Por: Francis Santana.
El pasado miércoles día 7 del presente mes, se realizó la marcha más contundente que se haya efectuado en el país después de haberse instalado en el poder el gobierno del PRM, hace un poco más de dos años.
Pero la contundencia de esa jornada convocada por el Colegio Médico Dominicano, no consistió principalmente en la asistencia de decenas de miles de personas, sino en la diversidad de los sectores que participaron en la misma y en la elevada capacidad de convocatoria de las organizaciones que allí se manifestaron.
En esa multitudinaria jornada, la poderosa Asociación Dominicana de Profesores (ADP) tuvo una participación extraordinaria, movilizando a miles de maestros y maestras de todo el país exigiendo justamente, que no sea reducido el 4% del PIB, para la educación pública pre-universitaria como ha pretendido el Gobierno.
Los trabajadores cañeros, con su principal líder al frente, Jesús Núñez, se integraron con una masiva representación levantado la demanda de sus justas pensiones.
La Coalición por una Salud Digna hizo una presencia, entusiasta y de calidad.
El Colegio Dominicano de Abogados estuvo presente con un grupo amplio y combativo, con su presidente a la cabeza.
Las enfermeras de la Asociación Nacional de Enfermería, (ASONAEN) su gremio más representativo, marcharon con energía y reclamando a todo pulmón la eliminación de las ARS y de las AFP.
Un amplio sector social que históricamente ha estado protagonizando grandes luchas contra las AFP también se integró masivamente.
Varios congresistas de distintos litorales políticos, también marcharon en apoyo a todas esas justas demandas sociales.
También se destacó en esa extraordinaria jornada de calle, la presencia de fuerzas alternativas y revolucionarias como Patria para Todos y Todas, Alianza País, Frente Amplio, el Partido Comunista del Trabajo, Fuerza de la Revolución, Movimiento Caamañista, el Movimiento Popular Dominicano y el Frente Popular Jesús Adón, entre otros.
Y por supuesto, miles de médicos, mayoritariamente jóvenes y en uniformes impecablemente blancos, se pusieron al frente de esa multitudinaria marcha, que representa el despegue hacia poderosas jornadas de lucha que estremecerán todo el territorio nacional en defensa del derecho que tiene el pueblo a vivir con dignidad.
Un elemento trascendente de esa actividad unitaria y diversa en amplitud, también lo constituyen las declaraciones del presidente del Colegio Médico Dominicano, doctor Senén Caba, en el sentido de que acciones similares a esta marcha y aún más contundentes, se realizarán en todas las regiones del país.
Es a partir de esta orientación precisamente, que este pujante movimiento y con vigorosa presencia nacional, puede ir desarrollando una poderosa fuerza en las calles, creciendo y multiplicándose paso a paso, con todas las posibilidades de convertirse en un verdadero huracán social.
Porque de aquí en adelante no hay duda alguna, de que además de los sectores que participaron en la reciente marcha del 7 de septiembre, se puede vislumbrar que, en el muy corto plazo, se van a integrar a esas luchas, organizaciones como: La Articulación Nacional Campesina, La Asociación de Mujeres del Campo (CONAMUCA), El Movimiento que reivindica Las Tres Causales y el activo Movimiento Ambiental que viene librando importantes jornadas de resistencia en todas las regiones.
Pero de seguro, que La Coordinadora Nacional de lucha Popular, El Colectivo de San Francisco de Macorís, La Coordinadora del Cibao, La Coalición Enriquillo (que agrupa movimientos de Barahona, Bahoruco, Independencia y Pedernales) y cientos de organizaciones sociales de todo el país, se integrarán a este torrente de lucha por la salud, por la vida y por los más sentidos intereses de las mayorías.
Y cuando eso suceda (y no será tardío) temblará la oligarquía y sus instrumentos políticos e ideológicos de dominación.
Hay una cuestión muy determinante en todo este proceso, y es que el gobierno no está en capacidad de detener este huracán social, debido fundamentalmente a dos razones: primero a que las organizaciones principales que protagonizan estas luchas nos están bajo la influencia del oficialismo y segundo, que las políticas neoliberales impulsadas desde el poder no se plantean ni por asomo la solución de ninguno de los grandes problemas de la nación, lo que irá generando cada día más, un crecimiento indetenible de indignación social y que se expresará en protestas cívicas, masivas y pacíficas del pueblo en todos los confines de la República Dominicana e incluso en nuestra diáspora.
Y en medio del fragor de las grandes luchas que se han iniciado y que conducen el movimiento social hacia un gran auge, las fuerzas políticas alternativas tenemos la responsabilidad de presentarle al país una propuesta unitaria y de profundas transformaciones democráticas, para sacar del poder al PRM, a Luis Abinader, a sus aliados y a su gobierno oligárquico y entreguista al poder extranjero, evitando al mismo tiempo que ni el PLD, ni la FUPU de Leonel Fernández puedan regresar a gobernar el país.
Es más que evidente que avanzamos hacia un gran auge de las luchas populares y democráticas en todo el territorio nacional; momento oportuno para disponernos a dar pasos cada día más firmes y objetivos para continuar avanzando hacia el poder político de la nación, incursionando en todos los escenarios que nos recomienda la presente coyuntura.
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