sábado, 13 de mayo de 2023

A caminar con María Teresa Cabrera

 Por Fortune Modeste Valerio 


María Teresa Cabrera

María Teresa es la precandidata presidencial, del Frente Amplio y el Congreso Cívico, una figura refrescante, de visión política actualizada y comprometida con la etapa democrática en marcha. Proviene desde las mismas entrañas de las luchas gremiales, sociales y populares. En el ambiente todos y todas la conocemos con su puño en alto y su firmeza en transformar la sociedad, sobre la base de ampliar y profundizar una democracia muy mal llevada por los conservadores.

La importancia de conocer la evolución del capitalismo que transitan las sociedades latinoamericanas y caribeñas, incluyendo la nuestra, es la clave para sintonizar con los movimientos ascendentes y descendentes de la rueda de la historia, que pautan la ruta a seguir. Con María Teresa, no hay problemas en ese sentido, sabes perfectamente para donde vamos; no se le ladra a la luna, ni se extravía el camino.

En el camino hay que tener mucho cuidado al transitarlo, porque debemos, con inteligencia y creatividad, marcar territorio en todos los sentidos con aquellos que no se han cansado de ordeñar, con toda la impunidad del mundo, la vaca nacional. Es la oportunidad de crear una ambientación política y social favorable a las propuestas y candidaturas progresistas y de izquierda.

Definir los objetivos a alcanzar en esta etapa y proceso democrático, son determinantes para avanzar hacia el poder; de lo contrario, se continuará persistiendo en los mismos errores del pasado, conceptuales, de interpretación de la realidad objetiva y de confundir el enemigo principal del momento, que no han permitido posicionar al progresismo y la izquierda en el alma, simpatía y voluntad del voto de la población. 

 
Juan Bosch en campaña electoral 1963

El discurso, las consignas y el programa de gobierno deben limitarse al proceso democrático como muy bien se describen en la Constitución del 1963 del profesor Juan Bosch. Aquí reside la grandeza de María Teresa, la levanta en sus presentaciones; en su caminar por los pueblos y programas televisivos y radiales. No confunde los deseos con la realidad.

Sí, aunque usted no lo crea, los revolucionarios vamos detrás, con el cuchillo en la boca, del voto de la gente que decide a la hora del sufragio quienes ocuparan cargos en los municipios, cámaras legislativas y presidencia de la república. Es de sumo interés colocar hombres y mujeres en las instancias de poder. Es un ejercicio viciado y ausente de transparencia, controlado y manipulado por los conservadores y políticos corruptos. 

Ante el avance, con todo el desplome ético, moral y político, del conservadurismo:  representado por los responsables de instalar, en su paso por el poder, un entramado de corrupción e impunidad en toda la estructura administrativa del Estado, y, por otro lado, de un gobierno, el actual, entregado en cuerpo y alma al sector privado e inversiones extranjeras. Solo nos queda construir una propuesta unitaria, progresista, popular y de izquierda, que haga suya, con conciencia política, defender el interés nacional. 

María Teresa es un ser humano excepcional; alegre, empática y unitaria. Conocida por su don de gentes y sus condiciones para interactuar con facilidad con la población. Desde el magisterio, como secretaria general de la ADP, en la lucha por el 4 % del Producto Interno Bruto (PIB) para la educación y una de las principales dirigentes de la histórica Marcha Verde. Con extensa formación académica e intelectual, es egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con maestría en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), entre otros estudios. 

Lo más sobresaliente en ella, es su comprensión en su justa dimensión del proceso democrático y su desprendimiento a ocupar cargos públicos. No se cree predestinada a ser precandidata presidencial, ni ser presidenta de la República, contra viento y marea. Ha declarado en reiteradas ocasiones que se somete, jugársela, a un método eleccionario, transparente, democrático y supervisado por la JCE, para elegir al candidato o candidata. Y  el escogido/a sea asumido como la carta de presentación de todos y todas, con el mismo entusiasmo.

Voy a caminar con María Teresa Cabrera. Espero que los agentes libres de la izquierda se incorporen al proceso electoral para fortalecer una propuesta alternativa, progresista, popular y de izquierda, para competir frente a los conservadores y políticos corruptos. 

Al andar se hace camino como los han hecho otros pueblos hermanos de la región. Y vamos a transitar por ahí diferenciándonos de los malvados que han saqueado los recursos del Estado.

María Teresa, firme y templada, no se amilana,

Caminemos con ella, dale pues…

Fortune Modeste V.