miércoles, 26 de abril de 2023

Guerra de abril, más que conmemoraciones

 Por Francis Santana

Saludamos con entusiasmo todos los actos patrióticos en conmemoración de la epopeya histórica de abril de 1965 ocurrida en nuestro país hace 58 años.

Reconocemos los esfuerzos y la honestidad de quienes desde posiciones democráticas y de avanzada hacen cada año ingentes esfuerzos por mantener viva las enseñanzas de aquel extraordinario acontecimiento, que debe llenarnos de orgullo.

De ahí que valoremos en su justa dimensión las conferencias, publicaciones, paneles, eventos religiosos, ofrendas florales y otras actividades similares en memoria de los héroes, heroínas y mártires de aquellos hechos que reafirmaron una vez más que el nuestro ha sido, y es, un pueblo que jamás se pone de rodillas, al precio que exijan las circunstancias, frente a todos los imperios que osen pisotearlo.

Esas acciones conmemorativas debemos continuarlas e incluso generalizarlas en todo el país y en nuestra diáspora, ya que estas contribuyen de manera significativa a elevar la conciencia crítica sobre esos acontecimientos y a mantener viva en las presentes y futuras generaciones, la grandeza que siempre ha caracterizado al pueblo dominicano en todos los tiempos.

Todas esas iniciativas en las que se resalta nuestro patriotismo son de vital importancia, porque los pueblos que no conocen su historia corren el riesgo de cometer graves errores al afrontar los desafíos del presente y en el porvenir.

Un gran revolucionario asiático del siglo pasado, cuyo nombre ya muchos compañeros y camaradas se niegan a mencionar, y que se llamó Mao Tse Tung, dijo que para dirigir correctamente un proceso transformador era necesario conocer la historia, conocer lo que sucede cotidianamente y estar guiado por una concepción científica.

Esto debemos tenerlo muy presente en todo nuestro accionar y nunca olvidarlo. Nunca.

Las conmemoraciones anteriormente aludidas, son excelentes iniciativas y debemos complementarlas con un esfuerzo educativo que incluya no solo el conocimiento de aquellos hechos, sus causas, consecuencias, su contexto y protagonistas. Se requiere ir más allá.

Estamos frente al ineludible deber de evidenciar las nuevas formas de dominación que ejerce el imperialismo de los Estados Unidos sobre nuestra patria en estos tiempos; oprobiosa dominación que nos ha convertido en una neocolonia en la que ese imperio impone todas sus órdenes y políticas, en perversa complicidad con los gobiernos locales, que no pasan de ser lacayos serviles carentes de toda dignidad.

La Guerra de Abril concluyó hace 58 años; pero el dominio y saqueo imperialista contra nuestra nación continúan profundizándose en todas las esferas de la vida nacional.

Nos corresponde enfrentar ese dominio y a sus aliados nativos, en las actuales condiciones históricas, aplicando los métodos y formas de resistencia que aconsejan y determinan las nuevas coyunturas, sin obviar en ningún momento que todo cuanto hagamos, no solo debe buscar el conocimiento de la historia; sino, ir creando la necesaria conciencia transformadora, creando los instrumentos organizativos y desencadenando las acciones políticas y sociales requeridas para ir avanzando gradual y ascendentemente hacia el establecimiento del poder de las mayorías, que garantice alcanzar la plena soberanía nacional y el bienestar general de nuestro pueblo.

En abril de 1965 lo mejor de nuestros hombres y mujeres, civiles y soldados, enfrentaron con grandeza de antología a las clases dominantes nativas y a la ignominiosa intervención extranjera.

Hoy, en circunstancias distintas y con métodos de lucha también diferentes, nos corresponde conmemorar aquellos episodios trascendentales de nuestra historia, profundizando el contenido y alcance de las actividades que tradicionalmente venimos impulsando.

Pero simultáneamente, ir construyendo una amplia y sólida UNIDAD de las fuerzas y sectores continuadores del ejemplo combativo y unitario del Coronel de abril y de sus compañeros y compañeras constitucionalistas, para atrevernos a disputarle y sacar del poder a la minoría antinacional y anti-pueblo que gobierna la nación.

Conmemoremos el 58 aniversario de la Guerra de Abril haciendo todos los esfuerzos y sacrificios que reclama el actual momento político, para UNIR A LAS ORGANIZACIONES, SECTORES Y CIUDADANOS AUTENTICAMETE PATRIOTAS y así homenajear con elevada honestidad, a nuestros gloriosos antepasados, e izar hasta las galaxias nuestra tricolor bandera, en señal de que definitivamente estamos en plena disposición de luchar incansablemente por alcanzar nuestra anhelada soberanía nacional. ¡A CUALQUIER PRECIO!

Francis Santana

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