viernes, 11 de febrero de 2022

HAY QUE ATREVERSE A ENFRENTAR Y SACAR DEL PODER A LA OLIGARQUÍA

 Por: Francis Santana

El saqueo de los recursos del Estado, el nepotismo, la represión, la impunidad, el entreguismo descarado a poderes extranjeros, el fraude y el clientelismo político,  han caracterizado a todos los partidos de la derecha que han gobernado la nación, aunque a unos en mayor grado que a otros

Los gobiernos del partidarismo de derecha han sido cómplices del narcotráfico y fomentado  los juegos de azar de manera generalizada, convirtiendo en país entero en una vulgar taverna, empujando a nuestra gente honorable y trabajadora hacia el vicio y la degradación.

Esos gobiernos de derecha, arruinaron a nuestros campesinos. A mediados de la década de los años 60s del pasado siglo, más del 70% de los habitantes del país vivían y se sostenían en la zona rural. Hoy más del 70% de la población vive en las zonas urbanas huyéndole a la pobreza y al abandono en que se malvive en el campo dominicano.

Y mientras esa derecha gobernante no fue capaz de resolver uno solo de los grandes problemas del país; sembró palmo a palmo esta parte de la isla, de miles de sectas religiosas para poner de rodillas a los explotados y empobrecidos para que  esperen sumisos una supuesta salvación en el más allá

La vil entrega de nuestros recursos naturales a depredadoras compañía megamineras extranjeras, también ha sido obra de todos esos partidos de derecha y sus aliados desde el poder.

La derecha política de nuestro país, representada en los partidos PRSC, PRD, PLD, PRM y los aliados de estos, actuando de manera servil y lacayuna frente a los distintos gobiernos de los EEUU; son los responsables directos de las desgracias y sufrimientos que viene padeciendo nuestro pueblo durante el más reciente medio siglo de nuestra historia.

Está suficientemente claro, que la derecha, constituida principalmente por una oligarquía insaciable de grandes banqueros, importadores y exportadores, grandes comerciantes, poderosos terratenientes y grandes burgueses del sector agropecuario, las cúpulas militares y eclesiásticas, representados todos ellos por los partidos políticos antes señalados; constituyen los obstáculos principales para alcanzar una nación verdaderamente soberana y una sociedad en la que la inmensa mayoría pueda disfrutar de progreso y bienestar en todos los sentidos.

Pero nuestra la izquierda revolucionaria no ha sabido construir la confianza necesaria en el pueblo para atraerlo hacia a sus filas y a través de una poderosa unidad político-social, crear las condiciones necesarias para movilizar el país, cambiar sustancialmente la actual correlación de fuerzas y disponernos a conquistar y construir un nuevo poder político desplazando para siempre a la oligarquía criolla y a sus amos foráneos.

Nuestra izquierda, revolucionaria y heroica; pero lamentablemente muy intransigente, debe entender definitivamente que no se puede avanzar hacia el poder, compitiendo entre nosotros mismos; sino complementándonos y siendo capaces de entender y asumir la causa revolucionaria como una  obra de las masas e implementando los métodos y formas de lucha que requieran las distintas coyunturas; sin pretender absurdamente ser vanguardia desde pequeños grupos, sin suficiente formación política, sin tropas, sin liderazgo y sin estar enclavados en el palpitar cotidiano de pueblo.

Por eso, nuestro principal desafío hoy, es UNIRNOS e  ir ganando para nuestras políticas y nuestras filas a lo mejor de nuestra sociedad que se encuentra en el seno de la clase obrera, en el campesinado, en los diferentes niveles de la clase media,  incluyendo  a una amplia franja de intelectuales democráticos que siempre han estado del lado de las mejores causas.

Y tomar muy en cuenta en esta labor UNITARIA y de engrosamiento de nuestras filas, que la composición inmensamente mayoritaria de la membrecía de nuestros grupos revolucionarios está constituida por hombres y mujeres de la tercera edad,  y que por tal razón hay que privilegiar la integración de jóvenes  porque nos estamos quedando sin relevo generacional para continuar la lucha revolucionaria.

El momento es altamente oportuno  para las fuerzas patrióticas avanzar hacia el poder, porque el partidarismo de derecha está ampliamente cuestionado en la sociedad por sus fechorías y perversidades. Porque el futuro político de la oligarquía del país y de sus partidos es incierto y sombrío.

Y en América Latina soplan vientos huracanados a favor de la democracia y la independencia de nuestras naciones.

!Echemos abajo el dominio oligárquico!

¡Con unidad, y luchando en todos los escenarios, construyamos un nuevo poder: el poder de las mayorías!

¡Podemos vencer...Y venceremos!

Francis Santana