteamericano, por la justicia social y reivindicaciones de mayor profundidad, a pesar de esto, por su grandeza y audacia política, fue capaz de entender que los sectores reaccionarios habían echado atrás los avances democráticos burgueses expresados en Bosch, y cumplió con su conciencia y valiente disposiciones, ya que tenía un gran apoyo popular, contaba con las condiciones subjetivas de las masas, por lo que se decidió a desafiar con la lucha guerrillera al inmoral gobierno del #Triunvirato y reponer las condiciones democráticas perdidas y probablemente profundizarlas.
Por todo lo que significa este prohombre de nuestra historia contemporánea, Manolo, sus compañeros y sus ideales, guían el accionar de los revolucionarios que hoy amamos su ejemplo con todas las consecuencias que la lucha por alcanzarlas impliquen.
Manolo y sus compañeros asesinados, iluminan el sendero por donde deben transitar los revolucionarios para no extraviar los pasos.
Nada está olvidado.
Comisión Política FR.
Santo Domingo. Provincia Hermanas Mirabal.
20 diciembre 2020.



EL DÍA QUE MATARON A MANOLO TAVÁREZ JUNTO A 11 GUERRILLEROS HACE 57 AÑOS

Por FELIPE CIPRIÁN 

(felipe.ciprian@listindiario.com)


Un día co­mo hoy, ha­ce 57 años, fue asesina­do el doc­tor Manolo Tavárez Jus­to, líder del Movimiento Revolucionario 14 de Ju­nio, quien se entregó jun­to a 14 de sus compañeros a las tropas militares que perseguía la guerrilla que encabezaba en Las Ma­naclas desde el 28 de no­viembre de 1963.

Manolo había descollado como un ferviente dirigente popular que fundó junto a su esposa Minerva la prime­ra gran agrupación antitru­jillista luego de las expedi­ciones de junio de 1959 que llegaron al país desde Cuba para enfrentarse a la tiranía de Rafael Trujillo, pero que fueron aplastadas y cerca de 200 guerrilleros apresa­dos fueron masacrados en la Base Aérea de San Isidro.

Acogiéndose a las ga­rantías públicas que había dado solemnemente el go­bierno del Triunvirato que encabeza Manuel Tavares Espaillat de que respetaría la integridad de los guerri­lleros que se acogieran a la rendición, Manolo y sus compañeros bajaron ha­cia una carretera para en­tregarse a los soldados, pe­ro en lugar de apresarlos, fueron fusilados.

El único sobreviviente fue el historiador Emilio Cordero Michel, quien mortalmente herido, no fue rematado por los verdugos.

Junto a Manolo mu­rieron los integrantes de la guerrilla de Las Mana­clas: Leonte Schott Michel, Rubén Díaz Moreno, Alfre­do Peralta Michel, Anto­nio Barreiro (Tony), Juan Ramón Martínez (Mon­chi), Manuel Díaz Herrera (Reyito), Federico José Ca­brera (médico de la guerri­lla), Jaime Ricardo Socías, Arturo Ramírez Torres, Carlos Manuel Fondeur, Rubén Marte Aguayo, Caonabo Abel, Antonio Fi­lón (Manchao) y José Da­niel Fernández.

El triunviro Tavares Es­paillat que había acudido a la televisora estatal a pedir a los guerrilleros que se entre­garan bajo palabra de que serían respetados sus dere­chos, tras conocer el fusila­miento del grupo, volvió esa jornada a la emisora para “informar al país que la gue­rrilla había sufrido 16 bajas” de la guerrilla que trataba de establecer en el país “una dictadura comunista, análo­ga a la que oprime al pueblo fraterno de Cuba”.

Cinco de los guerrilleros de Las Manaclas decidieron que no se iban a acoger a esas garantías y tratarían de bajar de las lomas por sus propios medios: José Da­niel Ariza Cabral y Luis Pe­láez salieron del monte con rumbo este para tratar de llegar a Santiago y Rafael Reyes, Polón Méndez y Jo­seíto Crespo hacia el oeste.

Tres días antes de la de­bacle del grupo, Fidelio Des­pradel, comandante militar del frente guerrillero; Mar­celo Bermúdez, Domingo Sánchez Bisonó (El Guajiro) y Germán Arias (Chancha­no), habían salido en misión a la ciudad para tratar de sal­var del desastre a la guerrilla que se consumía de hambre y frío, sin combatir, en la cor­dillera Central.

El testimonio de Ariza Cabral
A sus 93 años de edad, José Daniel Ariza Cabral acaba de publicar su cuarto libro: “He­chos relevantes de la historia dominicana”, en el que re­crea los acontecimientos de Las Manaclas y expone su te­sis de lo sucedido.

Para Ariza Cabral, los norteamericanos estaban decididos a impedir que el “14 de Junio” se convirtiera en un “26 de Julio” y la Re­pública Dominicana en una nueva Cuba, si no con Fidel Castro al frente, menos con Manolo Tavárez.

A su juicio, los verdade­ros autores de la muerte de las hermanas Patria, Miner­va y María Teresa Mirabal, di­rigentes connotadas del “14 de Junio” y esposas de tres de los más importantes di­rigentes de esa organiza­ción revolucionaria, no fue obra de Trujillo, sino de los servicios de inteligencia de Estados Unidos a través del ministro de las Fuerzas Ar­madas, José René Román Fernández (Pupo).

Según las conclusiones de Ariza Cabral, Román Fernández estaba compro­metido con esos servicios y estaba en la línea suceso­ra del mando para cuando los efectos de la muerte de las Mirabal, desplomaran la imagen de Trujillo y la CIA y los patriotas dominicanos liquidaran al tirano.

Asesinadas las Mirabal y exacerbado el sentimien­to nacional contra el tirano y su viejo régimen, los nor­teamericanos habrían dado luz verde y armas a subal­ternos del sátrapa para que lo asesinaran, lo que se ma­terializó seis meses después del crimen de las damas.

Según Ariza Cabral, con esas dos acciones los nor­teamericanos habían liqui­dado el liderazgo elocuen­te de Minerva Mirabal y el pretexto dictatorial del tru­jillato para que en Repúbli­ca Dominicana no se encen­diera una guerrilla castrista.

Hubo elecciones en di­ciembre de 1962, las ganó Juan Bosch como candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), pero fue derrocado siete meses des­pués por un golpe militar di­rigido por Estados Unidos.

El país quedó de nuevo bajo el influjo de una combi­nación perversa: los cívicos que fueron antitrujillistas en el mando político y los mi­litares trujillistas con pleno control de toda la maquina­ria de guerra y represión.

Pero aun Manolo estaba vivo y liderando un pujan­te movimiento revolucio­nario que había advertido: “Óiganlo señores de la reac­ción, si imposibilitan la lu­cha pacífica del pueblo, el “14 de Junio” sabe muy bien dónde están las escar­padas montañas de Quis­queya; y a ellas… a ellas iremos, siguiendo el ejem­plo y para realizar la obra de los héroes de junio de 1959. Y en ellas manten­dremos encendida la an­torcha de la libertad, el es­píritu de la Revolución… porque no nos quedará, en­tonces, otra alternativa, que la de ¡Libertad o muerte!’’.

El siguiente paso de los norteamericanos para liqui­dar cualquier amenaza se­ria de que el país cayera en la “órbita comunista”, era se­ducir al gran líder Manolo de que se fuera a la montaña, y si con armas inservibles me­jor, para cazarlo allá.

El 28 de noviembre se al­zaron seis frentes guerrille­ros en las tres regiones del país y fueron cayendo uno a uno sin representar una sola amenaza seria para el gobierno golpista ni para su estamento militar.

Uno de los líderes más connotados, Hipólito Rodrí­guez Sánchez (Polo) cayó fu­silado en La Horma, Ocoa, precisamente a manos de las tropas de un oficial del Ejér­cito, supuestamente compro­metido con el 14 de Junio, el capitán Calderón, mientras que Luis Genao Espaillat, co­mandante del frente Orien­tal, era apresado fácilmente.

Los otros tres frentes, in­tegrados por combatientes de mucho valor y escasa ex­periencia militar, ya habían caído en Barahona, Puer­to Plata y San Francisco de Macorís.

La caída de Manolo sig­nificó un revés tan grande para el movimiento revolu­cionario dominicano, que 57 años después, no ha po­dido ser superado y las fuer­zas progresistas andan a la zaga de proyectos políticos conservadores a las que po­co importan el sacrificio y la sangre de las hermanas Mirabal y de Manolo y sus compañeros.

Fuente: Análisis Político - El día que mataron a Manolo Tavárez junto a 11 guerrilleros hace 57 años | Listín Diario (listindiario.com)