La izquierda, como toda criatura que llega a un nuevo escenario, debe aprender a moverse de manera tal que no equivoque los pasos: gatear, hacer solito, caminar, correr, detenerse, y, de vez en cuando, dar sus saltitos. Porque, después de permanecer tanto tiempo trabajando en la clandestinidad, es posible que prefiera andar agarrada de alguien. Y eso podría entorpecer el nuevo aprendizaje.
Esta democracia que se comparte es el resultado del trabajo, sacrificio e incesantes luchas de los hombres y mujeres de la izquierda, Vaya paradoja, es la que menos ha disfrutado. Y no por desconocimiento, sino porque creía que era un pecado mortal bailar en la fiesta de la democracia, que se realiza con los recursos de todos, incluyendo de los revolucionarios.
Ahora se comprende que no es un error bailar en la fiesta de la democracia. Se debe tener presente, sin inventos, qué se busca participando en ella, y con cuál pareja se baila. Con la música no hay problema, aunque aparezcan algunos cruzados. Hay que tener cuidado con la bebida, para que no se pasen de contentos.
Mi recomendación: vayan acompañados y si es posible con su pareja. Qué diablo busca ir a una fiesta a calentar silla. Hay que bailar con su pareja y compartir con los demás, Lo importante es que el encuentro concluya como lo planificaron y organizaron, los responsables de la chercha.
Se
olvida del vestuario, la pinta. No es necesario la boina, ni la camisa
de kaki, tampoco el pantalón jeans azul; olvídense
de las botas y la gorra; con la barba no hay problema, eso sí, una vaina bacana,
bien arreglada; con el pelo, un corte decente, con el barbero del bloque.
Recuerden, no lleven los periódicos, libros y folletos; es para una fiesta que
van. Es decir, llegar con decisión a disfrutar la rumba.
En democracia se avanza si se comprende que está en un escenario nuevo que permite, con todas sus desventajas e inequidades, crecer, multiplicar, consolidar y expandir sus instituciones. En nada se abandonan las luchas reivindicativas, económicas, políticas y sociales; por el contrario, se combinan las luchas con audacia, disciplina mental y participación popular, para que no se quede, nadie sin bailar, un espacio sin la participación de la izquierda, con sus propuestas puntuales.
Tres aspectos que se deben tener en cuenta: profundizar la democracia, que garantice la esencia de las libertades democráticas y el respeto de los derechos humanos consagrados en la Constitución de la República y convenios internacionales, y, por último, aunque hay más, continuar con el crecimiento económico, pero sobre la base de una redistribución de la riqueza, equilibrada e inclusiva, y el reordenamiento de las políticas económicas; comercial, financiera y de manufactura.
Lo que se busca es crear vocación de poder, y eso se consigue participando en la estructura estatal, en las instituciones sindicales, campesinas, profesionales, estudiantiles, ambientalistas, feministas, sociales y populares. Se acabó el “trabajar para estar cansado”. Alcanzar el poder es la aspiración suprema de los revolucionarios; todos los caminos deben conducir a esa dirección.
Aquí
no se puede hablar de democracia, sin reconocer los aportes de los
revolucionarios en la lucha contra la dictadura y gobiernos inconstitucionales;
violadores de los principios y valores democráticos. La sangre de los héroes del 14 de
junio de 1959 se mantiene viva en las escarpadas montañas; donde acudieron los
mártires del Movimiento Revolucionario del 14 de junio, el inolvidable Manolo Tavárez Justo y
sus compañeros. Pero hay más, se combatió en las calles, abril de 1965, para
restablecer la Constitución de 1963 y el retorno a la presidencia del profesor
Juan Bosch. Y en los doce años de los gobiernos sangrientos del doctor Joaquín Balaguer, se exterminó una generación de jóvenes valientes, enfrentando imposiciones dictatoriales.
Participar en la etapa democrática es un proceso muy duro para entidades políticas que han operado con el objetivo de sustituir el sistema capitalista. El mundo ha cambiado; los escenarios y los métodos de lucha, también. Hay que incursionar, levantando la bandera de la democracia, en todos los espacios legales, incluyendo, por supuesto, la fiesta de la democracia; "bailar pegao" con su pareja, sin confusión alguna. Única manera de enviar un mensaje de lealtad y confianza.
Fortune Modeste V