Por: Fortune Modeste Valerio
Si derrotamos la corrupción
morada, se consigue la primera pata del palé; la otra, depende de la voluntad
política de los nuevos gobernantes, y, fundamental, de la unidad y lucha de la
población. Nada caerá del cielo, por obra y gracias del Espíritu Santo.
Desde el primer momento, en aproximarse el proceso
electoral, propusimos la creación de una Tercera Vía Electoral para participar
en las elecciones 2020, integradas por entidades y personalidades democráticas,
progresistas, revolucionarias y comunistas. Una nueva alternativa con su
programa de gobierno, protocolo para las relaciones inter-partidos, y conformar
un conjuntos de dirigentes nacionales y locales, para llevar la nuevabuena a
la sociedad.
Lo hice con tiempo, porque sabia el accionar de los que se
creen los más “bueno” de la bolita del mundo. Sin embargo, no recibió el
apoyo ni la voluntad de sus actores principales, desnudando la hipócrita
política de unidad que levantan. El tiempo transcurrió, y me dio la razón. Se
volvieron buche pluma na’ ma’. Cada quien haló para su lado, aislándose
más. Y, el candidato presidencial aquel, sostuvo que a él había que apoyarlo.
Ahí, cortaron el agua y la luz.
¡Solo quedó el rebuznar de los burros!
A pesar de todo, algunos grupos continuaron con su “táctica
coyuntural”; otros, prosiguieron como si nada, no definieron una posición
clara, para ganar espacio y tiempo. Aunque, el proceso electoral, ha tenido
varias interrupciones, ustedes pueden observar el escenario comicial.
Ahora, en la recta final, llegando a la meta, el pueblo
espera una derrota aplastante de Danilo, el PLD y su Penco corrupto. Están data
todas las condiciones y derrotarlos en primera vuelta. No obstante, aprovechar
la pandemia para su beneficio político y personal, la sociedad a rechazado el
uso y abuso de recursos públicos, en forma ilegal y en complicidad con la JCE,
para proyectar a su candidato presidencial.
¡Lo demasiado hasta Dios lo ve!
El pueblo entrará en un proceso de expectativas, observando
los primarios movimientos del posible nuevo gobierno, para intentar descifrar
sus lanzamientos. Sus nuevos decretos le indicaran a la población por donde
viene el lanzador; por la goma o descontrolado. Aunque, el PRM no ha gobernado
todavía, cuando estuvieron en el PRD, sí lo fueron con el expresidente Hipólito
Mejía Domínguez; ahí están, activos, sus exfuncionarios.
La población reclama poner fin a la corrupción y la
impunidad, castigo para aquellos que han cometidos actos ilegales en perjuicio
del erario. Es la mayor exigencia, entre otras, de la sociedad. El momento no
es luchar, saber manejar con inteligencia la coyuntura, contra el sistema capitalista
ni la instalación del socialismo y el comunismo. ¡Por Dios!
Luis Abinader, el PRM y fuerzas aliadas, no hay de otra,
para honrar sus palabras en el proceso electoral, tendrán que cumplir al pie de
la letra con su programa de gobierno e institucionalizar la función pública. Combatir y
sancionar los actos de corrupción, sin tener corruptos preferidos, y
desmantelar la estructura de impunidad impuesta en el poder judicial y en la
administración pública.
Cambiar la forma de gobernar, donde el Presupuesto de Ingresos
y Gastos públicos no sea utilizado en el enriquecimiento de funcionarios y
favorecer a sectores empresariales; además, eliminar los desembolsos superfluos
y una nómina parasitaria que solo sirve para afianzar un clientelismo
cancerígeno. Someter ese instrumento de desarrollo a una exhaustiva auditoria y
determinar todas las partidas innecesarias.
Ante una crisis económica, política y social, sin precedente
en la historia; agravada por una pandemia indetenible y muy letal, toca asumir
el reto con responsabilidad y mucha sensibilidad social. Protegiendo a la
población más vulnerable e incentivando el aparato productivo de la nación.