lunes, 17 de febrero de 2020

LA CRISIS ELECTORAL ES RESPONSABILIDAD DE DANILO MEDINA Y EL PLD

Por Fortune Modeste Valerio

Las elecciones municipales fueron suspendidas por la Junta Central Electoral (JCE) por “problemas” técnicos con los equipos electrónicos que iban a transmitir las boletas de los candidatos. No obstantes, las pruebas realizadas para comprobar su efectividad y transparencia, las mismas, a la hora de la verdad no funcionaron.

Las auditorías y verificaciones efectuadas por empresas extranjeras, resultaron ser partes del espectáculo. Miles de millones de dinero gastados para presentarse con la intención en buscar transparencia del proceso electoral. Lo que realmente buscaban era “armar el muñeco” y meter de contrabando el fraude automatizado.

La JCE es un estamento del Estado al servicio del gobierno de turno. Lo ha sido siempre desde la desaparición de la dictadura de Trujillo. Ahora, es un instrumento oficial del PLD para intentar perpetuarse en el poder. Por eso, preparan fraudes, en complicidad con las autoridades, burlar voluntad y decisión de la población.

La suspensión de las elecciones se produce como consecuencia del plan conspirativo del gobierno y el PLD, de provocar colapsar el sistema computarizado para detener el proceso de votaciones. No había forma en impedir la férrea voluntad y decisión de la población de votar contra Danilo Medina y el PLD.

La interrupción de las elecciones municipales provoca una crisis electoral, política e institucional; era el objetivo del gobierno y el PLD. Lograr su posposición para otra fecha; no importa su peligrosidad. Tratar de extenderla a las presidenciales y congresuales, y pretender prolongar el periodo constitucional.

El gobierno tiene el control de la JCE. Es integrada por la imposición del presidente Danilo Medina y el PLD, responsable de los recursos que necesita para el montaje de las dos elecciones, municipales, presidenciales y congresuales, y le garantiza la custodia y seguridad de los materiales y personal.

La esperanza del gobierno era el voto automatizado y materializar el fraude. Le fue muy bien, con su utilización, en las pasadas primarias. Ahora, pretendían aplicar varias modalidades de fraudes y todas fueron detectadas y rechazadas. No le quedaba de otra: incidental las votaciones para obligar la suspensión.

No valió el uso y abuso de recursos públicos, presión y chantaje a los empleados estatales. Utilizar la fuerza pública para apresar a dirigentes de la oposición, sobornar a funcionarios de la JCE, y contar con la complicidad del organismo rector de la JCE. Cuándo el pueblo se harta de un gobierno corrupto, no hay nadie ni nada que lo detenga.

La JCE esta descalificada, por su complicidad con el fraude e incapacidad, para organizar y dirigir el proceso electoral. Lo ha estado siempre; ahora quedaron al desnudo, una vez más. De las primarias a la municipales, ha sido un desastre. En las presidenciales y congresuales, que Dios no agarre confesados.

La renuncia de los integrantes de la Junta Central Electoral (JCE) es lo más saludable para una caricatura de democracia, como la nuestra. El presidente Danilo Medina es el verdadero responsable, crisis electoral, del desastre. Hacia él deben estar dirigido todos los reclamos, indignación y movilización de la población.