miércoles, 19 de agosto de 2020

JIMMY SIERRA NUESTRO ABOGADO DEFENSOR

 Por: Fidel Soto

Ante la lamentable pérdida de Jimmy Sierra

Félix Cid y yo fuimos apresados en marzo del 73, en la ciudad de Puerto Plata, a raíz del desembarco del coronel Caamaño.

Jaime Samuel Sierra, Jimmy Sierra se tomó el caso de nuestra defensa. Viajó varias veces desde la capital a la provincia de Puerto Plata, brindándonos sus servicios legales sin ningún interés remunerativo, lo que fue una actitud solidaria que nunca olvidamos. Con él me unían lazos de amistad, pese a que era un destacado miembro del Partido Comunista Dominicano, pero su trato con todo el mundo era muy afable y se ganaba el aprecio y consideración de los militantes que como yo éramos pro chinos. Conjuntamente con Jimmy estaba también en la barra de abogados el Dr. Placido Castillo, destacado abogado de la ciudad de Puerto Plata y hermano del compañero Miguel Castillo.

 Los comentarios de la gente en cuanto al rol defensivo desempeñado por estos dos gladiadores del derecho era de elogio; pero el que más había deslumbrado a la población que asistía al juicio era Jimmy. Decían que era un gallito peleador y efectivamente mi estimado amigo dejó entrever  su decidido y bien elaborado plan de defensa ante el sistema judicial del represivo y criminal régimen balaguerista.

El fiscal era Ernesto Llibre Quintana, hermano del declamador Juan Llibre. Como fiscal se manejó de manera muy correcta en el juicio. Era un ministerio público no enfermizo ni militante del reformismo represivo.

Nuestra prisión en la cárcel de la fortaleza militar y la indignación que provocaron en el pueblo los golpes y torturas a que fuimos sometidos, se convirtieron en un problema para las autoridades de la localidad, porque temían que durante el tiempo en que estábamos en la cárcel se mantuviera un estado de agitación que no favorecían la tranquilidad necesaria en momento que esas autoridades se preocupaban para mantener un clima favorable al desarrollo del turismo y del comercio en sentido general.

En la primera audiencia Jimmy exigió la presentación de las pruebas, consistentes en las armas de fuego que ellos (la P.N), alegaban que teníamos al momento de nuestro apresamiento. Ante tal demanda las mismas no aparecieron y esto ayudó a evidenciar lo débil del expediente . Ante lo que tanto el fiscal como el juez pospusieron la causa para que esas armas fueran presentadas.

En la segunda audiencia tampoco presentaron las armas, pero sí a un testigo al que supuestamente habían asaltado y desarmado .Era un celador de las aduanas de aquella ciudad.

Estando el tribunal abarrotado de gente cada vez que Jimmy deshacía los argumentos del expediente era aplaudido por el público.

Creo que las condiciones políticas de la provincia, unido a la agitación de una prisión que ya tenía más de nueve meses y la defensa de nuestros compañeros abogados, sobre todo la elocuencia de Jaime Samuel Sierra, hicieron posible nuestra libertad luego de padecer golpes y torturas .

Al final las autoridades de la ciudad de Puerto Plata, principalmente el diputado por el partido reformista Balbuena Farington y la gobernadora provincial se pusieron de acuerdo con el Juez y el fiscal para otorgarnos la libertad por medio del sobreseimiento, figura jurídica que tiende a dejar sin efecto una acusación.

Hoy despedimos al amigo y compañero con el dolor de una partida a destiempo, pero con la satisfacción de que en vida nos honró con su amistad.