POSICION SOBRE LA LEY DE MODERNIZACION FISCAL DEL GOBIERNO DE LUIS ABINADER, DEL FMI, BANCO MUNDIAL, LOS NEOLIBERALES Y EL PRM
La historia de la economía política dominicana en materia fiscal y tributaria, desde el ascenso de Balaguer al poder desde el año (1966-1978), pasando por los gobiernos del PRD de Antonio Guzmán (1978-1982), Salvador Jorge Blanco (1982-1986), nuevamente los gobiernos de Balaguer desde (1986-1996); Así como el gobierno de Leonel Fernández y el PLD durante el periodo (1996-2000), el gobierno de Hipólito Mejía/PRD del período (2000-2004), de nuevo el gobierno de Leonel Fernández y el PLD durante el período (2004-2012); nuevamente el gobierno del PLD y Danilo Medina en el período (2012-2020), hasta el gobierno actual de Luis Abinader/PRM (2020-2024) y el inicio del segundo mandato de Abinader.
Todos esos gobiernos han sido los responsables del endeudamiento externo a través de préstamos al BID, FMI y otros organismos crediticios del sistema capitalista y la deuda de la República Dominicana asciende a más de 60 mil millones de dólares, el cual han llevado al país a una crisis monetaria y financiera.
Además, ha sido la historia de los gobiernos del Sistema capitalista de introducir reformas y contra reformas para sanear las finanzas públicas, sin embargo, han fracasados en sus intentos, porque no han podido racionalizar los gastos públicos y elevar los ingresos tributarios, ambas son medidas conjuntas que tienen que ir dirigidas a sanear las operaciones fiscales de todo el sector público.
Con su llamada ley de ”modernización fiscal”, ya sometida al Congreso de la República Dominicana, el gobierno de Luis Abinader y el PRM bajo la orientación e imposición del Fondo Monetario Internacional (FMI), quiere imponer al pueblo dominicano un paquetazo de medidas impositivas con el pretexto de supuestamente evitar que la economía dominicana caiga en una crisis más profunda que la que actualmente afecta su funcionamiento; crisis que tiene su epicentro; a decir de los gobernantes de turno y sus apologistas en el déficit fiscal, el cual, según ellos es el centro de todas las distorsiones del aparato económico nacional y del sector público, obviando la verdadera naturaleza de las causas que originan la crisis del capitalismo dominicano y su modelo neoliberal, que está muy determinada por su carácter dependiente, atrasado y deformado, en su estructuración y desarrollo, y que ha sido estructurado para que sirva al sistema de explotación capitalista e imperial mundial en su condición de neocolonial; Así como también de la corrupción administrative de sus funcionarios de todos los gobiernos que han gobernado en los últimos 60 años.
La realización de una reforma tributaria no solo contempla la obtención de nuevos ingresos; sino también que es un instrumento de carácter normativo o indicativo para lograr objetivos específicos en determinados sectores de la economía. En la situación actual de la economía dominicana, el objetivo específico es fortalecer el caudal de ingresos por concepto de impuestos y evitar el uso de recursos externos (préstamos) que conllevan el pago de intereses insostenible en el tiempo.
Con el paquetazo de medidas impositivas el gobierno de Luis Abinader/PRM persigue recabar la suma de ciento veintidós mil millones de pesos dominicanos (RD$122, 000, 000, 000), con la finalidad de hacer frente al déficit fiscal, que según cálculo del Banco Central se ubica en un promedio de 3.1% del Producto Bruto Interno (PBI) durante el período 2021-2024, cuando había sido de 2.2% en el período 2013-2019, no obstante haber aplicado el gobierno política monetaria dura basada en altas tasas de interés para contener el déficit fiscal, lo que significa un fracaso en la aplicación de la política fiscal a la hora de conseguir que la economía salga de la situación de bajo crecimiento y baja productividad.
El paquetazo fiscal que pretende imponer el gobierno de Abinader y el PRM al pueblo trabajador, campesinado, empobrecidos, a la clase media y sus familiares, en vez de resolver los problemas sociales y económicos que afectan a la inmensa mayoría del pueblo dominicano, provocaran una profundización de la crisis social y económica que afecta a la sociedad, porque la mal llamada reforma fiscal que se quiere implementar evade la posibilidad de que se grave a la riqueza y a la gran propiedad, son medidas basadas en el crecimiento de los impuestos indirectos, es decir, que es un sistema regresivo, con la creación de nuevos impuestos destinados a gravar básicamente al consumo de bienes y servicios, con lo que se afecta el nivel de vida de los trabajadores y sectores populares dominicanos.
Una de esas medidas antipopulares es que obliga a los trabajadores asalariados que ganen más de RD$52,000.00 pesos dominicanos mensuales a presentar una declaración jurada anual, independientemente del costo de la vida que sitúa la canasta básica familiar por encima de los RD$40,000.00 pesos dominicanos al mes, sin tomar en cuenta el pago de la renta y otros servicios de consumo masivo.
Se ajusta el monto exento de las viviendas de bajo costo; actualmente las viviendas por encima de los nueve millones (RD$9,000,000.00), son las que pagan el impuesto IPI, sin embargo con la contra reforma fiscal actual se reduce el valor de dichas viviendas a partir de cinco millones (RD$5,000,000.00) pesos dominicanos, lo cual es un impuesto que afecta al pueblo, ya que con el proceso de inflación los materiales de construcción de viviendas han subido significativamente, hasta tal punto que, cualquier propiedad de un pobre supera el valor de los cinco millones (RD$5,000,000.00) pesos dominicanos. Anualmente los propietarios que tengan propiedades que excedan dicho monto tendrán que pagar un 1% del excedente del referido valor.
Se mantiene una tasa general del 18 % del Impuestos de Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), teniendo esto el agravante para la calidad de vida del pueblo trabajador que, se ha ampliado la base o cantidad de productos y servicios, lo cual evidencia que dicha contra reforma tiene como uno de sus pilares esenciales el cobro de dicho impuesto regresivo al gravar todos los alimentos y servicios de consumo masivo, solamente se dejan exento del cobro del ITBIS, 8 productos de la llamada canasta de consumo familiar (Pollo, yuca, huevos, pan, arroz, leche, plátanos).
Esto tendrá un efecto desastroso en la calidad de vida de los sectores populares, porque hasta los servicios digitales serán gravados con el 18%, porque tendrá consecuencias inflacionarias afectando con ello la capacidad de compra de la gente empobrecida y de la clase media; pero esencialmente de los sectores populares al disponer de bajos salarios e ingresos.
Todo esto profundizara el estado de pobreza y miseria en nuestro país, porque no se crean mecanismos compensatorios para enfrentar el alza en los precios de los bienes de consumo masivo, el gobierno de manera demagógica alega que se incrementarán los supuestos beneficios que reciben los sectores populares a través de las tarjetas solidaridad y supérate, que evidencian un verdadero fracaso en su lucha en contra de la pobreza.
Otro impuesto abusivo que lesiona la capacidad de compra del pueblo trabajador y de la clase media es el impuesto de circulación de vehículos de motor o el llamado marbete, el cual se plantea incrementar su cobro impositivo en un 100% al pasar de RD$1,500.00 pesos dominicanos a RD$3,000.00, los vehículos con más de 5 años de fabricación; mientras que los vehículos de hasta 5 años de fabricación pagaran RD$6,000.00, actualmente pagan RD$3,000.00 pesos. Esto muestra el carácter regresivo de dicho impuesto, porque los mayores perjudicados son los sectores populares, cuyos vehículos exceden más de 5 años de fabricación. Lo correcto es cobrar dicho impuesto en base al cilindraje y el año de fabricación y valor del vehículo; ya que se está grabando de igual manera a dos vehículos cuyos precios son diferentes, por ejemplo, un carro del año 2000 marca Toyota, que costó RD$300,000.00, pagará RD$3,000.00; mientras un carro Mercedes Benz del año 2019, que cuesta RD$4,000,000.00, lo que pagará es RD$6,000.00, eso no es justo, ni razonable, sino, favorecer al rico y fuñir al empobrecido.
Se crean otros impuestos como el Impuesto al Valor Agravado (IVA) para las llamadas como envío de bajo valor, que son compras por internet que generalmente valen menos de US$200.00 dólares, y que son consumidas por los sectores populares como una forma de hacer frente al alza de bienes de consumo en el mercado local. Además, se contemplan otros aumentos de impuestos como el ad-valorem, aumento de aranceles a las importaciones, incremento del impuesto selectivo especifico a las bebidas alcohólicas y a las bebidas azucaradas, los cuales también tendrán efectos inflacionarios al traducirse dichos impuestos a los precios de los bienes de consumo.
Todo el paquete de medidas impositivas que tiene en el congreso actualmente el gobierno de Abinader y el PRM, se basa en mantener una política fiscal que tiene su base en los impuestos indirectos; en cambio no se revisan, ni se tocan la fiscalización de los impuestos directos que graven a los más ricos al tocar sus grandes propiedades y sus rentas financieras.
A decir de estos fiscalistas, no se le puede cobrar mucho a los ricos, porque ello terminaría afectando a los pobres, porque supuestamente esto desestimula la inversión y por ende impide desarrollar el empleo. La política fiscal manejada de esta forma lo que se ha convertido es en un mecanismo de favorecer a los sectores económicos socialmente dominante a través de beneficios, evasión y prebendas económicas, leyes de incentivos, exoneraciones impositivas y exenciones, bajo impuestos a la ganancia y a la riqueza de esos grupos capitalistas.
Además, no puede haber una reforma fiscal que no tome en cuenta la oportunidad de terminar con el secreto bancario y los paraísos fiscales, un fenómeno que la globalización trajo consigo en lo que respecta a la apertura de fronteras para el capital financiero y los negocios internacionales, recordando que el presidente de la República Luis Abinader tiene inversiones (caso de los Panamá Papers), estando exenta de pagar impuestos, a pesar de que está en el país utilizando servicios públicos.
El Referente de la Izquierda Dominicanas (RID) entiende que lo que se persigue con esta mal llamada reforma fiscal es, legitimar un reparto de la riqueza que producen los trabajadores al gravar los bienes de consumo masivos y continuar el manejo de un gasto público, que solo ha servido como un mecanismo de transferencia de riquezas a través de la corrupción de los funcionarios de turnos, evidenciándose esto en los gobiernos de Balaguer, Antonio Guzmán, Salvador Jorge Blanco, Leonel Fernández, Hipólito Mejía, Danilo Medina y en el gobierno actual de Luis Abinader.
A Luis Abinader no le interesa la calidad del gasto público, su visión es recabar RD$122,000.00 millones para mantener a una burocracia estatal y a la militancia partidaria a través de los llamados empleos botellas con fines electoreros, pero su mayor presión viene del Fondo Monetario Internacional (FMI), gendarme de los intereses financieros extranjeros de la banca internacional a la cual está obligada la República Dominicana a pagarle intereses de la deuda que exceden el 60% del presupuesto nacional, la situación mueve a preocupación ya que se han diseñado modelos de políticas fiscal para reducir dicho déficit y evitar recurrir al financiamiento externo (préstamos) para mantener el funcionamiento de la economía y el proceso de acumulación de capital en beneficio de los sectores económicos burgueses internos y externos.
El gobierno de Abinader y el PRM han fracasado en la aplicación de la política monetaria de restricción para lograr enfrentar los déficits presupuestarios, su incapacidad en ese sentido lo ha llevado a recurrir al endeudamiento para financiar esos déficits, lo que se ha convertido en término histórico en un círculo vicioso.
El Referente de Izquierda Dominicana (RID) se opone a los planes del gobierno de turno de querer imponer una reforma fiscal que, dada su naturaleza de clase burguesa e imperial, solo traerá profundizar la situación social y económica de los trabajadores dominicanos y demás sectores sociales explotados y empobrecidos.
El pueblo y nosotros solo nos queda enfrentar en las calles esta contrarreforma y desarrollar UN PODER POPULAR ALTERNATIVO AL CAPITALISMO NEOLIBERAL.
¡¡UNIDAD Y LUCHA PARA RECHAZAR LAS CONTRA REFORMAS!!
¡¡MOVILIZACION NACIONAL CONTRA EL PAQUETAZO!!
¡¡UNIDAD Y COMBATE AL CAPITALISMO Y SUS REPRESENTANTES!!
¡¡CONFISCACION DE TODOS LOS BIENES A LOS CORRUPTOS DEL PRSC, PRD, PLD, FP, PRM Y SUS VISAGRAS, QUE NO PUEDAN JUSTIFICAR!!
¡¡LA UNIDAD DE LOS REVOLUCIONARIOS Y EL PUEBLO JAMAS SERA VENCIDA!!
Comisión Ejecutiva
15/10/2024.
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