Por Francis Santana
El actual es un momento
oportuno para el campo popular avanzar unido hacia el poder
Es tiempo de unir a
todas las fuerzas que estén dispuestas a unirse contra la oligarquía y el
dominio extranjero.
Es tiempo de luchar
junto a todos los sectores que estén dispuestos a luchar para que el pueblo y
sus organizaciones políticas y sociales de avanzada nos atrevamos a expulsar
del poder a los viejos y "nuevos" partidos de los ricos,
entreguistas, corruptos, beneficiarios de la impunidad, neoliberales y socios
del narco-tráfico.
Es tiempo para
vertebrar un poderoso proyecto politico-social unitario que tenga como objetivo
central alcanzar el poder político; no para ir tras simples migajas y cuotas de
poder intrascendentes.
Es ahora, cuando los
viejos y desacreditados partidos de derecha (PRD, PRSC y PLD y sus aliados)
atraviesan por los peores momentos de su historia, cuando debemos prepararnos
para fortalecernos en todos los frentes, combatir en distintos escenarios y
junto a las mayorías nacionales avanza y llegar a gobernar el país.
Es ahora, cuando el
gobierno perremeista se encamina aceleradamente hacia un descrédito indetenible
y demuestra rápidamente su incapacidad para atender las más apremiantes
demanadas de las mayorias que lo llevaron al poder, cuando tenemos que
construir un vigoroso proyecto con elevada capacidad de movilización y de
convocatoria que se convierta a mediano plazo en una portentosa fuerza de
masas, capáz de conducir al pueblo en sus principales luchas y que todas estas
tengan un mismo norte: alcanzar el poder político de la nación.
Tenemos que evitar a
toda costa que el peledeismo y sus aliados puedan retomar el poder aprovechando
el desgaste inevitable del presente gobierno; y esto solo se garantiza mediante
el surgimiento y consolidación de un bloque político-social independiente y
diferenciado de los partidos de derecha y que incluya a la diversidad del campo
revolucionario, patrióticio y progresista, sin pretenciones vanguardistas y sin
la reedición de conductas sectarias, en el que también participen decenas de
miles de hombres y mujeres revolucionarios/as que en la actualidad no están
organizados en ningún grupo pilítico, pero que acompañan a sus comunidades en
todas sus luchas .
Algunos dirían que en
medio de la situación de limitaciones en que se encuentra el campo popular,
este planteo es una quimera, una simple elucubración cargada de subjetivismo.
A quienes así pensaran,
sería oportuno recordarles que estamos en medio de una coyuntura sin
presedentes, que también encuentra a los viejos partidos del sistema en un
declive de pronósticos reservados y que además estamos viviendo una situación
de crisis económica, sanitaria y ambiental que ha combulcionado toda nuestra
sociedad y a todo el planeta, que no podrá ser superada mediante la
implementación del modelo neoliberal y que esto debemos aprovecharlo a fondo
para avanzar hacia el poder, sin aventurerismo de ningún tipo, sin
desesperación; pero con audacia, con las masas y con firme determinación.
Si unimos el amplio
torrente compuesto por las organizaciones, sectores y personas del campo
popular y democrático; luchar por el poder y alcanzarlo en medio del desarrollo
de la presente coyuntura no es una quimera, sino una real posibildad.
¡Debemos atrevernos!