Por Rafael Chaljub Mejìa
Que lo diga un siquiatra, con la autoridad profesional que yo no tengo, pero me asalta la creencia de que ya lo del poder norteamericano frente a Cuba rebasa lo político y cae en lo demencial y lo obsesivo.
Aquí tenemos al señor Biden tropezando con la misma piedra con que han tropezado desde 1959, los once presidentes nortearicanos que le antecedieron.
Tropezar doce veces con la misma piedra debiera ser el título de la historia de las persistentes agresiones del imperialismo frente a Cuba.
Porque aquí tenemos al señor Joe Biden expuesto a seguir achichonándose los pies, ya que por su interés en aislar a Cuba cerrándole las puertas de la próxima Cumbre de las Américas, corre el riesgo de aislar él mismo a su país y peor aún, de hacer fracasar la referida cumbre.
Todo por tratar de estrechar el cerco contra Cuba. Biden creyó que por ser su país el anfitrión del evento y por que su país es una superpotencia, podía disponer las cosas a su antojo y miren como las cosas le están saliendo mal.
Andrés Manuel López Obrador rechazó el intento de exclusión y ha dicho que no asistiría al evento si Cuba es excluida. Lo dijo en nombre y siguiendo los ejemplos de dignidad nacional que ha dado el gran país de cuyo territorio partió Fidel a la cabeza de los expedicionarios del Gramma en 1956, el país, único de América que no le hizo caso a la OEA cuando ordenó la ruptura de las relaciones con Cuba, el país que nunca reconoció la dictadura fascista del déspota español Francisco Franco.
La asistencia de Brasil está en veremos. Bolivia, Guatemala, Honduras, han expresado su desacuerdo con la pretensión imperialista del presidente Biden, que en la intención obtusa de agredir a Cuba se olvida que esa Cumbre debió servir para contribuir a la integración y la comunión de esfuerzos de los países de la región que tienen por delante la ímproba tarea de luchar por superar las consecuencias de la pandemia, los efectos devastadores de la ola de inflación que va en ascenso y otros asuntos de interés común.
Norteamérica ignora todo eso, porque su obsesión sigue siendo Cuba libre, revolucionaria y soberana, y sobre todo, ignora que los tiempos de la hegemonía absoluta sobre los países latinoamericanos quedan cada vez en el pasado, porque como dijo Fidel hace ya muchos años, esta gran humanidad ha dicho basta y ha echado a andar.
Fuente: Biden tropezando con la misma piedra (eldia.com.do)