Por Faustino Collado*
Las marchas y manifestaciones antihaitianas no son marchas patrióticas, sino xenófobas y de un nacionalismo de pacotilla. La verdadera amenaza a la soberanía dominicana viene de los imperialismos norteamericano y europeo.
Nuestra política exterior en la ONU, OEA OMC FMI, BM, OACI y otros organismos, depende y está al servicio de los intereses del gran capital internacional. Aquí las FFAA, DNI, PN, la DNCD, aeropuertos y puertos privatizados, la Justicia y otras áreas del Estado reciben la línea de asesores norteamericanos y su Embajada.
Ni los anteriores ni este gobierno defienden la ley que convierte a RD en un Estado archipielágico, donde nuestro territorio terrestre y marítimo pasa a tener 350,000 km2; sin embargo, Estados Unidos, Reino Unido y Holanda, en la parte norte y este del Atlántico y mar Caribe, están usurpando nuestro territorio y soberanía, y apresando nuestros pescadores. Pero, sobre todo esto y mucho más, como los casos de las minas, los nacionalistas de pacotilla y patrioteros anti haitianos no dicen una palabra.
Vamos a ver cuándo este gobierno saque el último haitiano/a quién va a recoger el café, a sembrar, a construir y a limpiar en las casas. Ya la Asociación de Productores de Banano se está quejando que si le dejan sin los 14,000 haitianos que emplean hoy día quebrarán. ¿Qué hagan los dominicanos esos trabajos? Nunca jamás, en razón de que la oligarquía que controla la economía, a la que votan cada 4 años los patrioteros antihaitianos, tiene los salarios represados, determinados por el salario mínimo, el cual el mayor es de 25,165.00, con 16,000.00 en las zonas francas, cuando la canasta familiar supera los 45,000.00 y este gobierno no cumple la ley de indexación salarial.
La necesidad de trabajadores extranjeros mal pagados y, muchas veces engañados, viene del modelo de desarrollo desigual y concentrado que ha impuesto la oligarquía. ¿Inmigración legal? Si. Estamos de acuerdo. Primero para todos los ilegales, incluyendo los blanquitos; segundo, para quien pueda aportar, con su trabajo físico o intelectual, al desarrollo del país, como son los haitianos trabajadores formales, que nos han ayudado a reconstruir esta economía para que crezca un 5 % anual en promedio en los últimos 50 años.
Sin los trabajadores haitianos, básicamente en la construcción, ingenios y agricultura, el país no tendría el PIB que tiene hoy. Alerta: históricamente, en muchas partes del mundo el nacionalismo xenófono, básicamente contra una comunidad, termina persiguiendo a todo quien disiente socialmente y ahogando la libertad.
* (Coordinador General del Movimiento político Redes)