jueves, 22 de febrero de 2024

Felipe Ciprián, ripiando la verdad y la historia (3 de 6)

Por Fidel Soto Castro                     

Los que distorsionan la historia, no sólo lo hacen en libros y en artículos de periódicos o en presentaciones públicas en los medios de comunicación. Están siempre atentos, dejando caer su mensaje, propio del ocultismo ignorante y la perversión avieza, en interés de confundir y pasar sus mentiras maquilladas como verdades. 

Es la tarea de Felipe Ciprian, al tratar de enlodar la egregia figura del presidente Juan Bosch, acusándolo de traicionar al coronel Caamaño. A continuación citamos el siguiente párrafo de su artículo:

 "Cuando Caamaño* *en el exilio real* *disfrazado de agregado militar en Londres desde enero de 1966 luego de sobrevivir al atentado del 19 de diciembre de 1965 en el hotel Matum, Santiago, se entera de la situación del país, su primera decisión es acercarse a Bosch."

El coronel Caamaño no se entera de la situación del país estando en el exterior. Desde antes de su "exilio diplomático", vivió la cacería de constitucionalistas, entre ellos las del comandantes Pichirilo Mejia, el mayor Arias Collado, Gabi Castillo y numerosos jóvenes simpatizantes de la revolución, conculcada por la invasión de tropas yanquis. Sale a ese exilio a regañadientes. No conforme, obligado por los violadores del Acta Institucional y de Reconciliación que puso fin a la guerra de resistencia; de la que él fue la máxima figura militar, y el presidente Juan Bosch, la máxima figura política.

Él y Bosch sostienen contactos y correspondencias. Bosch lo invita a ser el candidato a la presidencia por el PRD en las elecciones de junio del 1966. El coronel Caamaño rechaza el ofrecimiento. Citamos su carta de fecha 21 de abril de ese año:

"El motivo de la presente es para saludarlo y a la vez desearle salud en unión de su familia."  

"Quiero significarle el más hondo agradecimiento por toda la defensa desarrollada por usted en torno a mi persona, créame que estoy completamente seguro de que sólo los padres defienden a sus hijos como usted lo ha hecho conmigo."

"He leído todas sus alocusiones últimas y creo que no hay en nuestro país quien pueda llegar tan profundamente y con tanto realismo a la conciencia de nuestros ciudadanos como lo está haciendo usted; nuestro pueblo que siempre ha sido engañado por los politiqueros ambiciosos, al oírle a usted, oyen al padre que le da esperanza y que lo alienta con su sabiduría." (1)

En la parte final de esa primera carta, Francis explica de manera breve, el rechazo a la propuesta de Juan Bosch, de  pasar a la vida civil, y a la candidatura por el PRD, para las elecciones del primero de junio de ese año, con estas palabras: 

"Estoy seguro que papá le habrá explicado con detalles  el porqué de mi decisión de seguir la carrera militar, créame usted que jamás olvidaré todo el desprendimiento demostrado por usted al hacerme esta proposición, y esto es una muestra de que a usted sólo le mueve el interés de ayudar a nuestro pueblo, a mí también ese es el único interés que me movió ayer a luchar, que me mueve hoy a mantener con más firmeza que nunca los principios sostenidos en esa lucha y que me fortalece para seguirle sirviendo a mi patria mientras quede el último aliento de mi vida."(2)

La carta termina con esta despedida: 

"Con fe en Díos y en un futuro para nuestra patria, le abraza quien de veras lo aprecia."(3)

Francisco Alberto Caamaño Deñó, Coronel.

Como muy bien puede apreciar el lector, los dos patriotas, mantienen correspondencia y se evidencia el interés del presidente Juan Bosch, para que el coronel Caamaño se integre a a vida civil y encabece la candidatura a la presidencia por el PRD. No hay talabandono de parte de Bosch hacia Caamaño. Todas las elucubraciones y mentiras del señor Ciprian, chocan con la verdad histórica, pero él seguirá ripiando la verdad, en cambio nosotros ripiamos sus mentiras.

(1)-(2)-(3)

(Juan Bosch : Abril y Caamaño. Textos selectos y documentos históricos. Matías Bosch C.)

El profesor Juan Bosch y el coronel Francisco A. Caamaño Deñó