miércoles, 16 de junio de 2021

EL GOBIERNO PRETENDE COMETER UNA MASACRE CONTRA AGRICULTORES OCOEÑOS

 Por: Francis Santana


Orlando Jorge Mera, actual Ministro de Medio Ambiente, ha dado 100 días de plazo a los productores ocoeños en la zona de Valle Nuevo, para que interrumpan todas sus labores agrícolas.

De lo contrario, usará la fuerza pública si es necesario para hacer cumplir esa disposición.

Y esto lo dice públicamente el Ministro de Medio Ambiente, sin hablar previamente con esos agricultores y negándose de forma arrogante a reunirse con la Asociación de Productores Hortícolas de La Horma.-ASOPROHORMA-

La ley establece que cuando una propiedad privada es declarada de utilidad pública por el Estado, éste tiene que pagar esa propiedad o hacer una permuta con  su propietario.

¿Además de pretender pisotear a los agricultores,  éste señor y su gobierno, están dispuestos a pisotear la ley? ¿Es que son tan prepotentes?

El Ministro dice que ya tienen el lugar hacia donde trasladarán a los campesinos; pero estos no lo saben, no saben nada, porque el Ministro no ha sido capaz  de hablar con ellos y escucharlos.

Tenemos que proteger las montañas, el agua, la tierra y la vida; pero sin atropellar y sin abusar de los agricultores que realizan ésta labor con dignidad y sacrificios de toda índole para poder mantener a sus familias. 

Domínguez Brito, siendo Ministro de Medio Ambiente, el 26 de septiembre del 2016, les dio 120 días a los agricultores de esa misma zona para que salieran de ella, metió el ejército y cometió todo tipo de abusos; pero fracasó.

Ahora Jorge Mera  les da menos tiempo para que salgan: solo 100 días. 

Tremendo CAMBIO están haciendo; peor que en los pasados gobiernos, que es mucho decir.  

Medio Ambiente señaló en un comunicado amenazante e irresponsable, que con esta medida buscan proteger  Valle Nuevo que es la madre de las aguas.

Pero Orlando Jorge Mera, proveniente de una familia depredadora de los bosques de Valle Nuevo, que tenía aserraderos allí y era propietaria de la compañía "Explotación Maderera de Constanza C×A", no tiene ni la más mínima calidad moral para presentarse como defensor de nuestros recursos naturales.

Y aún más, un señor (éste Jorge Mera) que nunca ha luchado a favor del medio ambiente y que prácticamente no sabe nada del tema ambiental.

Ojalá que con su amenaza de usar la represión contra los agricultores, no esté queriéndonos decir que está dispuesto a cometer en Ocoa, un baño se sangre similar o mayor al que hizo su padre, Salvador Jorge Blanco en abril de 1984 cuando era Presidente del país, asesinando salvajemente en tres días,  a más de 100  humildes hombres y mujeres que luchaban pacíficamente contra las abusivas medidas económicas impuestas por su gobierno.

Salvemos Valle Nuevo y  salvemos todos nuestros recursos naturales, en común acuerdo con los productores agrícolas de la zona.

Los abusos de poder y las arbitrariedades no son propios de gobiernos que dicen ser democráticos, sino de  dictaduras.


Francis Santana

PERÚ Y LA IZQUIERDA QUE TRIUNFA

 Por César Pérez

El destacado sociólogo Cándido Mercedes me sugirió que abordase el tema de la elección Pedro Castillo como presidente de Perú, a pesar de su discreto perfil, y que comparase el grado de conciencia de la sociedad peruana con la que tenemos nosotros. Le dije que no, por razones que le expliqué, pero su sugerencia fue como esos gusanillos que obligan a uno a intentar sacárselos de la cabeza. En ese tenor, aprovecho la sugerencia del dilecto amigo y colega para tocar algunas cuestiones sobre porqué y dónde se producen triunfos de la izquierda de esta región. Además, insistir en la crítica al carácter impolítico de cierta izquierda de nuestro país y las consecuencias de su sesgada lectura de los procesos políticos en América Latina.

El triunfo de Pedro Castillo alegra a todo aquel que cree e impulsa el derecho a la participación y representación que, en esencia, constituye la base de la opción personal y social del hoy presidente de Perú. Por sus condiciones étnica/sociales, y sus posiciones de izquierda en cuestiones importantes, fue frontalmente combatido por sectores clasistas y racistas dentro y fuera de su país. Sin embargo, triunfó y con él las posiciones contra toda expresión de intolerancia y exclusión. Esto, además de satisfacción, motiva una reflexión sobre las razones últimas que hicieron posible la victoria de Castillo y el acceso de otros candidatos de izquierda a diversas instancias del poder en otros países de la región. La clave de estas conquistas radica en sus historias de luchas sociales y políticas.

En Perú, esa historia se inicia con Tupac Amaruc que encabezó la rebelión indígena contra los colonizadores, de los movimientos indigenistas, la reforma agraria de Velazco Alvarado, los movimientos sociales y vivienditas que han  logrado alcaldías en varias ciudades, incluyendo Lima. Los éxitos de la izquierda brasileña, son frutos de sostenidas luchas de los trabajadores, de guerrillas contra dictaduras militares, de conquistas de espacios urbanos, como ese largo proceso concertación social que hizo de Curitiba una ciudad referencia mundial. Santiago de Chile tiene hoy una alcaldesa dirigente del Partido Comunista Chileno, uno de los pocos partidos comunistas a nivel mundial con profundas raíces en la cultura, en sentido lato, de sus sociedades.

Experiencias similares tiene la izquierda boliviana, la uruguaya y en menor medida la argentina, las cuales han contribuido que en estos países se haya creado no sólo una significativa conciencia política, sino un fortalecimiento de la identidad nacional, hacen política, y están insertas en las instituciones del sistema donde se toman las decisiones. Por diversas razones, esa no es la  experiencia de nuestra izquierda, ésta, a pesar de su importante aporte al clima de relativa libertad alcanzado por esta sociedad, se mantiene prácticamente ausente en las instancias decisorias del sistema. Debido, básicamente, a sus limitaciones para comprender cómo hacer política en el marco de la democracia.

Otro lastre de la generalidad de nuestra izquierda, es su inveterada propensión a dividirse, al desacuerdo en cuestiones de simple sentido común, al tremendismo verbal, el  agravio y la descalificación como recursos argumentales  de discusión casi únicos. Una lástima, pues pocas sociedades son tan socialmente desiguales, pocas tienen una clase dominante tan conservadora social y políticamente como esta. Ese conservadurismo social, de clases o clasistas es tan cultural y políticamente profundo que, paradójicamente,  son identificables en ciertas expresiones de determinados grupos o individualidades que se reclaman de izquierda al referirse a determinadas colectividades o personas  de izquierda percibidos como adversarios.

Aquí, la existencia de una izquierda social, además de política, es en extremo necesaria para poder llevar hasta su más mínima expresión las actitudes y posiciones conservadoras en la sociedad que corroe los cimientos  de la nación. En otros países de la región, sobre todo en los arriba citados, las diversas luchas sociales han ampliado los márgenes de maniobras para limitar el daño que ocasiona a sus sociedades el atraso de sus clases dominantes y por eso, por momentos, se dan casos como ese triunfo de Castillo, en que fue determinante la alianza entre Pedro Castillo y Verónika Menoza, una brillante y culta represente de una franja de la izquierda peruana.

Esa alianza/unidad no cayó del cielo, es fruto de un rico sedimento producido por  una historia conquistas sociales y políticas y por una sostenida demanda de inclusión social sin importar orígenes étnicos, sociales o religiosos. Es esta una de las lecciones que podemos extraer del acceso al poder de un maestro de escuela, de humilde origen rural y  que construyó su casa con sus propias manos. Eso es importante, pero lo más importante es saber sólo con una pluralidad de manos es como se pueden construir sociedades realmente inclusivas. Verdaderamente  democráticas.

Fuente: Perú y la izquierda que triunfa | Acento.



 

¡SALVE JUAN DIONICIO RODRÍGUEZ!



Carta abierta al Presidente y Diputado Nacional por el Frente Amplio
Por Manuel Salazar
Se podia esperar de ti, que como Diputado al Congreso Nacional, renunciaras al barrilito y otros privilegios conexos que reciben los congresistas. Porque tienes una formación familiar y política que inducen a que esa sea tu conducta. Eres Duartiano por educación y convicción.
La ciudadanía activa ha saludado esta práctica tuya, lo que quiere decir que "aún hay posibilidades de cambio".
Reconforta saber que también José Horacio Rodríguez y Pedro Martinez, de Alianza Pais, hacen lo mismo, emulando la conducta del que también fuera Diputado por este partido, mi tan querido como respetado, Fidelio Despradel.
Esta ejemplar actitud tuya, igual que la de los mencionados, es como un brote verde en un campo que ha sido devastado por un fuego.
La veo como una manifestación de resilencia de la política dominicana.
El patricio Juan Pablo Duarte, dijo: "La política es la ciencia más pura, y más digna, después de la filosofia, de ocupar las mentes nobles".
Tu conducta apunta en el sentido de recuperar esa divisa duartiana.
Pero debes convencerte cada día de que esa conducta tuya va en vía contraria a lo que se ha establecido como dominante en la cultura política dominicana. En el imaginario colectivo domina la creencia de que ser político, y más si es congresista, es sinónimo de ventajismo, de aprovechamiento personal de los recursos y posiciones del Estado.
Eso viene desde los primeros años de la década de 1980, que en el país político se hizo muy popular el dicho: "Yo no quiero que me den nada, lo único que quiero es que me nombren donde haya dinero que administrar".
La muerte del profesor Bosch, del Dr. Peña Gómez y del Dr. Balaguer, quienes determinaban todo en sus respectivos partidos, dejó a estos divididos en tendencias que se agrupan en torno a jefes que no aportan nada doctrinal ni de proyecto de pais, sino la posibilidad de que sus parciales ocupen una función pública.
Con la imposición del mercado como ordenador de la sociedad, y el desempleo creciente en el pais, ese hecho en los partidos políticos ha creado un mercado de conciencia, sujeto a la oferta y la demanda. La política ha devenido en carrerismo y ventajismo.
La función pública ha dejado de ser un servicio de carrera para garantizar que el Estado cumpla sus responsabilidades con el pueblo; y ahora es cuota para los que hicieron aportes de uno u otro sentido en la campaña electoral para llegar al poder.
Los ministerios se asignan como cuotas de tal o cual tendencia o sector económico, y estos se desenvuelven conforme al interés o las aspiraciones de sus incumbentes, y no para aplicar la orientación y el programa del gobierno.
Eso es lo que domina en el país. Por tanto, debes ser fuerte. Firme. Atreverte a nadar contracorriente.
Y afecta incluso a izquierdistas que, en una interpretación errada, o antojadiza, de que el poder es la cuestión principal para los políticos, convierten en cuestión de vida conseguir un cargo público, como sea.
Los hay, y los ha habido, que los consiguen en el gobierno de los partidos que rechazan.
De tal envergadura es la decadencia de la actividad política, que me he encontrado con personas a las que se les ha hecho difícil creer que el PCT apoyó a Luis Abinader y el PRM en las elecciones pasadas con el único objetivo de que el cambio de gobierno generase una nueva ambientación política en el país; de optimismo en el pueblo, para poder continuar la lucha por cambios de mejor calidad. Es decir, para evitar que un eventual triunfo del PLD dejara al pueblo soñando pesadillas, y por el contrario lo dejara optimista, soñando con posibilidades de cambios mejores y mayores.
Aunque como al efecto, esta táctica sólo llegara hasta el dia de las elecciones y a poco tuviéramos que plantar cara al nuevo gobierno.
A mucha gente le resulta extraña una postura tan ideal como esa, cuando ese tipo de apoyo hoy se da a cambio de algo material, como un cargo público.
Desde luego que en justicia debo decir que hay muchas personas que ocupan una función pública, porque tienen derecho a un empleo así en el sector público como en el privado; tienen vocación de servicio público, y por su reconocida solvencia profesional, técnica y moral. Desde esa función sirven a la sociedad.
Y en ese mismo sentido, es de justicia también decir, por sólo mencionar a dos funcionarios que no hacen parte del PRM, que cualquier gobierno, del partido que sea, quisiera disponer de gente de tan elevada calificación en sus respectivos campos profesionales, como Max Puig y Miguel Ceara Hatton.
Así las cosas querido Juan Dionicio Rodríguez, te felicito por las posturas éticas que has venido asumiendo, y te insto a que, en tu Carta de Trabajo, como presidente del Frente Amplio, incluyas la estrategia de construir un partido cuyos militantes asuman la política como vocación de servicio público, y no como escalera de ascenso social.
Te lo sugiero, porque esa es una tarea necesaria a todo el partidismo dominicano, y porque como, de muestra sólo falta un botón, conozco a un Frenteamplista del llamado Sur lejano, que ha dicho que "no milito en política por patriotismo"; sino por ganar un puesto en el Estado.
Así que ya lo sabes. Adelante. Éxitos.

Manuel Salazar