martes, 11 de febrero de 2020

EL SEPELIO DE ORLANDO MAZARA

FIDEL SOTO: Narrado por un  participante y compañero de lucha

Tras recibir la dolorosa noticia del asesinato de Orlando Mazara, los miembros del partido (1J4), nos dispusimos a acompañar sus restos mortales para rendirle homenaje a quien era un combatiente de primera línea por la libertad y el derecho del pueblo dominicano.

El velatorio se efectuó en una pequeña casa frente al parque de San Carlos. La indignación y el dolor en la militancia catorcista reunida allí era de profundo pesar.

Desde el balcón de la casa de dos pisos la entrañable compañera Emma Tavárez Justo, se dirigió al público presente y con voz potente y enérgica condenó el asesinato de Orlando al tiempo que denunció los constantes crímenes y atropellos que cometía el régimen de Joaquín Balaguer.

Los compañeros del Catorce de Junio llenamos el parquecito de San Carlos y los organismos que más presencia tenían eran: Comité de Zona Euclides Morillo, el Comité Estudiantil Luis Ibarra Ríos, el Comité José Stalin y otros organismos, así como   revolucionarios de los distintos barrios y de algunos pueblos del interior.

En el mismo escenario del velatorio nos movilizábamos en repudio al crimen contra nuestro compañero. Lanzábamos  eslogan, cuando de pronto llegó una patrulla policial dirigida por el teniente Isaías Ortiz.

Empezaron a dispararnos y es entonces cuando cae mortalmente herido el jovencito Bienvenido Gómez Cuello, sumándose ése asesinato a uno más de los tantos que efectuó el cuerpo represivo del régimen.

Pasado un rato, empezamos el cortejo fúnebre hacia el cementerio de la avenida Máximo Gómez, y al pasar por el frente del cine San Carlos en la calle Abreu, fuimos agredidos a tiros por un oficial de la Policía Nacional. A mi lado cae herido en una pierna el compañero Homero Bello Suriñah, de Bani. La herida no era peligrosa, la bala impactó en la pantorrilla de su pierna derecha.

No obstante, pese a la represión y los tiros durante todo el trayecto llegamos al cementerio, donde se arreció la brutalidad y provocación de las fuerzas represivas que a partir de ese funeral nunca permitieron que enterraramos a los revolucionarios en paz.

Al recordar a Orlando, asesinado cobardemente el 11 de febrero del 1967, rendimos homenaje a él y a Bienvenido Gómez Cuello.